lunes, 30 de agosto de 2021

Manolo González, de Osasuna y con solo un riñón

Auxilio Goñi, Manolo González, Telmo Zarra, Estanis Aranzadi
Ana Gomez Ronda (hija del fotógrafo Juan Gómez)
"Qué recuerdos tengo tan buenos de González, tomando vermut en el Bar Molino, con mi padre!"
Está claro que Manolo González hacía amigos y que todo lo que hoy suena a flamenco en Pamplona, se lo debemos a él.

Auxilio Goñi, González, Zarra, Estanis Aranzadi
González había llegado a Pamplona para la temporada 1953-54. Enseguida se comprobó que era un magnífico defensa central pero, por problemas renales, sufría hemorragias.
Tuvo que parar. Se le hicieron placas, pero las hemorragias continuaban. 
En la temporada 1954-55, el 23/12/1954 podemos leer:
Homenaje a González. El aficionado navarro conoce sobradamente las causas que han mediado en la inactividad deportiva de González, el magnifico defensa central, pilar el más importante del Osasuna que luchó en Primera División. Días pasados fue sometido a una intervención quirúrgica, en la que le fue extirpado un riñón. A la probable pérdida el jugador hay que añadir el lógico sentimiento que a todos produce ese desenlace. Y han sido sus propios compañeros los primeros en vibrar. Encabezados por el entrenador señor Arnanz, se han dirigido a la nueva Junta en petición de un homenaje benéfico. Acogida la idea por la Junta Directiva de Osasuna, se nombra la Comisión Pro-Homenaje a González.
Ignacio Eizaguirre, portero
Y el 6 de enero de 1955, el Osasuna y el deporte navarro -a pesar del escaso tiempo (una temporada y poco más) que había jugado- le dedicaron un homenaje. Se tenía la esperanza de que superara el problema y que ese defensa con tanta clase volviera a lucir la camiseta de Osasuna. 
En los días previos, hay un llamamiento de exjugadores en Diario de Navarra para ese homenaje:
04/01/1955...defendiendo los colores de nuestro equipo. Ejemplo de verdadero pundonor profesional este de nuestro gran defensa, debe recibir el apoyo unánime y la ayuda incondicional de todos, por su exceleritísimo comportamiento defendiendo los colores de Osasuna, paseando por todos los campos españoles el estilo de su perfecto jugar, y haciendo. gala de una ejemplar nobleza digna de toda admiración. 
González con Di Stéfano
Como navarros y deportistas tenemos que ayudar a González en esta situación, y como antiguos jugadores, reconocemos que sus méritos han sido muy poco corrientes en estos tiempos de pocas entregas incondicionales al servicio de un Club, como la que siempre hizo González por Osasuna, y que en definitiva fué la que le originó el percance de la actual operación.
El mismo Día del Homenaje, se podía leer esto en el Diario de Navarra:
06/01/1955 "Si González figura en el Madrid no sé lo que habría pasado. . . Porque su actuación se hubiera juzgado de cerca". En el encuentro Osasuna-Barcelona, un técnico catalán profirió estas palabras: «Si González viste la camiseta azulgrana. hubiera Biosca peligrado quizá tanto como el mejor central de España». Di Stéfano, sin traba alguna, me habló así de González: «Es el mejor hombre que me marcó en lo que llevo jugando en España». ¿Por San Juan desfiló la temporada anterior. algún central de la talla de «Manolo»? Su prometedora carrera ha sido cortada por la extirpación de un riñón Y dada la magnitud de la lesión, las fuerzas... (voy a procurar ampliar la noticia porque me resulta interesantísima). Conseguido, una entrada completa: El Día de González.

Las fotos que vais a ver -de Juan Gómez, gentileza de Castells- son casi todas de ese Día de Reyes de 1955.

