Iglesia y cementerio de Belascoáin con la lápida de la madre; Vidaurreta (pincha) y el Cabezón La losa de cemento fue construida por los 12 hijos y el padre, y están grabados sus nombres. |
Viene de La familia Kelly y Navarra (1)
El periodista entrevista ahora a Patricia Kelly, músico,
intérprete y compositora, integrante del grupo The Kelly Family. Recordad que transcurre a finales del 95 y que han pasado 23 años:
"Belascoáin es un trocito de cielo para nuestra familia”
VICTOR IRIARTE
Mastica despacio un
castellano casi perfecto, al que solo traicionan algunas muletillas o
el tiempo verbal (nosotros empecemos, en vez de empezamos) y que
sorprende cuando intercala vocablos poco comunes, que denotan sus
años de estancia en España.
Es miembro del grupo The Kelly Family, cuya música
"arrasa" en Europa. Concedió de inmediato una entrevista
para Diario de Navarra, tras las gestiones de su discográfica
Chrysalis España. La realizó por teléfono inalámbrico, mientras
se desplazaba por carretera desde su domicilio, un barcohogar anclado
en el Rhin, hasta la ciudad de Nuremberg, donde este fin de semana
participa en varios conciertos.
Prefirió llamar ella y fue avisando
cada vez que se podía cortar la señal —"¡cuidado, que vamos
a pasar un túnel!", advertía. Efectivamente, tuvo que volver a
marcar tres veces. Con ese gesto sencillo, casi imperceptible, eludía
la condición de "estrella" que la prensa alemana subraya
cuando cita al elenco. "Hemos cantado mucho en la calle y hemos
visto pobreza y sufrimiento. Y cada día tratamos de no olvidarlo",
declara.
Pregunta: Su música es
difícil de definir. Hay temas rockeros, pero también otros con
influencias folk y baladas. ¿Cómo la define usted?
Respuesta: Es
difícil decirlo en una palabra, porque todo el mundo sabe lo que es
rock, folk o clásico. Nosotros creemos que tenemos un estilo propio,
con muchas influencias. Empezamos cantando villancicos españoles y
canciones folklóricas, y poco a poco la cosa fue creciendo. Con los
viajes adquirimos influencias más celtas, irlandesas y luego
germánicas. Cuando vivimos en América empezamos a hacer más ritmos
como blues, jazz o rock; y por eso es una mezcla muy personal.
P.:
Ustedes mismos componen los temas que cantan.
Gentileza de Óscar, de este verano, en Alemania |
P.: ...¿comunes?...
R.: eso, comunes, porque
cada uno es importante para el grupo y, si uno tiene una fase no tan
buena, quizás el año que viene la tenga; para hacer una regla justa
lo hacemos así.
P.: ¿De qué hablan sus letras?
R.: La mayoría son
experiencias personales. Vivencias con personas, historias de amor,
de tristeza... Digamos un poco como Bruce Springsteen, que siempre
canta de lo que ve, de lo que pasa. Me parece que es más en esa
dirección; o sea nunca tenemos un objetivo. Son más ideas que te
vienen a la cabeza de viaje, en el hotel, en casa, coges la guitarra
y te pones a componer.
R.: No, no tenemos
mensaje particular. El mensaje es la música, el sentimiento, la
alegría o la tristeza que puedes expresar con la música. Es un arte
que te da la posibilidad de expresar lo que piensas, lo que sientes,
digamos. La palabra, a veces, es una manera de expresarte pobre y
nosotros pensamos que la música es una lengua en sí misma, que no
se puede explicar a veces con palabras.
P.: "Santa María, ruega
por nos". Esa frase se puede escuchar en una canción. ¿Sois
católicos?
R.: Sí, somos católicos, pero cuando la compuso Johnny,
de 28 años, utilizó esa imagen y la mezcló con la madre tierra.
También habla del cielo, la belleza de la madre en general, y la
mezcló con la imagen ideal que es la Virgen María. Es un simbol.
¿Símbolo? Eso, sí, un símbolo. Pero sí, somos católicos.
