martes, 5 de septiembre de 2023

La derrota de nuestra generación

Lo de "La Cacatúa" sí que es pico (y no el de Rubiales)
El mismo día en que la Vicepresidenta Díaz aterrizaba de tapadillo en Bruselas para rendir España al prófugo Puigdemont, Nicolás Redondo Terreros (1958) publicaba «Dignidad» y abandonaba el PSOE.
Y Juan Pablo Fusi (1945), algo mayor, habla incluso de la derrota de su generación.
Pero la "agresión sexual" de Rubiales sigue sirviendo para tapar las vergüenzas.

"Muchos hemos aprendido del pasado, pero parte de la clase política no lo ha hecho, se duele como historiador"
Pedro Charro DN 03/09/2023
"Siento todo lo que ocurre hoy como la derrota de mi generación”, ha dicho con amargura Juan Pablo Fusi, un modelo de historiador riguroso, oxoniano, con una larga e interesantísima obra, que ahora pasa el verano de paseante en San Sebastián, su ciudad. 
Fusi se duele de este tiempo, que ve como posdemocrático, sin moral, donde lo único que cuenta es asaltar el poder; un tiempo inaugurado por Zapatero, quien instaura una política de bloques que trata de excluir al contrario y dejarle fuera del juego democrático, pues al parecer la única democracia sería la que representa la izquierda y el nacionalismo.
Una alianza que está resultando demoledora y puede llevarnos al límite, si se concede una amnistía para lograr la investidura -el poder, en suma-, que daría por bueno el levantamiento sedicioso y dejaría a la legalidad democrática y a los jueces por los suelos. 
Juan Pablo Fusi
Lo que sufrimos es una polarización insoportable, dice Fusi. Pero no de la sociedad, que no está enfrentada, sino de la política, que necesita demonizar al contrario. Un país complejo y peliagudo como España, por contra, requiere para su vertebración grandes consensos y acuerdos y nada necesitamos tanto como el de los dos grandes partidos, algo obvio pero que damos ya por imposible, como si fuera una maldición, a diferencia de lo que ocurre en otros países, como Alemania. 
Nicolás Redondo Terreros
La libertad, advierte Fusi, solo existe en la moderación, y ese parece el programa que ha gobernado su vida y su obra. Muchos hemos aprendido del pasado, pero parte de la clase política no lo ha hecho, se duele como historiador. 
Con el País Vasco, su conciencia de derrota es aún mayor. Derrota de la democracia del 78, del pluralismo político vasco desaparecido, monopolizado hoy el país por el nacionalismo que lo impregna todo y ha acabado con cualquier otra visión, no en vano en su día se la liquidó a tiros. 
Pero el futuro no está escrito, ha enseñado siempre Fusi, y tal vez se lo repita ahora, paseante por esta bella ciudad. Algo que no le pueden arrebatar.

1 comentario:

Antonio G. dijo...

Lo de "La Cacatúa" es toda una ocurrencia. El PCE de nuestra generación, el de Tamames y Sartorius sí que era un partido de ilustrados. Y lo de ahora... ¡Qué pena!