miércoles, 12 de septiembre de 2018

La familia Kelly y Navarra (2)

Iglesia y cementerio de Belascoáin con la lápida de la madre; Vidaurreta (pincha) y el Cabezón
La losa de cemento fue construida por los 12 hijos y el padre, y están grabados sus nombres.
El periodista entrevista ahora a Patricia Kelly, músico, intérprete y compositora, integrante del grupo The Kelly Family. Recordad que transcurre a finales del 95 y que han pasado 23 años:

"Belascoáin es un trocito de cielo para nuestra familia”
VICTOR IRIARTE
Mastica despacio un castellano casi perfecto, al que solo traicionan algunas muletillas o el tiempo verbal (nosotros empecemos, en vez de empezamos) y que sorprende cuando intercala vocablos poco comunes, que denotan sus años de estancia en España. 
Patricia Kelly, de 26 años, nació en Estados Unidos y tiene sangre irlandesa, alemana y finlandesa. Su estancia de casi dos años en Belascoáin, pueblo al que define como "un trocito de cielo para nosotros", le permite bromear entre sonrisas y reivindicar su condición de "navarricos, porque somos navarricos, sí", nada más comenzar la conversación. 
Es miembro del grupo The Kelly Family, cuya música "arrasa" en Europa. Concedió de inmediato una entrevista para Diario de Navarra, tras las gestiones de su discográfica Chrysalis España. La realizó por teléfono inalámbrico, mientras se desplazaba por carretera desde su domicilio, un barcohogar anclado en el Rhin, hasta la ciudad de Nuremberg, donde este fin de semana participa en varios conciertos. 
Prefirió llamar ella y fue avisando cada vez que se podía cortar la señal —"¡cuidado, que vamos a pasar un túnel!", advertía. Efectivamente, tuvo que volver a marcar tres veces. Con ese gesto sencillo, casi imperceptible, eludía la condición de "estrella" que la prensa alemana subraya cuando cita al elenco. "Hemos cantado mucho en la calle y hemos visto pobreza y sufrimiento. Y cada día tratamos de no olvidarlo", declara.
Pregunta: Su música es difícil de definir. Hay temas rockeros, pero también otros con influencias folk y baladas. ¿Cómo la define usted? 
Respuesta: Es difícil decirlo en una palabra, porque todo el mundo sabe lo que es rock, folk o clásico. Nosotros creemos que tenemos un estilo propio, con muchas influencias. Empezamos cantando villancicos españoles y canciones folklóricas, y poco a poco la cosa fue creciendo. Con los viajes adquirimos influencias más celtas, irlandesas y luego germánicas. Cuando vivimos en América empezamos a hacer más ritmos como blues, jazz o rock; y por eso es una mezcla muy personal. 
P.: Ustedes mismos componen los temas que cantan. 
Gentileza de Óscar, de este verano, en Alemania
R.: Los hacemos nosotros. Cada uno de los nueve somos un compositor, desde Angelo, que tiene 14 años, hasta Kathy, con 32. En el disco que presentamos en España cada uno ha grabado una canción propia y, normalmente, el que la .canta es el que la ha escrito. Pero se firman The Kelly Family porque en verdad las terminamos juntos, los arreglos y la instrumentación. También queremos que los derechos sean, jo, como se dice en español... 
P.: ...¿comunes?... 
R.: eso, comunes, porque cada uno es importante para el grupo y, si uno tiene una fase no tan buena, quizás el año que viene la tenga; para hacer una regla justa lo hacemos así. 
P.: ¿De qué hablan sus letras?
R.: La mayoría son experiencias personales. Vivencias con personas, historias de amor, de tristeza... Digamos un poco como Bruce Springsteen, que siempre canta de lo que ve, de lo que pasa. Me parece que es más en esa dirección; o sea nunca tenemos un objetivo. Son más ideas que te vienen a la cabeza de viaje, en el hotel, en casa, coges la guitarra y te pones a componer. 
P.: ¿Pero tienen mensaje? 
R.: No, no tenemos mensaje particular. El mensaje es la música, el sentimiento, la alegría o la tristeza que puedes expresar con la música. Es un arte que te da la posibilidad de expresar lo que piensas, lo que sientes, digamos. La palabra, a veces, es una manera de expresarte pobre y nosotros pensamos que la música es una lengua en sí misma, que no se puede explicar a veces con palabras. 
P.: "Santa María, ruega por nos". Esa frase se puede escuchar en una canción. ¿Sois católicos? 
R.: Sí, somos católicos, pero cuando la compuso Johnny, de 28 años, utilizó esa imagen y la mezcló con la madre tierra. También habla del cielo, la belleza de la madre en general, y la mezcló con la imagen ideal que es la Virgen María. Es un simbol. ¿Símbolo? Eso, sí, un símbolo. Pero sí, somos católicos.