1. Jornada de Homenaje a González (06.01.1955)
MARTES. 7 DE ENERO DE 1955
4-3 El OSASUNA venció a un combinado, en partido de homenaje a GONZALEZ
LOS PAMPLONICAS SE CRECIERON ANTE LOS SELECCIONADOS DE PRIMERA DIVISION
PAMPLONA 6. (Crónica de nuestro corresponsal, Echeverría) — Osasuna, 4 (Madariaga, 2, y Sabino, 2); Combinado de Primera División, 3 (Marsal, Basora y Terés).
Partido de homenaje a González. Buena entrada.
Alineaciones:
COMBINADO. — Eizaguirre; Becerril, Biosca, Serrano; Goñi, Samú; Basora. Hernández, lgoa, Panizo y Marsal. En el segundo tiempo: Eizaguirre; Becerril, Biosca, Serrano; Igoa. Samú; Basora, Marsal, Terés, Juanin y Estonga.
OSASUNA. — Yurrita; Blanco, Egaña, Salvatierra; Garro, Gallo; Vila, Recalde, Madariaga, Marañón y Echeverria. En el segundo tiempo: Calvo; Blanco, Egaña, Almuria; Esparza, Gallo; Vila (Del Pozo), Montagut, Mariano, Sabino y Uncilla.
Arbitro: Zariquiegui.
Vila saluda a González
EL PARTIDO. Satisfecho puede sentirse González por el éxito de su homenaje. La jornada deportiva, que comprendía un vasto programa, estuvo dedicada a él. Y en cuanto e los testimonios de adhesión recibidos de toda España seria prolijo enumerarlos.
Y vimos un ingente montón de papelotes y telegramas de adhesión, El bravo atleta Martin Garciarena se ofreció incondicionalmente para todo con la misiva «que lo hacía por Navarra, Osasuna y el cariño que profesa a González». Victorio Ochoa dio su conformidad, dispuesto a montar y desmontar él mismo el ring. Dado lo recargado del programa la Junta organizadora, con general sentimiento, ha prescindido de estos dos bizarros deportistas, cursándoles sendas cartas de agradecimiento.
El partido de fútbol resultó aún mejor de lo que se esperaba. No solamente por parte del combinado, cuyos componentes constituían una garantía de éxito, sino por el Osasuna, cuyos jugadores se superaron como en una ofrenda en honor al compañero homenajeado. Lo mejor corrió de su parte.
Durante el descanso, González hizo entrega a los capitanes del Tudelano y del Oberena de dos trofeos como premio a su excelente campaña que los ha clasificado campeones del cuarto grupo de Tercera División y de segunda categoría regional, respectivamente.
Por la mañana, en el frontón Labrit se jugó un partido de pelota, otro de baloncesto, en el que cl Oberena ganó a la Real Sociedad, y otro de hockey sobre ruedas, venciendo la Real Sociedad de San Sebastián al Olimpic de Biarriz, todo ello en homenaje a González, que nos proporcionó una completa jornada deportiva.
Osasuna y Combinado. Arriba, el legendario Zarra, con gabardina. Panizo, Marañón,
Salvatierra, Gallo, Martínez Zugasti, el portero Eizaguirre... Abajo, de Osasuna,
Madariaga, Vila, Recalde, González Egaña...

2. Agradecimiento de González (08.01.1955)
Su mayor deseo sería volver a defender los colores del club

Recibimos ayer la siguiente carta del defensa osasunista
Pamplona 8 de enero de 1955
Señor Director de Diario de Navarra Pamplona
Mi distinguido amigo: Solamente dos letras porque no puedo pretender distraerle con mi persona por más tiempo en ese periódico de su digna dirección que con tantas atenciones y con tan grande generosidad hacia mí se ha pronunciado en todos estos días referidos al homenaje que acabo de recibir.
No encuentro además las palabras precisas que pudieran traducir en unas líneas la verdad de mis sentimientos hacia la prensa y radio de Pamplona y toda la afición Navarra.
Profundamente emocionado por cuánto se ha hecho conmigo, solamente me resta justificarle una vez más mi mayor gratitud.
El jueves me ofrecieron en San Juan el micrófono del campo para dirigirme a todo el público que vino a honrarme. Tenía un nudo en la garganta y me fue imposible pronunciar una sola palabra. Y este es el favor que pido a su dignísima dirección en ese periódico. Que diga a la afición Navarra que Manuel González está y estará para siempre a su disposición lo mismo en el terreno personal que en orden al deporte en general y al fútbol en particular. Que mi mayor ansia ahora es que el informe pericial de los facultativos, que tan sabiamente han sabido dirigirme en mi enfermedad, coincida con mi deseo enorme de poder vestir de nuevo, ahí donde Osasuna me mande, la camiseta rojilla para entregarme a ella con todo el fervor de mi corazón y con todo el entusiasmo que siento por Osasuna, acrecentados -hoy más, si cabe- en deuda de gratitud inmensa por el gesto emocionante que Navarra entera ha dedicado a este humilde futbolista de tierras malagueñas.
Zariquiegui (4º), árbitro
He encarnado en Pamplona como un pamplonica más y solo quiero eso: que usted y su periódico digan y que Osasuna y la Navarra deportiva entera sepan que estaré siempre con todas mis energías a su entera disposición.
Su afectísimo amigo y su servidor, Manuel González.
Nota de la redacción:
Esta carta de González es hechura de su característica bondad en todos los terrenos y, como deportistas, agradeceremos su incondicional ofrecimiento y, como cronistas, hemos de decirle que cuando hicimos fue por sus merecimientos.
Nosotros también y la afición Navarra deseamos, como él, que pueda volver a formar en las filas osasunistas con el mayor éxito.

