El artista no tenía buen día: "PROGRA PARA HOY" |
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En apenas un siglo de existencia, el
cine pasó de la barraca de feria a convertirse en todo un fenómeno
de masas, en Pamplona y en el mundo.
También llamados periscópicos,
consistían en la proyección de una serie de vistas por intermedio
de dos linternas. Después de presentada la primera, ésta
desaparecía lentamente mientras se acusaba con creciente intensidad
la segunda.
Aquel entretenimiento, que comenzó
como un juego casero, se fue ampliando hasta conseguir la proyección
en grandes pantallas -entonces decían «cortinas»- aptas para ser
contempladas por mucho público y desde gran distancia.
Teatro Principal |
El día 8 de julio de 1887 se presentó
como espectáculo gratuito sanferminero, proyectándose en el balcón
existente en la fachada del Teatro Principal. Como era "a precio de
novena", acudió muchísima gente para admirar a aquellos cuadros que,
según dijeron los chungones, «se disolvieron tanto que no se
vieron». En resumen, la primera experiencia resultó un verdadero
fracaso.
Dos años más tarde, también en la
noche del día 8, se repitió el festejo, aunque aquel año no
resultaron los cuadros tan disolventes. Se encargó de su proyección
Mr. Onray, el de los globos, el que se fue a vivir a Tafalla, y que
aquellas fiestas consiguió elevar unos cuantos globos grotescos.
En 1895, también en el balcón del
Teatro Principal, se exhibieron cuadros disolventes con la novedad de
ser proyectados con luz eléctrica, encargándose de ello los
hermanos Peluispe de Madrid. Resultaron un estrepitoso fracaso por
falta de enfoque.
También en 1898 los cuadros
disolventes constituyeron un número más entre los festejos de los
Sanfermines, los últimos que se contemplaron en nuestra ciudad. El
cinematógrafo avanzaba y dejó de lado a aquel insulso espectáculo.
Cinematógrafos
Vamos a separar el cine que se proyectó
en locales cerrados a pago, y el cine público que, a costa del erario
municipal, constituyó durante muchos años un festejo sanferminero.
Cine a pago
La primera sesión de cinematógrafo,
como se decía entonces, que se contempló en Pamplona tuvo lunar
durante los Sanfermines de 1888 en la bajera de la casa número 34
del entonces llamado paseo de Valencia. El festejo consistía en
contemplar una serie de animales salvajes. El explicador -con bata
larga y provisto de un largo puntero- señalaba y aclaraba todos los
pormenores que conocía, que no eran muy abundantes, de las diversas
fieras que aparecían en la pantalla. Larrambebere contaba la
siguiente anécdota de una de aquellas sesiones de cine:
«Conforme el explicador iba dando el
nombre de los animales:
-Señores: ahora un elefante...
El público le hacía coro
apostillando:
-... ante.
-Una pantera...
-... era.
-Un cocodrilo...
-...ilo.
Pero en mitad de la sesión entró en
la sala un agente de policía, y uno del público, imitando al
explicador, tuvo la ocurrencia de exclamar:
-Un polizonte...
Y todos, a coro, respondieron:
-...onte.
Con lo que se armó un juergazo
fenomenal».
1899 - F. Istúriz |
Desde la primera sesión, que como
hemos dicho fue en 1888, raro fue el año que durante las fiestas no
se instaló alguna barraca o se alquiló algún local con fines
cinematográficos. Sólo vamos a mencionar las funciones que
destacaron: en 1902 se inauguró, como gran novedad, la proyección
en Navas de Tolosa 13, una cinta de la procesión de San Fermín;
resultó un gran éxito ya que la gente acudía en gran número a
verse en la pantalla, a contemplar a sus familiares, amigos y
conocidos, que en aquella época eran todos los pamploneses. En 1906
se estableció en la feria una gran barraca titulada «Pabellón
PATHÉ», lo mejor que se había visto hasta entonces. Se proyectó
por primera vez una película completa sobre los Sanfermines con los
siguientes temas:
1.° El Ayuntamiento sale de su Casa
para ir a las Vísperas.
2.° Inauguración de la placa
conmemorativa del nuevo título de Calle de Jarauta.
3.° Encierro del día 7 tomado en la
calle de Espoz y Mina. Téngase en cuenta que cuando existía la
Plaza de Toros vieja, al terminar la Estafeta se doblaba hacia la
derecha, por un corto trecho de la calle de Espoz y Mina hasta el
portalón de entrada en la plaza que se hallaba, aproximadamente en
donde hoy está el Bar Niza.
4.° Novillos. Así se llamaba entonces
a lo que hoy se denominan vaquillas.
