martes, 18 de agosto de 2020

Calle San Agustín (J.J. Arazuri y J. Aliaga)


Sacada desde la trasera de Tejería 39-43. Calle San Agustín a la izquierda.
Anterior, quizás, a 1897 (no se ve la torre ni reforma alguna de la parroquia)
La calle San Agustín esconde secretos y misterios, como la foto de portada (no es el trinquete de San Agustín, sino el Rebote de Villabona), que la lectura de estas líneas de Arazuri y Aliaga nos ayudarán a desentrañar, al menos, en parte

SAN AGUSTIN (Pamplona. Calles y Barrios)
Euskal-Jai, fachada a San Agustín
De la antigua ciudad de la Navarrería. Cruza de la calle de Javier (San Francisco) a la de Labrit. Hasta la cuarta década de este siglo en que se derribó el Seminario Episcopal abriéndose nueva vía. esta calle terminaba en la de Tejería. 

Calle de San Clemente.—En el siglo XIV. al reconstruirse la Navarrería, esta calle se denominaba en 1350 Rúa de San Clemente o San Climent. 
En 1355, aquel nuestro rey Carlos II concedió licencia a los Agustinos Calzados para fundar un convento en los solares adquiridos por ellos en la rúa de San Clemente de la Ciudad de la Navarrería (1)
El 28 de mayo de 1412, Carlos III el Noble concedió a los agustinos cien robos de trigo anuales para la fundación de una misa cantada todos los días en el altar mayor delante de San Agustín. Esta misa era la primera que se celebraba al amanecer (2). 
Este fue el motivo por el que pronto el nombre de San Clemente se cambió por el de San Agustín. aunque hubo una corta época en que persistieron ambos títulos.

Torre San Agustín dsd casi Dormitalería
Calle de San Agustin.—Durante el mismo siglo XIV se cambia el título de San Clemente por el de San Agustín. Así, el 23 de marzo de 1377 «...Catalina de Burgos. vecina de Pamplona, cede por 20 libras a Guillén de Broa, arcediano de Usún. una casa y huerta en la calle de San Agustín» (3)
Aún antes aparece el título de San Agustín. En octubre de 1366 «...Arnalt de Bert. mercader de Pamplona como tutor de Joanet Sant de Reta, vende al cabildo una casa en Pamplona por 450 libras, sita en la Navarrería. lindante con las casas de la cofradía de San Blas, con la calle Mayor. y con las rúas de Calderería y San Agustín (4). La calle Mayor a la que hace referencia, se trata de la calle Mayor de la Judería (hoy calle de la Merced).

Convento de San Agustín.— El título de esta calle tiene su origen en el del convento de los frailes agustinos. 
Se da como hecho cierto que en 1355 fundaron los agustinos un convento en la rúa de San Clemente. Existen diversos datos sobre su construcción entre 1381 y 1391 (5)
En 1391, «...es encontrada muerta junto al puente sito entre Larrasoaña y Urdániz, una tal Coleta de Bonilla, romera, encontrándole 9 francos y un rocinet, que se vendió por 4 libras y 10 sueldos; la encuesta fue hecha por un notario y el dinero fue entregado a la obra de San Agustín de Pamplona» (6)
Posible retrato de Garcilaso de
 la Vega, de autor desconocido
El 26 de febrero de 1498, Juan y Catalina, reyes de Navarra, donan a los agustinos de Pamplona el fosal de los judíos, extramuros de dicha ciudad, para la construcción de un nuevo convento e iglesia (7). Como muy bien opina Martinena Ruiz, aquella donación no llegó a efecto ya que jamás se edificó un convento entre las murallas de la Judería y el río, que era el lugar en donde estuvo el fosal de los judíos o «Cimiterio iudeorum». 
Hay un hecho sucedido en el convento digno de ser contado: Por cédula del Emperador Carlos V, refrendado por Francisco de los Cobos, se impuso el hábito de Santiago a Garcilaso de la Vega, encargando a don Pedro de Toledo, Marqués de Villafranca y Comendador de Monreal que le armara Caballero. La ceremonia tuvo lugar el 11 de noviembre de 1523. Fueron testigos de ceremonia don Luis Portocarrero, conde de Palma. El acto tuvo lugar en Pamplona por hallarse el famoso poeta luchando en Navarra contra los franceses que habían invadido nuestras tierras (8)
La primitiva iglesia del convento fue reedificada en el siglo XV (9)
En los comienzos del siglo XIX, durante la ocupación napoleónica, el convento sufrió la primera exclaustración, siendo requisado por los franceses, así como durante el trienio liberal. 
San Agustín hacia 1940.
Foto: Zubieta y Retegui
En 1821, el Ayuntamiento Constitucional de Pamplona, informó en virtud de una R.O. comunicada por el Jefe Político de la Provincia, acerca de los tres conventos suprimidos (Merced y San Agustín de Pamplona y el del Crucifijo de Puente la Reina). En relación con el de San Agustín dice «...además entiendo que el convento de San Agustín, que ha quedado desembarazado, podría ser muy del caso para cuando llegue la ocasión de establecer en esta capital la Universidad de 2.a clase que según el plan de instrucción pública ventilado en las Cortes, corresponderá establecerse en ella, y espero que para obtener del Gobierno ambos edificios en beneficio común de este vecindario, se servirá V.S. apoyar ésta y mi anterior solicitud». Anteriormente había pedido la Ciudad se cediese el convento de la Merced para establecer en él la Inclusa (10)
En 1823 retornó la comunidad al convento hasta 1836, en que por la Desamortización se suprimió definitivamente. El convento se vendió para fábrica (de tejidos de Galbete), pero el culto en la iglesia continuó abierto al público durante varios años. 
Durante la 2.a Guerra Carlista (1872-76), la iglesia se destinó a almacenes de intendencia del Ejército. 
Por auto episcopal de 30 de junio de 1882, la antigua iglesia fue declarada parroquia, celebrándose la primera misa de inauguración el 3 de julio del mismo año. 
[Su actual fachada y torre fueron empezadas en el año 1897 y rematadas en 1899 por el arquitecto Florencio de Ansoleaga, en su inconfundible estilo]
La antiquísima pila bautismal procede de la parroquia de San Saturnino que en 1882 la cedió su obrería al colocar una pila nueva.
1897a. A la izda, calle San Agustín Juego de guante Pared
 de rebote, lateral del convento de San Agustín (13 Tej.)
A partir de entonces se han realizado diversas reformas, entre las que destaca el órgano instalado y bendecido en agosto de 1934, obra del organero bilbaíno Juan Dourte. 

