La carrera del proletariado le divierte al jubilado |
La construcción de la Plaza de los Fueros (15-10-1973 a 16-06-1975) trajo una polémica -sólo en los periódicos y en los bares- con un bosquete de pinos situados en la isleta donde hoy está la Cruz Negra. Al final, la mayoría de los vecinos y el Ayuntamiento se pusieron de acuerdo -algo extraño, hoy en día- para derribarlos.
En la hemeroteca aparecen como "los pinos de la Plaza de los Fueros", "... del arranque de Sancho el Fuerte", "... de Abejeras"... Pero, viendo esta foto de 1965...
1965 Cruz Negra en la confluencia de la calle Abejeras con la avenida de Zaragoza. Gallo, Javier |
Y, sobre todo, esta foto actual de Pablo Lasaosa (dcha.), en la que se ve que la Cruz Negra ha sido trasladada a la misma isleta (ahora rebajada) de los pinos (aunque de menor porte), comprenderéis el título de esta entrada.
1952 La Cruz Negra, tras las obras de ensanche de la carretera de Zaragoza. Cía AMP |
Con la cruz no hubo problemas. En abril de 1974, a raíz de la construcción de la plaza de los Fueros, la Cruz Negra se desmontó y se depositó provisionalmente en un almacén municipal. Unos meses más tarde, fue reconstruida y vuelta a colocar en su actual ubicación, a pocos metros de su emplazamiento original: más "hacia Pamplona" y más hacia la izquierda, al oeste, en la isleta, nivelada, donde quedaron los cuatro pinos.
1960 Zubieta y Retegui. El bosquete, entre Circunvalación, Sancho el Fuerte y Abejeras |
Pero con los pinos, la polémica en Pamplona estaba servida. El primero (marzo del 74) que hizo saltar la liebre fue Fernando Pérez Ollo, en un apunte firmado como "Práctico Goiti" (gracias, Iriberri):
Cae el penúltimo pino. A la dcha. el muro que sujetaba la plataforma |
02/03/1974 DNPor eso, con el tiempo, enmarcando la joya de nuestro pentágono municipal, dulcificando la prisa y el stress de una avenida que debe ser veloz, estarán esos árboles hoy sólo promesa y termómetro de civismo. En las obras de la Plaza de los Fueros estén haciendo juegos de birlibirloque para no tocar la breve mancha de pinos que se yergue en el arranque de Sancho el Fuerte. Los acuerdos municipales exigen el respeto de esas coníferas y la verdad es, hasta ahora, que las marcas y cotas de trazado y movimiento de tierras no tocan los troncos de esos ejemplares, aunque los hayan afeitado hasta cierta altura. La gran pregunta es si los doce pinos durarán o llegará un momento en que parezca ridículo conservar ese islote verde frente a la maravilla urbanizadora de una plaza. Uno, sin querer, recuerda esas avenidas romanas en que, de repente, el tránsito hace una curva trazada para respetar un viejo árbol. Nuestro caso parece más fácil, pero el tiempo dirá si lo era o no. PRACTICO GOITI
Goiti, pienso que hay más de 12
No había terminado Goiti su apunte cuando, dos semanas después, leemos en DN:
15/03/1974 DNDel bosquecillo de pinos en el arranque de Abejeras y Sancho el Fuerte ya quedan sólo cuatro ejemplares.
El último pino. La noria se recorta en la falda de San Cristóbal |
Así pues, para marzo del 74 ya se habían llevado por delante ocho ejemplares. Terminaba entonces su mandato, como alcalde, José Javier Viñes Rueda (Septiembre 1972 Junio 1974)
Pasan los meses, más de un año... Y en mayo de 1975 (alcalde, José Arregui Gil, Junio 1974 Febrero 1976) nos llega esta reflexión desde la Comisión Permanente del Ayuntamiento, por donde rondaba Tomás Caballero:
20/05/1975 DNSi prosperan ciertas ideas llegadas hasta la Comisión Permanente, los cuatro pinos del arranque de Abejeras (Plaza de los Fueros) tienen sus días contados. Supervivientes de un grupo más numeroso diezmado por las obras, quizás sigan dentro de poco el mismo camino de sus hermanos. Pero todavía no está firmada la sentencia de muerte. Los ediles andan indecisos. Estamos, por lo tanto, a tiempo de expresar opiniones.
