domingo, 24 de julio de 2022

Teresa Motos, chupinazo en Elizondo

El padre de Teresa fue Lorenzo Motos Rodríguez, Teniente oronel, asesinado por ETA en San Sebastián, el 13/10/1980
El 25 de Julio tuvo lugar la Ceremonia de apertura de las Olimpiadas de Barcelona 92, en las que Teresa Motos Izeta logró una inesperada medalla de oro con el equipo de hockey hierba. Este domingo, 30 años después, Elizondo le ha hecho un bonito regalo: tirar el chupinazo de las fiestas del pueblo de su madre.

Barcelona 92
José Brasa, el preparador del equipo, hoy
“Fue el 11 del 11 del 91”. José Brasa Sanjurjo, el preparador del equipo, recuerda fechas y detalles, pero además tiñe su relato de una épica que con poco que se escarbe quizás hasta se quede corta. Habla -como si fuera un experto en recursos humanos- de aquella reunión, apenas nueve meses antes de los Juegos de Barcelona. Sin tradición ni recorrido, con apenas 400 licencias en todo el país, el hockey hierba femenino español debía afrontar su primer desafío olímpico. Aquel día de noviembre Brasa se encerró con sus chicas, quintas en el Mundial del año anterior, y les mostró tres caminos: 
- Uno era salir a desfilar, jugar y jiji jaja
- Otro entrenar fuerte e intentar, si sonaba la flauta, llegar a semifinales; 
- El tercero era trabajar al máximo, con entrega exclusiva, dejando trabajos, estudios, familia, pareja y amigos para llegar a los Juegos con opciones a todo”. 
Se hizo un silencio, el técnico se fue y las jugadoras deliberaron durante largos minutos. Optaron por el camino más ambicioso, el más empinado.

Samaranch y La Caixa
Medallas que te hacen de oro
La Caixa premió a los medallistas de Barcelona'92 con 33,8 millones de euros. Solo había una condición: los cobrarían al cumplir los 50 años. 
49,3millones de euros se repartieron en 676 Libretas de Campeones entre 1988 y 1992. Solo en los Juegos de Barcelona los deportistas consiguieron 33,8 millones de euros. 
La Caixa estableció también premios por récords y medallas internacionales. El plato fuerte fue Barcelona'92:
Oro: 600.000 euros individual. 1.200.000 euros por equipo
Plata: 420.000 euros individual y 840.000 euros por equipo
Bronce: 300.000 euros individual y 600.000 euros por equipo

