sábado, 23 de julio de 2022

Contraminas en Antoniutti

Junto al paso de cebra que viene del Edificio Singular
Cuando una fortaleza presentaba dificultades para ser asaltada en superficie, los zapadores del ejercito atacante intentaban quebrar la resistencia del asaltado excavando bajo los lienzos (minas) para penetrar en el recinto, para robar municiones de las casernas, contaminar las fuentes de agua potable o acceder a los calabozos y liberar a sus prisioneros, por ejemplo. A la vez, los sitiados también horadaban el subsuelo (contraminas) buscando los caminos del adversario para ponerles trampas u obstaculizar su avance. Minas y contraminas estuvieron tapiadas desde los años 60 y gracias a los planos históricos del siglo XVIII se han recuperado en las restauraciones recientes.
El Ojo de Polifemo no ha perdido detalle
HALLAZGO
Las galerías de la Pamplona subterránea salen a la luz a través de Antoniutti
De las contraminas construidas en Pamplona durante el siglo XVIII para combatir bajo el suelo a las tropas francesas, este año una se ha hecho visible en Antoniutti. Algo más de 10 metros de galería y “hermana” de otra aparecida en el parque en 2014

MYRIAM MUNÁRRIZ DN 21/07/2022
Cuando el hundimiento de una zona verde anexa a la avenida Pío XII en el tramo entre el inicio de esta avenida y la pista de patinaje de Antoniutti, se repitió otra vez a pesar de los trabajos de reposición del personal de Jardinería, se pensó en 2014. Entonces, un socavón en el aparcamiento junto el Club Ciudadela, también en Antoniutti , se empecinaba en aparecer a pesar de los esfuerzos de los empleados municipales por nivelarlo. Así que se decidió excavar más y apareció una contramina.
Estas galerías se construían para librar una contraguerra subterránea en el caso de una ciudad en peligro de ser sitiada o fuera imposible enfrentarse en tierra a un ejercito fuertemente atrincherado. Y en Pamplona se sabía de la existencia de estas contraminas por el plano que dejó escrito el militar Juan Ximénez Donoso en 1795. Navarra era una de los principales escenarios de la Guerra de la Convención, la que declaró la Primera República Francesa contra España en 1793 por la ayuda que prestó el rey Carlos IV para salvar a su primo, el monarca galo Luis XVI.
Posiciones Guerra Convención
El ingeniero Antonio Hurtado haría entre 1796 y 1797 una memoria de lo construido. Por suerte para el patrimonio de la ciudad no fue necesario utilizar una de estas galerías para, tal y como proponía, colocar hornillos (una especie de cámara donde se depositaba la pólvora) debajo del fortín de San Bartolomé para volarlo por los aires si lo ocupaban las fuerzas francesas.
La firma de arqueología Trama que contrató el Ayuntamiento, tanto en 2014 como este año para documentar el hallazgo, indica que al mando del teniente Peñafiel, para la contienda ya se habían realizado cinco galerías y ramales de contraminas en el frente de la Tejería, en la cara izquierda del revellín, y en el fuerte de San Bartolomé.
“En conjunto, se llega a ver un tramo de 10,30 m de galería que parece continuar en todo caso por el extremo sur, aunque resulta imposible establecer su longitud al estar totalmente cegada”, dicen sobre la última aparecida en el informe que entregaron al área municipal de Proyecto Estratégicos, Movilidad y Sostenibilidad. 
Contramina de San Bartolomé. UNAI BEROIZ
De la descubierta en 2014, se pudo constatar un tramo de 6,40 m., aunque estaba mejor conservada, ya que se podía apreciar su forma abovedada y la presencia de tres vigas de madera. Pamplona sí mantiene, y es visitable, la contramina del Fortín de San Bartolomé, galería que la leyenda dice que llegaba hasta la Fuente de la Teja (en el Soto de Lezkairu). Consta de 46 metros de longitud.
El estudio de Trama recoge la noticia de la que se hizo eco José Joaquín Arazuri en su libro ‘Pamplona, calles y barrios’, en el capítulo dedicado a la Cuesta de la Reina (que nunca fue Larraina). En él refleja que los días 8 y 9 de noviembre de 1957, en la sección ‘Medio siglo atrás’, se publicó que en la jornada del 8 noviembre de 1907 se produjo el hundimiento en los glacis (la pendiente que precede al foso de una fortaleza) de la muralla en la parte comprendida entre la puerta de la Taconera y la Cuesta de la Reina.
DN 08/11/1957- pág. 8 Medio siglo atrás. En la Vuelta del Castillo, en el trozo comprendido entre la Cuesta de la Reina y el Portal de Taconera, se hundió en dos sitios e1 terreno, formando dos pozos de metro y medio de profundidad. En uno de ellos cayó una ternera; hubo necesidad de grandes trabajos para sacarla del subterráneo.
Fortificaciones XVIII
“Parece ser que el terreno hundido pertenecía a la famosa ‘cueva del Ran-Ran’ (nombre que también usaba Basiano padre en sus bromas). En la niñez del autor, se habla de la existencia de un antro que llamaban ‘la cueva de la vaca’ (tras leer la reseña de la hemeroteca, se entiende por qué "de la vaca"). Es más que probable que se tratase de otra contramina que se hubiese hundido. Una vez documentada la contramina se procedió, tras la visita de los técnicos de la Sección de Bienes Muebles y Arqueología a tapar con la misma tierra extraída la zona del hundimiento”, refleja el informe del estudio de arqueología.

1 comentario:

José Ramón Goñi Tirapu dijo...

Cuando era niño recuerdo que íbamos a jugar a la "cueva de la vaca". Junto a esa cueva había otra más pequeña que no recuerdo su nombre. Ambas cuevas estaban alineadas y la de "la vaca" era la más cercana a la muralla. Entre nosotros decíamos que se llamaba así porque era tan ancha que había entrado una vaca. Las paredes eran de tierra y colgaban del techo las puntas de las raíces de los árboles de castañas pilongas que abundaban por aquel lugar. Gracias por recordarme mi niñez y aquellas batallas incruentas que hacíamos con castañas entre carlistas y falangistas.