miércoles, 14 de febrero de 2024

Carlos, Monte La Reina y "Desiderio"

En Javier
A mi hermano mayor, Carlos, le tocó hacer los campamentos de Milicias Universitarias en Monte La Reina (Zamora). Unos años después, otros dos hermanos seguimos sus pasos.
Pero Carlos no se conformaba con la comida del campamento y envió a casa unas cuantas cartas antológicas pidiendo un suplemento alimenticio: 
"Si no me enviáis pronto un paquete, cuando vengáis a recoger mis restos, encontraréis cuatro huesos calcinados en este desierto" (más o menos).
Todos los hermanos nos partíamos de risa cuando, en la sobremesa ("y para postre leímos tu carta"), se leían sus misivas. Todos -padre, incluido-, menos la madre, que enseguida se ponía a preparar el siguiente paquete.
Le decíamos que Carlos exageraba, que el papá había hecho la mili -mucho más larga- en África y, a continuación, tres años de guerra, y había vuelto. Eso sí, flaco rematao.
La mamá, inasequible al desaliento, seguía preparando el paquete.
Y después del campamento, Carlos volvió. Y volvió canturreando una canción que bien pudo ser la que inspiraba sus hilarantes cartas
La marmota (chavala) que le suministraba bocadillos de queso y de jamón,
al saber que el negocio se ampliaba, le dio la gran patada y con otro se marchó.
GLIN, GLIN, GLIN…
Y de tanto estudiar filosofía y de tanto empinar el botellón,
se quedó el pobre Desiderio, hundido y sin remedio, y enfermo del pulmón.
Queda triste el pobre Desiderio, sin chavala, sin queso y sin jamón.
La dolencia que al pobre atormentaba, poco a poco agravando, al fin lo reventó.
GLIN, GLIN, GLIN…
Ya lo llevan en caja al cementerio, ya lo llevan hacia el juicio final,
como sabe que el examen es serio, el pobre Desiderio no se va a presentar.
GLIN, GLIN, GLIN…

Desiderio, grabación sonora
Quizás porque "Desiderio" rima con "serio", "cementerio", es un título que siempre se ha prestado para este tipo de canciones, de mucha guasa, surrealistas y, a veces, truculentas.
Desde hace casi un siglo tenemos este cuplé Desiderio de La Tempranica, de 1927.
De 1957 hay un Desiderio, de "Canciones de la milicia" (pincha) que aún sigue sonando, sobre todo en Sudamérica.
Pero el Desiderio que trajo mi hermano es el de Ramsés, Isaías y Pantaleón (pincha para ver otros títulos paicidicos, como esa delicia de La niña besucona), que fue grabado en 1971.

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