sábado, 21 de agosto de 2021

Adiós a Matilde Vilariño

'IN MEMORIAM' MATILDE VILARIÑO por Ángeles Afuera
Ángeles Afuera
Actriz sin apellidos, leyenda del cuadro de actores de la Ser
Trabajó entre 1955 y 1971 en la comedia radiofónica familiar más popular de la época
Encarnó la timidez de la ratita presumida y el desparpajo de la abeja Maya en televisión

Ayer murió en Madrid Matilde Vilariño. Acababa de cumplir cien años. Actriz. Actriz sin apellidos, puesto que la voz, el gesto, la presencia en el escenario son solo circunstancias que van conformando una biografía y en la de Matilde asoma travieso el rostro de Periquín, el personaje radiofónico que aún recuerdan varias generaciones de españoles. 
Cada jueves, desde 1955 a 1971, la Cadena SER emitía a través de Radio Madrid Matilde, Perico y Periquín, la comedia familiar más popular de la época, creada por Eduardo Vázquez e interpretada por Matilde Conesa, Matilde Vilariño y Pedro Pablo Ayuso. Aún ahora, Twitter se ha llenado de recuerdos de aquel pequeñajo que hacía reír, con sus trastadas, a un país que avanzaba dificultosamente en tiempos muy oscuros. Nos cuenta su hijo Víctor que hasta el final de sus días Matilde ha recordado con cariño a su primera mentora, Margarita Xirgu, con quien estrenó La zapatera prodigiosa, de Federico García Lorca, en el Teatro Español, en la Nochebuena de 1930. Tenía entonces 11 años, y ese niño lorquiano debió de colarse en su ADN, porque a lo largo de su vida artística, con su asombrosa tesitura, no se limitó a fingir voces infantiles, sino que encarnó la timidez de la ratita presumida, o la valentía del sastrecillo valiente —y tantos otros cuentos radiofónicos—, o la inocencia en Marcelino, pan y vino en el cine, o el desparpajo de la abeja Maya en televisión.
Pero lejos de esta singular guardería, es de justicia recordar a la otra Matilde Vilariño, tanto en sus inicios, cuando interpretó en los escenarios a Lorca, Jacinto Benavente o los Álvarez Quintero, como cuando entró a formar parte del legendario cuadro de actores de Radio Madrid, dirigido por Antonio Calderón. Durante más de tres décadas, este país escuchó a través de El teatro del aire las grandes obras de todos los tiempos, de Ibsen a Pirandello, de Calderón a Lope de Vega, de Shakespeare a Moliére. Repasando las escaletas de reparto que custodia el departamento de Documentación de la SER, vemos muchas veces a la Vilariño, junto a otros inolvidables artistas de la voz, como Juana Ginzo, Matilde Conesa, Teófilo Martínez o Ramiro Muñoz. 
Matilde Vilariño, en una fotografía de los años 50
Cuando en los años setenta el género dramático comenzó a ceder paso a la radio informativa, muchos de esos nombres se refugiaron en el doblaje, no sin antes constatar que su situación había sido tan precaria que prácticamente quedaban en la calle. Matilde Vilariño abanderó entonces la reclamación de los derechos laborales de los actores de radio, que fue la primera en ganar. "Fue una luchadora", nos comentan quienes la conocieron bien. "Había cumplido cien años el pasado 13 de agosto y hasta hace poco completaba recitados de Benavente que yo le leía", recuerda su hijo. "Cariñosa y dulce", dice María Esperanza Sánchez, periodista histórica de Hora 25. "Nunca perdió su voz", añade la actriz Gloria Muñoz. Esa voz que, un día, en el metro de Madrid, escuchó alguien que viajaba junto a ella y que exclamó espontáneamente: "¡Señora, usted tiene voz de cuento!".
Ángeles Afuera es periodista, fundadora del depar-
tamento de Documentación de la Cadena SER.

Algunas intervenciones de Matilde
Matilde Vilariño, la mítica actriz de doblaje de películas y radionovelas de mediados del siglo pasado, ha muerto a los 100 años. Su dulce voz la convirtió en una de las actrices más conocidas de su época. Su especialidad era poner voz a personajes infantiles y se hizo muy popular por su papel como el niño Periquín, en el serial 'Matilde, Perico y Periquín', producido por la Cadena Ser y emitido durante 16 años, de 1955 a 1971. 
Vilariño dominaba todos los géneros y personajes y en una entrevista en la década de los 90 ella misma lamentaba que se la encasillase dentro de los personajes de niños, porque decía haber hecho «de todo». También participó en la popular serie 'La Saga de los Porretas' entre los 70 y los 80. Y en una de las películas más recordadas de los años 50, 'Marcelino, pan y vino' (1955), poniendo voz al niño Pablito Calvo. Repitió doblando al pequeño actor en 'Mi tío Jacinto' (1956), 'Un ángel pasó por Brooklyn' (1957) y 'Totó y Pablito' (1958).
La mítica intérprete también puso voz a la abeja Maya, la conocida serie de dibujos animados de los años 70 y a Ylvie la mejor amiga de Vicky el Vikingo, de la misma década. «Era encantadora, una figura menuda y enérgica a la vez, como una muñeca con carácter», recordaba ayer la periodista Ángeles Afuera, para quien Vilariño encarnó «la más preciosa voz de niño de la radio española». «Era capaz de recrear sus risas, entonaciones, berrinches... y trabajó en todas las obras de teatro clásicas adaptadas a la radio, de Shakespeare a Molière, pasando por Calderón y Lope de Vega».
Escuchémosla en Don Floripondio:
Vilariño comenzó en la radio a finales de los años 40, en el cuadro de actores de la Ser, y en 1960 fue galardonada con el Premio Ondas a la mejor actriz. En 1967 recibió el Premio Antena de Oro en la categoría de radio.
En casa, la actuación que más recordamos de Vilariño es "La Ratita Presumida:

2 comentarios:

J-A. Zubiaur dijo...

Es difícil olvidar al trío Pedro Pablo Ayuso, Matilde Conesa, Matilde Vilariño, que se anunciaba alfabéticamente y nos acompañó en las largas tardes de invierno ramplones. D.E.P.

Drok dijo...

Descanse en paz. Una estrella de la voz en una época que nunca volverá.