Frontón Euskal-Jai.— Hasta 1909, en los solares hoy ocupados por el antiguo Euskal-Jai y cine Arrieta, existían cuatro paredes para jugar al Blé o Plé (¿de play?). Además de un trinquete hermoso, con graderío en la parte posterior, y grandes ventanas en la alta pared del lado derecho, con frailes en los ángulos del frente. Este trinquete estaba donde hoy está el Cine (hoy Escuela de Teatro). 
Aquella colección de pequeños frontones tenían una entrada común por San Agustín y había salida por la Merced. 
En Allo llaman "el ble" al espacio entre la
pared trasera de la Iglesia y las monjas
A finales del pasado siglo se jugaba mucho al Blé. De este juego dice textualmente José María Iribarren: «Variedad del juego de la pelota que consiste en lanzarla contra una pared o frontón, a diferencia del juego a largo, donde no existe pared». 
Una variedad a Blé es el de rebote, donde existen dos paredes y una red fija en medio, como en el tennis.
En el año 1818 un escritor anónimo se dirigió a las Cortes de Navarra protestando contra el juego de Blé por tratarse de «un ejercicio tan violento que ocasiona innumerables enfermedades de vómitos de sangre y otros graves accidentes». Añade, que como se juega, por lo regular, en las paredes y atrios de los templos y lugares sagrados, resuenan frecuentemente en ellos maldiciones, blasfemias, obscenidades, juramentos, etc
El historiador guipuzcoano Gorosábel explica así el juego a Blé: «Esta variedad del juego de la pelota tiene lugar entre dos solos o mayor número de jugadores, dirigiendo siempre la pelota contra una pared alta y de piedra labrada. En esta hay una raya hecha a cierta altura del suelo, como de unos tres pies y medio, a la cual es necesario sobrepujar en todas las jugadas para que sean buenas. La anchura del terreno en que se juega al Blé se halla igualmente circunscrita con las correspondientes marcas, fuera de las cuales no es lícito sacar la pelota». 
Euskal-Jai 1909 1ºs partidos Foto: José Celaya
Pues bien, en el lugar donde estaban aquellos rebotes se construyó un hermoso y amplio frontón que se bautizó con el título de Euskal-Jai, y fue inaugurado el 24 de enero de 1909, jugando el primer partido Pasieguito y Gamborena (rojos) contra Eceiza y Murillo (azules), ganando los primeros por 50 a 40. Se pagó cancha y palco 1 ptas. y general 0,50 ptas. 
En la misma cancha se celebró el último partido el 14 de diciembre de 1977, entre Recalde y Mateo contra Urrutia y el campeón de España Angel Lecumberri. 

Durante la tercera y parte de la cuarta década de nuestro siglo, se daban funciones de cine en el frontón, y durante muchos más años sesiones de boxeo. Para el cine, se instalaba una gran pantalla en la pared izquierda de la cancha, y en ésta se colocaban, ocupando una gran parte de ella, filas de sillas plegables de madera. En los entreactos una orquestina amenizaba el espectáculo. Las películas eran mudas, pero no los asiduos espectadores de general, que a su vez, amenizaban los momentos solemenes o emocionantes del filme con salidas espontáneas, unas de mal gusto, algunas graciosas, pero siempre acompañadas de lanzamiento a la cancha de lluvia de cáscaras de cacahuetes y naranjas. 