La idea, realmente, fue de ese hombre fundamental en la historia del deporte español llamado Juan Antonio Samaranch («Ese dinero será su vejez, su tranquilidad»). El presidente del COI sugirió la posibilidad de establecer una recompensa para los medallistas olímpicos con una curiosa cláusula: no se podría cobrar hasta que el deportista cumpliera los 50 años. 
La Caixa vio los resultados de la anterior cita, Seúl'88, con cuatro míseras medallas y un solo campeón olímpico, y elevó su apuesta a lo grande: 100 millones de pesetas (600.000 euros) para los que ganaran el oro, 70 millones (420.000) para la plata y 50 millones (300.000) para el bronce. Además, para incentivar a los españoles antes de sus Juegos, trufó de recompensas los cuatro años previos, con más dotaciones económica si conseguían títulos mundiales o europeos, o si batían algún récord.
Nadie esperaba que aquello discurriese como lo hizo. La broma le costó a La Caixa 8.215 millones de pesetas, casi 50 millones de euros -una fortuna ahora y un dineral entonces-. Solo los Juegos de Barcelona le sangraron al banco más de 5.000 millones de pesetas (33,8 millones de euros). La recompensa se estableció en 1988 y se extinguió en 1992. En seis años La Caixa repartió 676 Libretas de Campeones.
Barcelona tuvo más alicientes. Los triunfadores bebieron leche Pascual gratis entre 1992 y 2002. Y los que lograron el éxito en solitario también se marcharon de la Ciudad Condal subidos a un Seat Toledo Podium, edición limitada, con todo lujo de extras: tapicería de piel, detalles en madera, climatizador y hasta un teléfono en el reposabrazos.
Teresa Motos, 2ª por la derecha, en el podio
Teresa Motos: «Nos pareció inhumano»
Una de las estrellas de aquella selección, la donostiarra Teresa Motos, que hoy vive en Navarra, recuerda cómo hipotecaron sus vidas por el éxito. «El último año decidimos que nos íbamos a concentrar desde enero (ganaron el título en agosto). Entrenamos mañana y tarde, nos fuimos un tiempo a Cuba, donde hacía mucho calor y había mucha humedad. Aquello nos pareció inhumano y hubo muchos momentos de dudas porque era francamente duro, pero salió bien. Teníamos mucha confianza en el grupo y superar cada adversidad nos dio mucha fuerza».
El grupo pudo con todo. Teresa era hija de Lorenzo Motos, un teniente coronel de Ingenieros que fue asesinado por ETA, en San Sebastián, en 1980, cuando ella era adolescente, y en la selección su compañera en la delantera era Nagore Gabellanes (el 25 de enero de 2023, 50 años), militante entonces de Herri Batasuna. 
“Y teníamos chicas muy próximas a Fuerza Nueva”, apostilla Brasa. Dio igual, se fraguó un colectivo indestructible. Teresa es la mejor jugadora de la historia de España, pero además es un dechado de virtudes, una persona que merece la pena, con gran capacidad de compañerismo y de perdón”, describe el preparador. 
“Los temas políticos se rumoreaban, pero no se hablaban. En aquella reunión elegimos sacrificarnos por un objetivo común que era competir y conseguimos ser un equipo”, zanja Natalia Dorado.

Barcelona fue la demostración de que invertir en el deporte es una práctica infalible.

Teresa Motos en Wikipedia 
Con Felipe
También participó en los Juegos Olímpicos de Atlanta 1996, donde obtuvo un diploma olímpico (8º puesto). en 3 Campeonatos del Mundo y 1 Champions Trophy, entre otras competiciones internacionales.
Estudió la Carrera de educación física en Vitoria y posee el título de entrenadora nacional de hockey sobre hierba. 
Desde sus últimos años como jugadora, vive y trabaja en Navarra donde imparte clases de educación física en un colegio de Pamplona, Hijas de Jesús (las Jesuitinas). Por ello en 1997, coincidiendo con su retirada de la selección española tras 18 años en ella, fue elegida mejor deportista navarra. En Guipúzcoa fue considerada, ya en 1987, deportista guipuzcoana del año. Posee insignias y distinciones de oro y brillantes de su club y de la Federación Española de hockey sobre hierba.

Teresa, hoy mismo (24-07 Domingo)
Motos es ahora una madre de dos jóvenes que vive feliz en Pamplona, donde trabaja como profesora de Educación Física y que en verano le gusta montar a caballo en el precioso valle del Baztán. En las  Navidades de 2013 cobró su parte del premio: en la selección de hockey tocó un pellizco de 75.000 euros por cabeza. 
Hoy se cumplen 30 años desde que la selección española de hockey sobre hierba, de la que formó parte Teresa Motos Izeta, ganara la medalla de oro en las Olimpiadas de Barcelona de 1992. Para celebrarlo, los vecinos de Elizondo (la madre es de allí y el apellido "Izeta" es muy apreciado en Elizondo. Mariano Izeta -haz favor de pinchar-, tío carnal de Teresa, escritor y folclorista, se encargó de la página en vasco de Diario de Navarra), que entonces la recibieron por todo lo alto, este domingo 24 de julio, tres décadas después, han encargado a la exjugadora lanzar el cohete que da comienzo a las fiestas de la localidad. Lo ha compartido con el niño Sami Ouady, ganador del concurso infantil de dibujo sobre las fiestas.

1 comentario:

Anónimo dijo...

En Elizondo parecen más que razonables al ceder el chupinazo a una hija de un policía asesinado por ETA y al ser ella misma una mujer que participó representando a España.