1923 Miguel y Gabriel Faci |
Esta imagen aparece en la portada del libro "Miguel y Gabriel Faci, fotógrafos fundadores de la Real Sociedad fotográfica de Zaragoza".
En la mayor parte de la 1ª mitad del siglo XX, el Pilar se nos muestra con sólo las dos torres altas más alejadas del río. Hay que esperar a la 2ª mitad para verlo como lo vemos hoy
Imagen actual de Google Maps |
Vemos, al fondo, el Puente de Piedra, nombre al que ojalá algún día se le añada el sobrenombre "Francisco de Val". Sus tajamares apuntan hacia nosotros, por tanto la corriente y las almadías vienen de nuestra derecha.
Cuando el almadiero llegaba a Zaragoza, el Pilar se presentaba a su derecha. "Aparcaba" la almadía, enfrente, donde los aserraderos del Arrabal (en lo que hoy es el Parque de Macanaz), y visitaba a la Pilarica:
"Si bajas a Zaragoza y no haces visita al Pilar,
herejía de almadieros, Dios te puede castigar"
Un vigilante, sentado a la izda., controla la situación |
Detrás del ropero (o burro, desmontado de la almadía y clavado en tierra), un almadiero, calado con boina, vigila la situación.
Seguimos ahora a Mª Carmen Guerrero Aspurz en su estudio sobre las almadías, con algunas imágenes, de 1910-20, del Marqués de Santa María del Villar quien, en 1916, descendió desde Urzainqui hasta Tortosa en una de aquellas almadías que tanto le entusiasmaban, y de las que nos ha dejado unas fotografías técnica y estéticamente excelentes.
Con la construcción del pantano de Yesa acabó la era de las almadías. La última
bajo en 1952. Desde entonces han tenido lugar numerosas exhibiciones, tanto en tierras navarras, como aragonesas (navata). Demostraciones públicas que han querido
homenajear a la última generación de almadieros.
Por el Esca hasta el Matral. Esta era la primera etapa del trayecto, quizás la más peligrosa por los estrechamientos, "foces" y "congostos", que origina el río al cortar transversalmente la estuctura caliza.
El panorama se abría aguas abajo de Sigüés, en el Matral (que hoy ocupa el embalse de Yesa), frecuente punto de arribada como recoge la canción:
"Al compás del remo tenemos que ir a almadiar,
por el río abajo desde Burgui hasta el Matral.
Ten mucho cuidado no vayas a amorrar,
porque en las revueltas tienes que cabecear"
Por el Aragón y el Ebro. Al llegar al Aragón han quedado atrás las congosturas del Esca y aparentemente el peligro. Así se refleja en estos versos:
"Tras los ríos peligrosos
cuando pasan del Matral
remando ya por el Ebro,
todo es remar y cantar".
Santa Mª del Villar 1910 Bajando por el Esca |
Zaragoza era el principal destino de la madera. Allí se situaban importantes almacenes y serrerías, algunos propiedad de roncaleses establecidos en esa ciudad.
Sin embargo, durante el recorrido, se iban vendiendo troncos sueltos al pasar por la Ribera. Al arribar a sus pueblos, los almadieros pregonaban su mercancía a la voz de:
"El que quiera comprar madera, que salga a la balsa"
El precio por entonces, después de la última guerra, era de siete pesetas "el palo" y el metro cúbico se pagaba a unas quince pesetas.
El viaje de vuelta se hacía en tren, pero los padres de estos últimos almadieros regresaban muchas veces andando desde Zaragoza hasta el valle del Roncal, durmiendo en pajares y posadas.
La vida del almadiero era ciertamente dura; iba permanentemente mojado; en invierno, a ello se añadía el frío y, a veces, la nieve de la que apenas les resguardaba un sombrero de ala ancha que solían llevar.
Pero ni esto ni la violencia del río que a veces costaba vidas, arredraba a estos bravos navegantes de agua dulce.
Trabajar en la madera, ser almadiero, era la ilusión desde pequeños de muchos roncaleses. Algunos comenzaban muy jóvenes, con once y catorce años; primero lo hacían como coderos y luego pasaban a ser punteros. Con el tiempo aprendían a conocer la corriente y cada recodo del río, a ser, en definitiva, buenos almadieros; esto suponía una gran habilidad para dominar los rápidos, sortear los machones de los puentes y entrar derechos por los contrapuertos de las presas.
Santa Mª del Villar Bajando por el Esca |
La convivencia con el río les enseñaba a interpretar el talante variable de éste, lo que llamaban "el gallo del agua"; si, por ejemplo, el agua "reía", rebullía, era señal de poco fondo. Esto era frecuente en el Aragón y el Ebro, que no por más caudalosos eran más fácilmente transitables. Por ello había que mantener la atención fija en la corriente durante todo el recorrido y procurar una perfecta compenetración entre punteros y coderos.
Este oficio requería de una gran fortaleza física, agudeza visual y también de un
carácter arrojado. La mentalidad del almadiero era muy distinta de la del otro prototipo de montañés: el pastor; aquel era menos conservador y más amigo del riesgo y la
aventura.
Y para terminar, descendamos el Esca en almadía, de la mano de los Caro Baroja...
El día 9 de mayo de 1971 bajó una almadía (pincha) de cuatro tramos para el documental " Navarra. Las cuatro estaciones" de Julio y Pío Caro Baroja.
Florencio Lacasta, Pablo Tolosana, Inocencio Ayerra y Eusebio Tolosana fueron los almadieros burguieses.
4 comentarios:
Precioso desolvidar, Pachi, y muy bien ilustrado.
Navrazon
Muchas gracias, Carmelo. La foto de portada fue un buen cebo para iniciar una investigación
Qué recuerdos...
Pasé un montón de días de mi primera infancia encima del Aragón, junto a la iglesia de Milagro. Y vi a muchos almadieros (almadiero, poco dinero...); algunos se quedaban a dormir en Milagro.
Verles pasar la presa del Aragón tenía muchos bemoles y....
En fin, recuerdos de niñez
Gracias Pachi.
Fernando Carrillo
Muchas gracias, Fernando. Tienes alguna foto de esa presa? Hacia qué año recuerdas? Antes del 52, claro
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