En Belascoáin
P.: ¿Cuánto duró la estancia de la familia en Navarra? 
R.: ¡Jo! En Belascoáin... (duda por momentos) entre 81 y fines del 82. 0 sea, un año y medio, pero antes que eso fuimos a España... era muy pequeña yo... me parece que en el 75 Fue en el 76). En Toledo y Madrid nos quedamos ocho años y cinco hermanos nacieron allí; tres nacieron en América y después fuimos al norte, a Belascoáin. 
P.: Y aquí nació Angelo. 
R.: Nació en Pamplona, en el hospital, porque mi madre necesitó cesárea; pero sí, correcto, se crió en Belascoáin. 
P.: ¿Qué recuerda del pueblo, su gente, de Navarra? 
R.: ¿De Belascoáin? ¡Ah, nos encanta! Siempre ha sido para nosotros un rinconcito tranquilo, en invierno sobre todo, cuando viven unas cincuenta personas no más. Siempre ha sido un cielo pequeñito para la familia, pero nuestro problema ha sido nuestro espíritu viajero, nómada. Pero jo, lo que trabajamos en esa casa no lo sabes bien: picamos el yeso exterior para dejar la piedra, pintamos todos los interiores, nos pegamos un año entero arreglándola y nunca la terminamos, pero fue siempre un... bueno, lo que pasó es que nuestra madre se murió en casa y entonces fue un poco... nos quisimos ir de allí. Era bastante triste y desde entonces no hemos vuelto mucho. 
P.: ¿Y no piensan en regresar algún día? 
Viana Club, Jarauta, 14
R.: Pues quizás ahora que son 12 años que han pasado de aquello. Para mi padre era bastante fuerte y... no sé, nunca dijo nada pero nunca quiso volver. Pero preferimos no vender la casa porque son recuerdos preciosos y quién sabe, quizá algún día quizás alguno de los hijos o hijas vivirá allí, porque hay ciertas historias de la casa que pasamos... (De repente, se anima): ahora que vamos más a España es posible que volvamos! Tenemos un fogón allí más bonito. 
P.: ¿Un fogón? 
R.: Si, uno precioso. 
P.: Los vecinos guardan un gran recuerdo de ustedes, de cómo animaban las calles. 
R.: Si, en Navidades pasábamos la ronda. La gente era preciosa; nuestra vecina Carmen, que se murió hace unos años, una mujer que siempre cuidaba la casa. Y Anita, y tantas... Nunca nos molestaron o así, aunque somos gente diferente, artistas ¿no?, pero creo que nos apreciaron mucho y nos ayudaron bastante cuando la madre se murió. El pueblo entero vino al ¿funeral?, funeral, si. Fue precioso, estaban hasta los hombres, que normalmente no van. 
P.: Entonces guardan un buen recuerdo de su estancia. 
R.: Muy buen recuerdo, sí. 
Carlos con su hija Maite, casada con John Kelly
P.: También conocéis Pamplona. La familia regentó un bar y los chicos fueron al conservatorio. 
R.: ¡En Pamplona tuvimos el Viana! (recuerda de inmediato el bar situado en la calle Jarauta). Lo que pasó, lo tuvimos un año, es que se llenó tanto, había tanta gente porque hacíamos música, y era un trabajo enorme. Pero en verdad, empezaron a venir los repipis (se ríe de nuevo) Al principio era un bar musical, artístico, venían pintores, músicos, Carlos Itoiz, que es un guitarrista de primera clase, amigo nuestro. Era muy bonito, pero la gente empezó a hablar del bar, que estaba muy bien, y empezaron a venir los repipis que pedían champaña y ¡bah!, ya no nos daba ganas. Y lo cerramos. Y nos fuimos. En el conservatorio estudiamos piano y ballet clásico, porque nuestra madre era bailarina. P.: Durante su estancia en Navarra no iban a la escuela. Les educaba su padre. 
R.: Exactamente, sí. Es que de joven fue profesor de francés, filosofía y matemáticas.

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