domingo, 16 de enero de 2022

UPN: Ganar para gobernar (DN)

Javier Esparza y María Chivite, en un pleno anterior,
en una imagen que describe su inexistente relación CORDOVILLA
Esparza (UPN) debe fijar alianzas para 2023 pensando no sólo en ganar sino en poder gobernar después
EL RINCÓN
Inmovilismos que crujen                                            por Miguel Ángel Riezu DN Dir
Riezu relevó a Artajo en la dirección de DN
Javier Esparza acaba de ser reelegido candidato de UPN a la presidencia del Gobierno para las elecciones forales de 2023. Pero eso no era lo difícil, con un Consejo Político que controlan sus partidarios, mayoritarios en el partido. Era tan evidente que ni sus otrora rivales han movido un dedo para plantarle cara. Lo difícil es armar una candidatura que genere ilusión en el electorado de centro derecha de cara a las elecciones del año que viene. El problema, de nuevo, no vuelve a ser el ganar los comicios. Hasta el Navarrómetro, la encuesta oficial del Parlamento, sostiene que la lista de centro derecha volvería a ser la más votada hoy. Aunque, eso sí, con menos escaños que en 2019.
El problema de UPN es poder gobernar después. Y movilizar al electorado en esa cita exige despertar la esperanza de que es posible recuperar el Palacio de Navarra a pesar de que la entente PSN-Geroa-Podemos, con la muleta de Bildu, siga estando ahí y sea hoy un muro infranqueable.
 Ana Beltrán (PP), Javier Esparza (UPN) y 
Carlos Pérez-Nievas (Ciudadanos)
Generar ilusión no es fácil. Pero es imprescindible para sacar del hastío a unos votantes que están cabreados con el Gobierno pero no ilusionados con la oposición. Fijar las alianzas regionalistas es el primer desafío, el de saber si se reedita la coalición de UPN, PP y Ciudadanos. Está claro que Esparza se está tomando su tiempo para fijar posición, lo cual indica que no es evidente el que se vaya a repetir la coalición. Y más en tiempos de zozobra nacional, donde todo evoluciona muy rápido y, lo que hoy era válido, mañana no lo es. Un 2022 que abre ciclo electoral (en Castilla y León y en Andalucía en los próximos meses) marcará el pulso y despejará si el PP de Pablo Casado es capaz de pasar hoy al PSOE de Pedro Sánchez.
Tomás Aguado. por BLANCA ALDANONDO
Y ahí deberá fijar su terreno de juego Esparza. Pensando no sólo en ganar sino en poder gobernar después. Lo único evidente es que esta Navarra ya no genera mayorías absolutas y que harán falta acuerdos entre diferentes para sentarse en el Palacio de Navarra.
El PSN parece que lo tiene más fácil, pero tampoco es tan evidente. María Chivite controla el partido sin ningún problema y ha consolidado los pactos con Bildu que hasta hace menos de tres años era una línea roja en la posición ética del partido, compartida además por la mayoría de la sociedad navarra. Salidas como la del exalcalde de Murchante son anécdotas en su estructura pero significativas de que en la Ribera, su feudo electoral, la política de alianzas chirría.
Araiz y Jurío
En el caso de Chivite, el Navarrómetro no revelaba desgaste a pesar del infinito hartazgo por la pandemia. Lo que sí decía era que su socio Geroa Bai, no obtiene ningún rédito de estar en el Gobierno, algo que ha encendido todas las alarmas en el partido de Uxue Barkos. Para el PSN no hay nada más cómodo que esperar a reeditar el mismo pacto de 2019 en 2023. En el más puro estilo de Pedro Sánchez , aunque sea renunciando a cualquier coherencia. Pero sus socios tampoco se lo van a poner fácil. Ahí está el choque a cuenta del Convenio Económico, una de las bases institucionales de esta comunidad. Un cambio hoy todavía paralizado porque el PSN no ha sido capaz de encontrar apoyos para una cuestión tan básica ni en Geroa Bai (¡con el que comparte Gobierno!) ni en Navarra Suma, con quien ha roto los puentes. Y que le recuerda a Chivite que gobierna en una posición que puede volverse tan frágil como sus socios quieran.
Lo que está claro es que el inmovilismo que hoy se cuece en la política navarra no va a solucionar ningún problema.

3 comentarios:

A.G. dijo...

A.G:
El mismo álbum con el mismo cromo; hasta los muetes caen del aburrimiento

Anónimo dijo...

Si UPN lo fía todo a un posible pacto con el PSN, que se dé por j.... Es hora de explorar otras vías.

Chon.

Anónimo dijo...

Coincido casi al ciento por ciento con el análisis anterior. UPN hace mucho tiempo que abandonó su genio fundacional y en vez de dedicarse a construir una Navarra en la que quepamos todos, se dedicó a discutir el céntimo o si la boina debería tener o no ala ancha. Le falta kozkor y le sobran monaguillos. La gente de peso se fue a casa y votará asqueada. Máistros y Péritos. ¿Explorar otras vías? aquí solo quedan las del tren y están todas oxidadas. Seguiremos con los máistros.