Cine Arrieta.—E1 5 de diciembre de 1931 se inauguró el Cine Proyecciones, que en marzo de 1935 se cambió por el título de Cine Novedades que actualmente se llama Cine Arrieta.
[Del Proyecciones al Arrieta, pasando por el Novedades (Por Javier Aliaga)

A. Galbete bajando Chapitela Cartel de 1907
En diciembre 1931, Alvaro Galbete, en un solar de su propiedad de la calle San Agustín, abre el cine Proyecciones. El empresario, conocedor del negocio -había formado parte de la sociedad Euskalduna promotora del Olimpia-, se aprovecha evidentemente de que el teatro municipal estaba en construcción. Sin embargo, no se contempló correctamente las características acústicas de la sala, esta deficiencia, acompañada con el prematuro envejecimiento del sistema de sonido, provocó cierta insatisfacción en la clientela. Colindante con este cine, en la misma calle, el frontón Euskal-Jai venía realizando proyecciones cinematográficas desde 1924, a los pocos meses de la apertura del Proyecciones, el frontón suspendió su actividad como sala de cine.
Cartel de 1907: Olegaria y Álvaro
Al margen de las deficiencias acústicas, un suceso privado del propietario del Proyecciones, precipitó el ocaso de la sala. A resultas de que Galbete estaba en proceso de divorcio, en una entrevista en el Palacio Arzobispal con el provisor –juez diocesano-, en el trascurso de una discusión, el empresario le descerraja un tiro cayendo muerto el provisor. Galbete se entrega a las autoridades judiciales, declarándose autor del hecho; un año más tarde, la sentencia del juicio es absolutoria por enajenación transitoria. Sin embargo, Pamplona no se lo perdona, hay boicot tanto a la sala, como a su persona. Ante la caída de la recaudación, Galbete en la Nochevieja de 1933, decide cerrar el negocio e irse de Pamplona. Dejaba una deuda en la Caja de Ahorros de Navarra que, un año más tarde, la satisface la constructora Erroz y San Martín, adquiriendo ésta la propiedad del Proyecciones. La constructora reforma la sala con proyecto de Víctor Eusa, corrige los problemas de acústica y renueva la parte técnica. Se abre con el nombre de Novedades, tal como ya lo hemos conocido hasta 1968, que tras una nueva reforma se nombra como Arrieta hasta su cierre. En su solar, se encuentra actualmente la Escuela Navarra de Teatro.]
1936. San Agustín. Al fondo el Seminario 
Izda "Cine Novedades". Foto: Julio Cía.

Prolongación de la calle de San Agustín.—A finales de la guerra del 36 se derribó el antiguo Seminario Episcopal de la Tejería, quedando entonces comunicadas la calle de San Agustín y la de Labrit. En 1939 y 1940 se construyeron dos nuevos edificios que delimitan la calzada continuación de la de San Agustín. Estas casas llevan numeración de esta calle. 
La Corporación Municipal en sesión de 13 de noviembre de 1936 tuvo la ocurrencia de prolongar la calle de San Agustín hasta Mercaderes, desapareciendo del callejero la antiquísima rúa de la Calderería. Afortunadamente aquel absurdo acuerdo no se llevó a efecto y todo quedó en caldo de borrajas.

SAN AGUSTIN (Escalericas)

Comunicación de once gradas entre la Plaza del Castillo y la calle de la Estafeta, continuándose, des-pués de atravesar esta última calle, con la calle de Javier (San Francisco). Esta corta vía es relativamente moderna. Hasta el siglo pasado en su lugar existía un callizo estrecho que se cerraba de noche con cerrojo y llave.
Año 1940-50. Cine Novedades. Galle
Como hasta 1886 la hoy calle de Javier se denominaba Bajada de San Agustín, cuando en la primera mitad de la centuria pasada se tranformó el callizo en comunicación con varias gradas amplias, se le bautizó con el título de Escalericas de San Agustín. En la primera mitad de nuestro siglo se llamaban «Escalericas del Sordo», por estar situadas junto a la llamada «Casa del Sordo».

1. GOÑI GAZTAMBIDE. José. Archivo Catedral. n.° 1344.  
2. Ibidem n.° 1663 
3. Ibidem n.° 1509. 277. 
4. Ibidem n.° 1424.
5. Arch. Gen. Nav. Reg. comptos, t. 179, fol. 57 y 57v. Pág. 25. Ibidem t. 183, fol. 4, 21 y 21 v.
6. IDOATE. Florencio, Cat. Comptos, t. LII, n.° 954. (26 de junio de 1824).
7. GOÑI GAZTAMBIDE. José. Archivo Catedral. n.° 2141.
8. VILLANUEVA. Domingo. «La Avalancha». Año 1934. pág. 
9. MARTINENA Ruiz. Juan José. La Pamplona de los Burgos. 
10. Arch. Mun. As. Eclesiásticos. leg. 44, pap. sin clasificar 3.° 

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