3. Reaparición (29.01.1956)
Saque de honor
Diario de Navarra recoge algunos comentarios de la prensa asturiana que piropea la actuación de Osasuna, después de un resultado muy favorable para el Oviedo (3-0).
02/02/1956 DN He aquí algunos comentarios de la ,prensa de Oviedo sobre la actuación de Osasuna en Buenavista: «COMO JUGO EL OSASUNA. El partido se ofreció, desde los primeros momentos, como demostrativo de los merecimientos del Osasuna para ostentar su condición de favorito. Rapidez, velocidad decisión en las jugadas, excelente preparación física. En la puerta, Eusebio, al que ya conocíamos por anteriores partidos con el Logroñés, volvió a confirmar la opinión que de él teníamos. mostrando su felina agilidad, su decisión y su perfecta colocación bajo los palos. En la defensa, el mejor con mucho, González, el central, que después de gravísima lesión vuelve a ser un elemento de reconocida valía. Los defensas laterales, aceptables...

4. Comentario de Antonio González (hijo de Manolo)
Se presuponía que mi padre tendría que dejar el fútbol- sólo llevaba 2 años en Osasuna- pero jugó ¡7 temporadas más! con un sólo riñón, siendo capitán de Osasuna y preseleccionado para el combinado de España. Fue un ejemplo a seguir para otros jugadores que más tarde se encontraron en una situación parecida como D´Alexandro portero argentino del Salamanca y Carlos Santillana delantero centro del Real Madrid.
Santillana volaba
5. González y Santillana
Ignacio Zoco
El 21 de abril de 1973, el cántabro Carlos Alonso González, "Santillana", recibió un fuerte golpe en el vientre. No pudo seguir jugando y a la noche orinó sangre. Santillana estuvo tiempo sin jugar. Pasó muchas pruebas médicas. Hasta que un doctor descubrió que solo tenía un riñón. Los médicos le asustaron: otro golpe podría matarle. Carlos tenía veinte años. El debate sobre su carrera fue nacional. Unos médicos decían que si jugaba lo haría por responsabilidad propia. Toda España lamentaba el problema, porque era un jugador muy querido, noble.
El navarro Ignacio Zoco, todavía en el Madrid, procuró -para animarle- que conociera el caso de Manolo González. Y Santillana tomó la decisión correcta. Tras pasar mucho miedo y jugar meses con prevención, se retiró en 1988.

Buenas noticias para Santillana:
González, un caso clínico parecido, jugó 9 años con un solo riñón
Yo también padecía hemorragias por una deformación congénita renal
Me extirparon un riñón y quedé como una rosa; ¡hasta fui seleccionado!
Después de dejar el fútbol he hecho una vida normal, sin privarme de nada