Una barraca que vino a los Sanfermines
durante muchos años y tuvo mucha y buena aceptación fue el
«Cinematógrafo Rocamora».
1918 García Deán Salón Novedades visto desde las murallas de Tejería. Al fondo la plaza de toros vieja. |
En la primera década del siglo el
antiguo Teatro-Circo de Labarta se alquiló a un valenciano que
instaló en él, el primer salón fijo de cine de Pamplona, el «Cine
Belloch» situado junto a la Plaza de Toros vieja. En 1911, en donde
hoy está el Gobierno Militar en la calle del General Chinchilla, se
instaló el segundo local cinematográfico de la ciudad, el «Cine
Novedades», que se ubicó en un barracón destartalado dedicado a
salón de baile, por cierto de muy mala nota, llamado «La Gotera».
Al quemarse en 1915 el Cine Belloch, el Cine Novedades se trasladó
al solar dejado por aquel, hasta 1918, en que al ser derribadas las
murallas se vio obligado a trasladarse a Tudela. Posteriormente
comenzó la proyección de películas en el Teatro Gayarre y después
en el Olimpía y en el Frontón Euskal-Jai, en donde durante varios
años se puso de moda la sesión llamada matiné que era de 7 a 9 de
la tarde.
La Gotera es el barracón blanco |
Cine
público
La primera sesión de «cine público»,
auténtico festejo sanferminero popular, tuvo lugar en las noches de
los días 8 y 11 de julio de 1902. En realidad no se proyectó
ninguna película, sino una serie de cuadros inmóviles. El numeroso
público congregado en la Plaza del Castillo se entretuvo y quedó
contento.1919 García Deán Programa Salón Novedades (detalle en foto de portada) Casa Galdúroz |
En 1913 fue Joaquín Rocamora el que
por contrato con el Ayuntamiento se encargó de las proyecciones.
Hasta 1924 las funciones se daban los días de las corridas, desde
este año se ampliaron de los días 6 al 13, ambos inclusive.
En los años 1931 y 32, por estar en
derribo el Teatro Gayarre, se trasladó la proyección del cine
público al rincón del Casino Eslava en la misma Plaza del Castillo.
En 1933 se trasladó al paseo de
Sarasate, colocándose la pantalla frente al quiosco de refrescos
situado en el centro del paseo, a la altura de la casa número 20.
En los años 1934 y 35 las funciones
cinematográficas gratuitas se celebraron frente a la puerta
principal de la Plaza de Toros.
En 1936 se trasladó la pantalla al
centro de la plaza llamada del 22 de agosto de 1888, hoy del Vínculo,
y la máquina proyectora a la Escuela de Música.
Durante varios años se continuó
reuniendo durante las noches sanfermineras toda la chiquillería y
gran número de adultos con sus sillas y bancos, en la misma plaza,
que a partir de 1949 tomó el nombre de «Plaza de la República
Argentina».
En 1940, se comienzan a proyectar
películas «habladas en español» de casas de renombre
internacional como las de la «Metro-Goldwyn-Mayer», «Fox», «Ufa»,
«Warner-Bross», etc.
Año 1958. Cine público en la Plaza de San Francisco |
En 1951, los aficionados al cine
gratuito se tuvieron que reunir en los noches sanfermineras en la
plazuela de Santo Domingo, frente a la puerta principal del Mercado
del mismo nombre.
A partir del año siguiente, y
definitivamente hasta 1958 inclusive, que fue el último año que se
proyectó el cine público, la pantalla se instaló en la plazuela de
San Francisco y el proyector se acomodó en las Escuelas de la plaza.
El cine y los toros
Recogemos una anécdota relacionada con
el cine y los toros. En 1915 se hizo público, incluso en los
programas oficiales de las fiestas, la prohibición de «...entrar y
hacer uso en la Plaza de Toros durante las corridas de máquinas o
aparatos de impresionar películas cinematográficas». Esta
prohibición persistió hasta 1958 en que se derogó tan absurda ley.
2 de junio de 1971. Casi a punto, esta monumental esfera comenzará a funcionar la próxima semana. (Foto Zubieta y Retegui) |
Cinerama
Desde junio de 1971, y hasta primeros
de septiembre del mismo año, estuvo instalado en el solar resultante
del derribo de los cuarteles de infantería de las calles del General
Chinchilla y Yanguas y Miranda, una innovación cinematográfica
llamada «Cinerama». Los habitantes de media Navarra desfilaron
aquel verano para contemplar el nuevo espectáculo.
10.06.1971. Instalación del CINERAMA (desde junio a principios de septiembre) en los antiguos cuarteles después de ser derribados. |
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