El que se lleva la palma es Echenique, ese político que destila bilis y malasombra a partes iguales y que ha convertido el debate político en un auténtico estercolero.
Pero en Navarra también tenemos nuestros echeniques particulares.
Los echeniques forales por Chon Latienda
La mayoría de políticos que llegaron a la etapa democrática tenían dilatadas carreras profesionales que les hacían conocedores de la sociedad que iban a gobernar. La democracia en España trajo políticos de gran altura. Por un lado, estaban los líderes de los partidos imperantes, y por otro, sus segundos y/o portavoces. El líder ejercía un discurso conciliador y moderado, y su segundo se encargaba del discurso duro y provocador. Alfonso Guerra, Álvarez Cascos, Rubalcaba, Arzallus… Políticos que dominaban la dialéctica como nadie y daban cierta vidilla al casi siempre plano discurso institucional. Pero esos políticos son historia; ya no quedan.
Zapatero introdujo la mediocridad en la política española llenándola de bibianas aídos y leires pajines, y desde entonces ha sido un no parar. La clase gobernante está invadida de políticos sin ningún desarrollo fuera de la política que los ha convertido en una élite de mediocres y de personajes zafios que actúan como chulos de barrio: Pablo Iglesias, Irene Montero, Adriana Lastra, Rufián, Otegi… Y el que se lleva la palma es Echenique, ese político que destila bilis y malasombra a partes iguales y que ha convertido el debate político en un auténtico estercolero.
Y en Navarra también tenemos nuestros echeniques particulares.
Ainhoa Aznárez, esa podemita que denigró la figura de la presidencia del Parlamento con su comportamiento zafio y expresiones soeces, vuelve a la palestra con la intención de liderar Podemos y lo hace de la única forma que sabe, insultando a todos aquellos parlamentarios que cuestionaron su estúpida iniciativa de retirar la bandera de Europa del mástil del edificio del Parlamento llamándolos “cacatúas”.
Luego tenemos al gran cerebro del PSN-PSOE, Santos Cerdán, importador del mediocre discurso que mama en el Congreso de los Diputados y que, como allí apenas tiene otra función que la de llevarle el bolso a Pedro Sánchez, viene a Navarra a practicar la alta política dedicándole insultos a la oposición.
Alzórriz, un verso suelto con lenguaje tabernario que critica a la oposición por hacer oposición mientras, en una actitud cobarde, calla cuando son sus socios de gobierno quienes hacen oposición al Gobierno de Chivite del que forman parte; se muestra sumiso ante el partido que acusó al PSOE de ser el partido de los GAL y la cal viva; y dedica loas a Bildu.
Y luego tenemos a Chivite, esa presidenta que estando en la oposición consideró escandalosos los datos que se iban conociendo sobre Davalor exigiendo a Barkos responsabilidades políticas por la gestión de Ayerdi, y que hace unos días, y para defender al consejero dimitido, se metía en un lodazal acusando a un exconsejero de UPN de haber tenido que dimitir por acusaciones de blanqueo de dinero, algo absolutamente falso y que Chivite tuvo que retirar al día siguiente por la cuenta que le traía. Y mira que Chivite lo tenía fácil si quería poner ejemplos de políticos dimitidos por corrupción. Le hubiera bastado con nombrar al miembro de su partido, Otano, que siendo nada menos que presidente del Gobierno de Navarra, tuvo que dimitir acusado de corrupción. Y Chivite pudo poner más ejemplos de políticos corruptos nombrando a un expresidente del Gobierno de Navarra, Urralburu, y a un exconsejero, Aragón, también del PSN-PSOE, condenados por corrupción.
Si Sabino Arana levantara la cabeza... |
“Hay momentos en la vida de todo político en que lo mejor que puede hacer es no despegar los labios” (Abraham Lincoln).
Chon Latienda. Comentarista política.
1 comentario:
Leí el artículo de Chon en el D.N., hoy lo vuelvo a leer en tu entrada y me sigue pareciendo magnífico, sin fisuras y contundente, como siempre, gracias Chon, eres magnífica.
Estamos rodeados de la más absoluta mediocridad en el gobierno foral y en el de Madrid, posiblemente también en otras comunidades, pero Navarra, gobierno central, Cataluña, y comunidad vasca se llevan la palma, no solo mediocridad, estupidez, mala fe, el pueblo les importa nada, solo siguen sus objetivos, "cuanto peor mejor" para ellos, claro.
Confío que el pueblo despierte y se de cuenta de lo qué están haciendo en España junto al peor político de la historia, Pedro Sánchez el ansioso.
En fin, navrazon Pachi y Chon. Cuidaros
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