domingo, 14 de noviembre de 2021

Otra vez, el Bidasoa

Mohamed Lamine Camara deposita un ramo en el lugar del río Bidasoa
donde su sobrino murió ahogado el domingo 8 de agosto de este año 2021
En los años 60, ante nuestros ojos, pasaban por Navarra sombras en la noche. No sabíamos entonces de dónde venían pero sí que querían pasar a Francia. Muchos no lo consiguieron y aparecían en alguna breve nota de prensa: "Ahogado en el Bidasoa...". Sólo en 1972, murieron así 130.

Otra vez el río Bidasoa                                                                        por Juan Frommknecht
Hoy, en el año 2021, siguen muriendo seres humanos en el río Bidasoa, a pocos kilómetros de la muga en un intento desesperado por buscar una vida digna
Ni es historia, ni es leyenda. Desgraciadamente los pasos clandestinos por el río Bidasoa son una triste realidad. Recuerdo como una imagen antigua y difusa la existencia de garitas individuales de vigilancia en los últimos metros de la carretera de Vera de Bidasoa a Irún, ocupadas por la Guardia Civil. En aquella época existían todavía las fronteras, y se vigilaban exhaustivamente. Hoy creo que solo quedan una o dos en Irún, frente a la Isla de los Faisanes.

Podríamos remontarnos a épocas anteriores, pero por fijar un límite temporal, el río Bidasoa ha sido el paso de frontera por excelencia entre España y Francia en el norte de nuestro país desde la guerra civil. Distintos grupos organizados, uno cercano al Partido Nacionalista Vasco, otro a simpatizantes de la República que contaban con el apoyo de redes de contrabandistas de ganado, e incluso la red Comète, encargada de devolver a sus países fundamentalmente a pilotos aliados abatidos en la Europa ocupada por Hitler, hicieron de estos entornos su lugar de paso habitual. Muchas veces los mugalaris trabajaban para más de una red.

Puente de Endarlaza 
Posteriormente y por los mismos sitios, ya sea atravesando el río en ocasiones desesperadas a nado, como ocurría entre las localidades de Fuenterrabía y Hendaya, o en el común de las ocasiones utilizando lugares de poca profundidad, por pasos como la antigua estación de ferrocarril de San Miguel, todavía existente a poca distancia del puente de Endarlaza, usado anteriormente también por Cométe, u otro paso bien conocido por los hombres de la frontera situado cerca del cementerio de Vera de Bidasoa, han cruzado de un país a otro contrabandistas, perseguidos, portugueses en busca de un futuro mejor, comandos de la banda terrorista ETA (estos tenían especial predilección por la Muga 8) y, todavía hoy en día, inmigrantes que intentan llegar a Francia.

La ‘Red Comète’, una línea de evasión con 
recorridos y protagonistas en Navarra
No existen cifras fiables de cuántas personas han podido fallecer en el último siglo en las aguas del Bidasoa, pero sí hay artículos y estudios que señalan la escalofriante cifra de varios miles. Además de determinados fallecimientos documentados en la guerra civil, también la red Cométe tuvo bajas en el intento de salvar la frontera por el río, como las del piloto norteamericano Jim Burch y el miembro de la red Antoine d’Ursel. La mayor tragedia ocurrió entre 1963 y 1973, en los que más de 750.000 portugueses pasaron la frontera, unos 450.000 de forma clandestina. Muchos de ellos murieron. Existe una reseña del diario ABC publicada el 11 de mayo de 1973, en la que cifra en 130 los muertos en el río en el año 1972 (próximamente hablaremos de esta emigración)

Una lancha de los bomberos ha recogido
el cuerpo sin vida de Yaya Karamoko
Desde la comisión de los atentados terroristas en París en 2018, Francia endureció notablemente los controles para la entrada de personas inmigrantes en las fronteras, en especial la del puente de Santiago, y el puente de Biriatou, procediendo a multitud de “devoluciones en caliente”. Esto se ha traducido en que desde mayo de 2021 hayan sido ya dos los inmigrantes ahogados al intentar buscar una vida mejor al otro lado del río. Yaya Karamoko falleció ese mes en su intento de pasar el Bidasoa al intentar cruzar junto a la isla de los Faisanes. En agosto tuvo el mismo trágico desenlace el intento del joven de 18 años Abdoulaye Coulibaly. Hasta noviembre, el Gobierno vasco ha atendido más de 6.000 inmigrantes en tránsito, la mayoría de ellos, como los fallecidos, procedentes de Costa de Marfil, Mali y Guinea Conakri.

Fotograma de O salto (migración portuguesa)
Actualmente existen mafias que se encargan de captar unas y de pasar otras, inmigrantes por el río Bidasoa y por los pasos menos vigilados de la frontera. En agosto de 2020, mediante la “Operación Baztán” de Policía Nacional, fueron detenidas quince personas de País Vasco , Madrid y Cataluña, acusadas de pertenecer a dos grupos criminales que se lucraban haciendo el último paso a Francia de estos inmigrantes. El pasado mes de octubre de 2021, una operación conjunta de la Unidad Central Especial nº 3 de la Jefatura de Información y Grupos de Información de las Comandancias de Guipúzcoa, Navarra y Vizcaya y Gendarmería francesa, acabaron con la detención de siete personas en Navarra y País Vasco acusadas de trasladar a inmigrantes en situación irregular hasta Francia.

Hoy, en el año 2021, siguen muriendo seres humanos en el río Bidasoa, a escasos kilómetros de nuestra muga, en un intento desesperado por buscar una vida digna. Siguen existiendo mafias que pasan a personas necesitadas por nuestra tierra y lugares cercanos lucrándose de su desgracia mientras la mayor parte de la sociedad lo desconoce, y algún país europeo que lo conoce no impide que estas desgracias se sigan produciendo. La excusa de la covid y del terrorismo, ha valido para negarles un futuro mejor y amenaza con que se vuelvan a repetir historias pasadas en el País del Bidasoa.

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