PAMPLONA, 11. (Por teléfono. De nuestro corresponsal)
El caso Santillana no es el único en el fútbol español, ya que con anterioridad se dio en Pamplona, en el Osasuna, en su defensa central Manolo González, que hoy reside en la capital navarra, en la que tiene un negocio y en la que dedica sus buenas horas a ver jugar al fútbol, puesto que sigue siendo una de sus aficiones predilectas, además de su excelente disposición para cocinar. Es un anfitrión estupendo y le gustan los buenos platos.
Manolo González significó mucho en el Osasuna porque llegó a jugar durante varias temporadas seguidas con un solo riñón. De la mano del que fuera entrenador osasunista Tomás Arnanz, en otros tiempos brillante jugador del Zaragoza, vino a Pamplona procedente del Escoriaza. Con anterioridad había pertenecido al Tomelloso, y la verdad es que el muchacho las daba todas. Se trataba de un defensa central inteligente, sobrio, pero tremendamente efectivo.
Fichó en la temporada 1953-54 y durante varios encuentros, entre ellos frente al Valladolid, Celta, Gijón y Jaén, Manolo González sufrió varias hemorragias que se acrecentaron jugando contra la Real Sociedad en el viejo campo de San Juan, siendo éste el último de los encuentros jugados por González con la camiseta encarnada.
Javier Húder
Fue reconocido, se le hicieron diversas placas, pero la verdad es que la hemorragia seguía. El muchacho no tenía dolores ni mayores molestias, y de ahí que se esperara su curación a base de la Ciencia. Pasó un año sin jugar y mientras tanto el doctor pamplonés don Javier Húder continuaba examinándole. En este año que no jugó, dicho cirujano le hizo una operación exploratoria y entonces se dieron cuenta de que Manolo González tenía un riñón congénito que, aunque no se había desarrollado, se hallaba fuera de su sitio.
Todo esto nos lo ha venido a contar Manolo González, con quien nos une una gran amistad.
—¿Qué pasó después, Manolo?
—Se me extirpó el riñón, se realizaron diversos análisis y se vio claramente que la dolencia no procedía de ninguna enfermedad. El doctor Húder, a quien admiro y quiero, me dijo que estaba útil para poder seguir jugando al fútbol, aunque fuera con un solo riñón. Entonces yo creí que se trataba de una mentira piadosa, pero no era así, ni mucho menos.
—¿Rendías después con normalidad?
—Durante cinco semanas entrené tal y como procedía. Yo había engordado muchísimo y era menester perder unos kilos. Durante ese tiempo comprobé yo mismo que tenía posibilidades de seguir jugando al fútbol y de defender los colores del Osasuna. Se me operó en diciembre, y a los tres o cuatro meses reaparecí al final de la temporada 1955-56, precisamente frente a la Real Sociedad, en un partido amistoso. [este dato contradice lo escrito en Reaparición (29.01.1956)]
Tudelano y Oberena recibieron trofeos
—Pero tú seguiste jugando durante varias temporadas, ¿no?
—Efectivamente, la directiva osasunista trajo a un muchacho, un gran muchacho, apellidado Zuazu, procedente del Zaragoza, y entonces se encontraba el Osasuna en Segunda División, siendo dirigido por Albéniz. En esta misma temporada jugué todos los encuentros después de mi operación, menos uno, en La Felguera.
—¿Fuiste internacional o preseleccionado?
—Siendo seleccionador nacional Manolo Meana fui preseleccionado en las temporadas 1956-57 y 1957-58. Eran compañeros míos Sabino, Adolfo Marañón y Paco Glaría.
—Interesa que me digas si durante esas temporadas notaste algo de particular.
—Nada. Yo seguía entrenándome igual que mis compañeros y rendía como si nada hubiera ocurrido.
—¿Cuándo te retiraste?
—Yo pertenecí al Osasuna hasta 1962, en que abandoné el fútbol totalmente para dedicarme a mis negocios.
—¿Mientras jugabas con un solo riñón acusaste falta de potencia o algo parecido?
—Ya te he dicho antes que yo fui el mismo defensa central de siempre. Saltaba a los balones, los disputaba sin miedo y en ningún momento noté absolutamente nada. De ahí que algunos se extrañaran de cómo con un solo riñón podía realizar unos movimientos tan bruscos y dedicarme a un deporte que tiene trazas de violento.
Tudelano y Oberena recibieron trofeos
—¿Qué piensas de Santillana?
—Acabo de regresar de Madrid, en donde he estado con Pachín y Soroa. Quería hablar con Santillana y decirle que no tuviera cuidado de nada. Cuando a mi me sucedió el percance era mayor que Santillana. Y seguí jugando al fútbol. La juventud de Santillana es muy significativa, y pienso que en buenas manos médicas seguirá siendo útil al fútbol y al Real Madrid.
—¿Te resientes ahora?
—Si notara algo yo sería el primero en sujetarme a un régimen. Yo como y bebo como cualquier mortal y si hago excesos, mi riñón sigue funcionando estupendarnearte, tanto que todo el mundo que me conoce se maravilla de que pueda seguir el ritmo de vida que hago, pues viajo, ando, paseo y como mucho más que cualquier mortal.
Esto es lo que nos ha dicho Manolo González, el jugador malagueño afincado en Pamplona y que durante tantas temporadas se convirtió en un excelente defensa central del Osasuna, teniendo sólo un riñón, pues el otro le fue extirpado, porque precisamente no le servía de nada, ya que lo único que hacía era producir serias hemorragias que ocasionaron una operación exploratoria realizada por el doctor pamplonés don Javier Húder.

1 comentario:

Pérez de Zabalza dijo...

Gracias Pachi por esta extensa exposicion de la trayectoria de un gran jugador