domingo, 2 de septiembre de 2018

Cuando llegue septiembre...

Playa de mis fantasías, cuyo nombre tengo prohibido decir
Esta entrada va dedicada, con toda la empatía del mundo, a  quienes les repatea que llegue septiembre y que sueñan con tirarse a la mar, en un bote de vela, rumbo a no sé dónde, y naufragar en una de esas islas, muy lejos de aquí... 
Aunque ya me jubilé, mi solidaridad especialmente con los enseñantes.

Cuando llegue Septiembre, todo será maravilloso...
Así decía Gelu en una canción de hacia 1960, un par de años más tarde.
Yo, por aquel entonces, con diez, doce añicos, no entendía nada: se acaban las vacaciones, exámenes de Septiembre, vuelta a empezar un nuevo curso (cuando no a repetir)... ¿Cómo podía ser septiembre un mes maravilloso?
Luego, toda mi vida laboral -salvo algunos veranos en la construcción o Gaseosas Odériz- trabajando en la enseñanza... Para mí septiembre era, sin discusión, el peor mes del año. ¿Qué materias tendré que dar, qué alumnado, a qué grupos...?
Casi, casi me indignaba el desparpajo con el que Gelu la cantaba

Más vale que tenía una hermana que -con el mismo desparpajo que Gelu- solía cantar por esta época, y sin cortarse un pelo:
Cuando llegue Septiembre, todo será aasqueroosoooo...

'En un bote de vela'
Pasaron muchos años, más de dos décadas. Y un día de finales de agosto me encontré tarareando una canción de esas que has oído de niño, también a comienzos de los 60. Fue mi rebeldía ante la realidad de la que, a toda costa, quería huir:

En un bote de vela a la mar me tiro, que me lleve el viento muy lejos contigo. 
En un bote de vela sin marca y compás, rumbo no sé dónde, quiero naufragar. 
En una de esas islas muy lejos de aquí, donde tú y yo solos podamos vivir. 
En un bote de vela a la mar me tiro, que me lleve el viento muy lejos contigo. 
En un bote de vela sin marca y compás, rumbo no sé dónde quiero naufragar. 
Yo quiero....naufragaaar.
  
Y desde que la redescubrí, la cantaba suavecito, para mí, pero con todo el alma

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