Mancha blanca= Casa de las Hiedras (07.09.1974)

Me he quedado bastante satisfecho de las entradas dedicadas a la Venta de Antequera y antecesores, pero me faltaba alguna foto, tanto de la Venta como de Casa El Rojo. Así que ayer me puse manos a la obra, buscando imágenes en la red, hasta que llegué a ésta:

Enseguida me di cuenta de que la foto era posterior a la Venta de Antequera. A la izquierda de las tres torres gemelas, ya no quedaba nada de ella. Una decepción.

Pero me llamó la atención esa mancha blanquecina que se ve, arriba a la izquierda, en lo que era entonces General Franco, y me puse a investigar todas las páginas que utilizaban esa imagen. Ninguna decía nada de la nube blanca, ni siguiera Wikipedia. 

Asirón, que también la utiliza, no sé si dirá algo, ya que, cuando he ido a entrar, me he dado cuenta de que me había bloqueado.

Me interesé por la fecha de la foto: todas decían que era de 1974. Arazuri precisaba más: 7 de septiembre de 1974.

Así que me fui a la hemeroteca de Diario de Navarra y me encontré esto:

Voladura controlada

08.09.74 Ayer se celebró la primera voladura controlada de un inmueble en plena ciudad. Digo "se celebró" porque la publicidad previa concentró en las calles a unos miles de personas para presenciar la hazaña. Faltaban los gigantes y cabezudos, que han comparecido en ocasiones menos multitudinarias.

Esquina Carlos III-Leyre.
Ya le estaba empujando el coloso de su vecino

La voladura  del edificio que hace esquina entre la Plaza de Mola y la Avenida de Franco, no alcanzó plenamente su objetivo. Los fuertes muros de hormigón armado resistieron en parte el poder destructor de la dinamita y el edificio no llegó a desplomarse del todo. En la fotografía superior se recoge el momento en que hace explosión la dinamita y comienza a caer la fachada de la Avenida de Franco. En la fotografía inferior. una grúa trata de empujar y derribar las paredes que quedaron en pie.

Ya para la 1,30 del mediodía comenzó a congregarse el público, cogiendo sitio desde donde poder dominar mejor el panorama. Los comentarios en los bares, cafeterías y en la calle rodearon en todo momento a la voladura. Conforme se acercaba el momento, la tensión iba aumentando. La intranquilidad hacía que las personas se echasen hacia adelante y se arrimasen más de lo debido. La policía tuvo que mantener un continuo tira y afloja para hacer respetar las distancias.

Luego una paloma llegó volando y se posó en uno da los aleros del inmueble que, en principio, estaba condenado a la destrucción. Se acercaba el momento de la explosión. (Dos amigos que estuvieron allí me cuentan que fue poco después de las tres de la tarde).

You Tube
Pero si el relato de la hemeroteca es de antología, el vídeo de Carlos Castro es digno de figurar en la Filmoteca navarra:
"Voladura del edificio conocido como "Casa de las Hiedras" en la Avenida de Carlos III, en Pamplona, en 1974. Yo era un niño y mis padres me llevaron, junto con mis hermanos a ver un espectáculo único. La casa no cayó, a pesar de los muchos kilos de dinamita utilizados. Era uno de los primeros edificios construidos con hormigón armado en la ciudad y, al parecer, estaba muy bien hecho. El vídeo procede de una grabación hecha en super 8 por los padres de un amigo".

He sucumbido a la tentación de mirar, en los segundos finales, a ver si veía el avión que sacó la foto de portada, pero ya habría pasado.
En resumen, el aparato que sacó la foto lo hizo poco después de las 15 h. del día 7 de Septiembre de 1974, justo en el momento de la explosión.

Lo que me resulta muy extraño es que en 45 años nadie -que yo sepa- haya relacionado la nube blanquecina de la foto de portada con la voladura de la Casa de las Hiedras.

Redón, Huici y la Casa de las Hiedras

La Casa de las Hiedras fue el primer edificio, en 1959, de Fernando Redón Huici, en colaboración con otros arquitectos. El edificio, ocupaba el solar de su casa natal en la que vivió su abuelo Serapio Huici.

Las Hiedras, en la manzana delimitada por Carlos III, Baja Navarra y la calle Leyre, frente a la Delegación del Gobierno, fue acogido con reticencias: “Ahora se acepta con normalidad, pero entonces se le llamaba el muro de la vergüenza”, decía Fernando.