Se acabó - ¿Qué razones invocan para tirarlos?- Unos dicen que son antiestéticos. El Jefe de Tráfico, que peligrosos. En la Permanente estamos contrastando opiniones. Luego hablaremos de las razones. Pero vayan por delante unas líneas para situar mejor el problema. Hace tres años, cuando la Plaza de lo Fueros era sólo un proyecto, se dijo oficiosamente que cualquier tipo de obra respetaría por lo menos en su inmensa mayoría el grupo de pinos de Abejeras. Luego vinieron las obras y de la noche a la mañana acabaron con el pinar.
Más opiniones, cartas al director... Al final la opinión mayoritaria de los vecinos de la zona parece ser partidaria del hacha (mejor, de la maroma). Tiene gracia una carta en la que unos vecinos se atribuyen un mérito especial para opinar: "cruzamos cuatro veces al día la Plaza de los Fueros".
Ahí yace el último pino. La noria se recorta en la falda de San Cristóbal |
1964 el bosquete en el arranque de Sancho el Fuerte |
15/06/1975 DNNo habrá inauguración oficial de la Plaza de los Fueros. Se derribarán los cuatro pinos. "La fecha tope de entrega de la obra es mañana, l6 de Junio, pero la Plaza de los Fueros ya está abierta al público, dijo ayer don Tomás Caballero en la reunión habitual de 1os sábados con los informadores, sobre la sesión de la Permanente.
En una fecha cercana a los Sanfermines del 75 (se ve una noria en Yanguas y Miranda; gracias, primo Manuel), el Ayuntamiento acabó con los cuatro pinos de la Cruz Negra, al parecer, con el aplauso del vecindario de la zona.
Y es que aquellos pinos tenían dos problemas: demasiado porte y el estar sobre una plataforma desnivelada en metro y medio, sujetada por un muro que dificultaba la visión para el tráfico.
Y a fin de cuentas, la mayor plaza de Pamplona no ha quedado nada mal.
En el círculo, la isleta de la Cruz Negra, casi oculta por las nuevas coníferas |
Nota: las fotos del derribo de los pinos -alguna tan simpática como "la carrera del proletariado- son de mis primos Belzunegui Otano, vecinos de la zona. Gracias a ellos, hoy podemos desolvidar aquella pequeña anécdota de los presanfermines de 1975.
Actualización 28 sept. 2023
Me ha llegado un comentario muy bonito de Anamary Olaverri que pide a gritos una foto muy concreta:
1957 Estación del Irati y Plazaola entre la calle de Yanguas y Miranda y la avenida de Zaragoza |
Anónimo (?)
Durante toda mi infancia, todos los jueves por la tarde -que era cuando los niños de los 50 y los 60 no teníamos clase- mi madre, mis hermanos y yo emprendíamos la ruta desde el Casco Viejo hasta Abejeras para pasar la tarde merendando con los tíos y primos de mi familia paterna que residían todos allí, en las antiguas casas que había a continuación del colegio Santa Catalina. La Cruz Negra la veía cada jueves después de dejar atrás la tapia del Plazaola y no era consciente entonces de que pasados muchos años supondría una alegría para mí, constatar que ahí sigue, al otro lado de su ubicación original y un poco oculta por los pinos, pero siendo un vestigio de lo que marcaba el comienzo de la, para mí, querida calle Abejeras.
2 comentarios:
Durante toda mi infancia, todos los jueves por la tarde -que era cuando los niños de los 50 y los 60 no teníamos clase- mi madre mis hermanos y yo emprendíamos la ruta desde el Casco Viejo hasta Abejeras para pasar la tarde merendando con los tíos y primos de mi familia paterna que residían todos allí, en las antiguas casas que había a continuación del colegio Santa Catalina. La Cruz Negra la veía cada jueves después de dejar atrás la tapia del Plazaola y no era consciente entonces de que pasados muchos años supondría una alegría para mí, constatar que ahí sigue, al otro lado de su ubicación original y un poco oculta por los pinos, pero siendo un vestigio de lo que marcaba el comienzo de la para mí, querida calle Abejeras.
Muchísimas gracias por tan sentido comentario
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