Dicen los viejos...

La canción Libertad sin ira (R. Baladés/P. Herrero) del grupo musical andaluz Jarcha fue prohibida en octubre de 1976 por el entonces director general de RTVE, Rafael Ansón, un político heredado del franquismo, cuando el periódico Diario 16 la quiso usar como eslogan en su lanzamiento.

Sin embargo, esta canción se convirtió en un himno no oficial de aquel momento histórico. De hecho, el grupo fue elegido como el mejor del país por votación popular en 1975 y 1976.

A nosotros, militantes en aquellos años del Partido Comunista, nos parecía bastante ñoña y machista (su pan, su hembra…), pero creíamos que en lo fundamental acertaba: eso de superar las dos Españas y las deudas que había que saldar… Desde hacía más de 20 años, desde Junio del 56 (hace ya seis décadas) el PC propugnaba esa misma idea:

Pero en los últimos años se ha producido una importante evolución. Fuerzas considerables, que en otro tiempo integraron el campo franquista, han ido mostrando su discrepancia con una política que mantiene vivo el espíritu de guerra civil.
En el campo republicano son más numerosas e influyentes las opiniones de los que estiman que hay que enterrar los odios y rencores de la guerra civil, porque el ánimo de desquite no es un sentimiento constructivo.
Un estado de espíritu favorable a la reconciliación nacional de los españoles, va ganando a las fuerzas político-sociales que lucharon en campos adversos durante la guerra civil.

Cuando ayer visité la exposición "Navarra 1936 Nafarroa" me quedé demudado, se me cayó el alma a los pies. Me pareció que todo aquello que decía la izquierda, el PCE, en 1956 (¡hace ya 60 años!) no había sucedido jamás, que había sido un sueño, un sueño maravilloso, pero que sólo había calado en cuatro ingenuos. Y salí tararenado con rabia, con ira, eso de 

Simón Santamaría y Enrique Maya

Dicen los viejos que en este país hubo una guerra

Que hay dos Españas que guardan aún el rencor de viejas deudas...

Libertad, libertad, sin ira libertad

Guárdate tu miedo y tu ira porque hay libertad

Sin ira libertad. Y si no la hay sin duda la habrá

Si en la transición cantábamos "Dicen los viejos...", ¿cómo cantaremos ahora, tras 37 años de democracia? ¿"Dicen los dinosaurios que en este país hubo una guerra..."? 

¡Qué pobre España, que nunca aprueba la asignatura y siempre me la dejan para septiembre! Y en septiembre... ¡otra vez a repetir curso!

Antes -desgraciadamente, pero al menos- se hablaba de "las dos Españas". Ahora -y eso es aún más terrible- ya no se habla de ninguna. 

Quienes han organizado esa exposición dirán que son republicanos, dirán que son antifranquistas, pero dudo mucho de que se sientan españoles.

Porque, si fueran españoles, no se les habría olvidado hacer siquiera una pequeña mención a la 2ª Dictadura que sufrimos tras la de Franco y que dejó -hasta hace muy pocos años- nuestras calles y cunetas teñidas de sangre española, de derechas, pero también de izquierdas.

Tres preguntas para terminar:

1. La presidente del Parlamento de Navarra, Ainhoa Aznárez, ha permitido una exposición de cuadros -en la propia sede parlamentaria- realizados por su compañero de Podemos, Ramón Urtasun, en la que retrata al ex alcalde de Pamplona Enrique Maya (UPN) y al Rey Felipe como protagonistas de la represión de 1936. ¿Por qué -ya de paso y con más motivo- no se ha atrevido a poner a Adolfo Araiz o a Uxue Barcos?

2. ¿Qué no habrían dicho (y hecho) si alguien hubiera organizado en sede parlamentaria una exposición sobre los requetés desfilando en la Plaza del Castillo o los miles de navarros muertos en el frente?

3. Navarra fue desde el inicio de la guerra un extraordinario centro de reclutamiento de voluntarios. En los primeros días de la guerra, acudieron a Pamplona más de ocho mil voluntarios. Tal era el entusiasmo que la Junta Central Carlista de Guerra de Navarra tuvo que ordenar el 21 de julio a los voluntarios de los pueblos que permanecieran «en sus casas antes de ser llamados a filas». La tercera pregunta es ésta: ¿Cómo estarían las cunetas navarras si la sublevación hubiera sido aplastada?

Y una respuesta: yo -sin ninguna duda- no habría podido escribir esta entrada, y tú -seguramente- no habrías podido leerla