En Belascoáin
P.:
¿Cuánto duró la estancia de la familia en Navarra?
R.: ¡Jo! En
Belascoáin... (duda por momentos) entre 81 y fines del 82. 0 sea, un
año y medio, pero antes que eso fuimos a España... era muy pequeña
yo... me parece que en el 75 Fue en el 76). En Toledo y Madrid nos quedamos ocho
años y cinco hermanos nacieron allí; tres nacieron en América y
después fuimos al norte, a Belascoáin.
P.: Y aquí nació Angelo.
R.: Nació en Pamplona, en el hospital, porque mi madre necesitó
cesárea; pero sí, correcto, se crió en Belascoáin.
P.: ¿Qué
recuerda del pueblo, su gente, de Navarra?
R.: ¿De Belascoáin? ¡Ah,
nos encanta! Siempre ha sido para nosotros un rinconcito tranquilo,
en invierno sobre todo, cuando viven unas cincuenta personas no más.
Siempre ha sido un cielo pequeñito para la familia, pero nuestro
problema ha sido nuestro espíritu viajero, nómada. Pero jo, lo que
trabajamos en esa casa no lo sabes bien: picamos el yeso exterior
para dejar la piedra, pintamos todos los interiores, nos pegamos un
año entero arreglándola y nunca la terminamos, pero fue siempre
un... bueno, lo que pasó es que nuestra madre se murió en casa y
entonces fue un poco... nos quisimos ir de allí. Era bastante triste
y desde entonces no hemos vuelto mucho.
P.: ¿Y no piensan en
regresar algún día?
Viana Club, Jarauta, 14 |
R.: Pues quizás ahora que son 12 años que han
pasado de aquello. Para mi padre era bastante fuerte y... no sé,
nunca dijo nada pero nunca quiso volver. Pero preferimos no vender la
casa porque son recuerdos preciosos y quién sabe, quizá algún día
quizás alguno de los hijos o hijas vivirá allí, porque hay ciertas
historias de la casa que pasamos... (De repente, se anima): ahora que vamos más a
España es posible que volvamos! Tenemos un fogón allí más bonito.
P.: ¿Un fogón?
R.: Si, uno precioso.
P.: Los vecinos guardan un
gran recuerdo de ustedes, de cómo animaban las calles.
R.: Si, en
Navidades pasábamos la ronda. La gente era preciosa; nuestra vecina
Carmen, que se murió hace unos años, una mujer que siempre cuidaba
la casa. Y Anita, y tantas... Nunca nos molestaron o así, aunque
somos gente diferente, artistas ¿no?, pero creo que nos apreciaron
mucho y nos ayudaron bastante cuando la madre se murió. El pueblo
entero vino al ¿funeral?, funeral, si. Fue precioso, estaban hasta los hombres, que
normalmente no van.
P.: Entonces guardan un buen recuerdo de su
estancia.
R.: Muy buen recuerdo, sí.
Carlos con su hija Maite, casada con John Kelly |
P.: También conocéis
Pamplona. La familia regentó un bar y los chicos fueron al
conservatorio.
R.: ¡En Pamplona tuvimos el Viana! (recuerda de
inmediato el bar situado en la calle Jarauta). Lo que pasó, lo
tuvimos un año, es que se llenó tanto, había tanta gente porque
hacíamos música, y era un trabajo enorme. Pero en verdad, empezaron
a venir los repipis (se ríe de nuevo) Al principio era un bar
musical, artístico, venían pintores, músicos, Carlos Itoiz, que es
un guitarrista de primera clase, amigo nuestro. Era muy bonito, pero la gente empezó a hablar del bar, que estaba muy bien, y
empezaron a venir los repipis que pedían champaña y ¡bah!, ya no
nos daba ganas. Y lo cerramos. Y nos fuimos. En el conservatorio
estudiamos piano y ballet clásico, porque nuestra madre era
bailarina. P.: Durante su estancia en Navarra no iban a la escuela.
Les educaba su padre.
R.: Exactamente, sí. Es que de joven fue
profesor de francés, filosofía y matemáticas.
Continú en La familia Kelly y Navarra (3)
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