miércoles, 27 de septiembre de 2023

La Cruz negra. Pamplona y Veruela

1. Isleta; 2. Edificio bar Sol 1952 Julio Cía AMP-2023 Pablo Lasaosa

Empezó siendo de madera y, para protegerla, la debieron de embadurnar de brea (de ahí lo de "negra"). Ha dado lugar a un topónimo y, de madera o de piedra, negra o verde, sobrevive desde el siglo XVI. Tiene una tocaya en Veruela, famosa por las cartas de Becquer.

Este fotomontaje nos ayudará a entender el cambio de ubicación de la Cruz negra, antes y después de la construcción de la Plaza de los Fueros (1973-75). La cruz que estaba en el límite entre la calle Abejeras (izda) y la av. Zaragoza (dcha.) y que, entre ella y la isleta, arrancaba por la izda. la av. Sancho el Fuerte, fue trasladada a la isleta y hoy convive con nuevas coníferas.
Esa cruz dio lugar al topónimo "la Cruz negra" que, curiosamente, sitúa el SITNA (pincha) al otro lado de la av. Zaragoza, al sudeste de los Paúles.
He encontrado en Maps un pasillo para poder fotografiarla
Cruz negra y Cruz verde
1930. Cruz Negra. Julio Cía
Tenemos que corregir a Arazuri, cuando pone en 1637 el dato más antiguo que tenemos de ella. Según Euskaltzaindia (pincha), en el Archivo Diocesano de Pamplona hay un registro de 1590, ya en el siglo XVI.
Y ahora sí seguimos a Arazuri:
"En 1637 hay una libranza del pago « ...de una cruz grande que se ha puesto en el camino de las texerías del sotto» (estas tejerías estaban en el camino de Tafalla, posteriormente llamado "de Zaragoza"). En la misma fecha y relacionada con la libranza anterior: « ...una cruz grande que han hecho hacer en el puesto que llaman la Cruz Negra» (1). 
Aquella cruz era de madera y persistió hasta 1756, exactamente hasta el mes de agosto, en que los regidores, con motivo de las obras de recomposición del camino real de la Cruz Negra, se colocó « ...a la vista de la ciudad y bajada de las tejerías una cruz de piedra en lugar de la de madera que antes había, habiendo trasladado la de madera al lado del mojón de Cordovilla en el mismo camino real. Y para que en lo venidero no cause perjuicio a nadie esta mutación en punto a la denominación del término de la Cruz Negra, se hace esta expresión previniendo que a dicha cruz de piedra, de orden de la Ciudad, se ha dado un baño negro a la piedra, y a la de madera, verde» (6). 
1756, nace la cruz de piedra
Don Ignacio Baleztena halló datos de la Cruz Verde en documentos de 1667, de lo que se deduce la existencia previa de esta cruz en la muga con Cordovilla, y seguramente por estar en malas condiciones se cambió por la antigua Cruz Negra, de madera, pintada de verde.
Aquella Cruz Negra, de piedra, colocada en 1756, es la existente en la actualidad; la misma que al construirse la plaza de los Fueros se desmontó en abril 1974 y se reinstaló por orden municipal del 28 de febrero de 1975 entre la plaza de los Fueros y el arranque de Abejeras.

1. Arch. Mun. Propios, leg. 7, 1636-37, núm. 215.
2. Arch. Mun. Actas 39, fol. 199.

Chalet en finca de Diputación
Av. Zaragoza, Abejeras y Sancho el Fuerte. J.J. Arazuri
Tomando la dirección de Abejeras, siempre me ha intrigado ese primer chalet que hace que la carretera gire a la derecha. 
1952 chalet y Cruz Negra después de las obras de ensanche
de la carretera de Zaragoza. Cía Úriz, Julio
He visto en el SITNA que esa construcción no aparece en 1927, pero sí en la imagen de 1945-46. Sospecho que es el chalet que en 1942 hizo Eugenio Arraiza para Diputación y que, con la construcción de la plaza de los Fueros, dejó paso a los edificios actuales (pincha).
Así estaban en 1969 el chalet y la finca. ¡Vaya decepción!
La "Cruz negra" más famosa (pincha)
Todas las tardes, y cuando el sol comienza a caer, salgo al camino que pasa por delante de las puertas del monasterio, para aguardar al conductor de la correspondencia, que me trae los periódicos de Madrid. Frente al arco que da entrada al primer recinto de la abadía se extiende una larga alameda de chopos tan altos que, cuando agita sus ramas el viento de la tarde, sus copas se unen y forman una inmensa bóveda de verdura…
Como a la mitad de esta alameda deliciosa, y en un punto en que varios olmos dibujan un círculo pequeño enlazando entre sí sus espesas ramas, que recuerdan, al tocarse en la altura, la cúpula de un santuario, sobre una escalinata formada de grandes sillares de granito por entre cuyas hendiduras nacen y se enroscan los tallos de las flores trepadoras, se levanta gentil, artística y alta, casi como los árboles, una cruz de mármol que, merced a su color, es conocida en estas cercanías por la Cruz Negra de Veruela.
Nada más hermosamente sombrío que este lugar. Por un extremo del camino limita la vista el monasterio, con sus arcos ojivales, sus torres puntiagudas y sus muros almenados e imponentes; por el otro las ruinas de una pequeña ermita situada al pie de una eminencia sembrada de tomillos y romeros en flor. Allí, sentado al pie de la Cruz, y teniendo en las manos un libro que casi nunca leo, y que muchas veces dejo olvidado en las gradas de piedra, estoy una y dos y a veces hasta cuatro horas aguardando el periódico. De cuando en cuando veo atravesar a lo lejos una de esas figuras aisladas que se colocan en un paisaje para hacer sentir mejor la soledad del sitio. [Becquer, Carta II]

He subido unas fotos al álbum La Cruz negra.

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