domingo, 20 de noviembre de 2022

Javier Velaza, lingüista, sobre Irulegui

¿Os acordáis de cuando decir "vascuence" (en vez de "euskera") era de fachas? Pues mirad qué curioso: los pobladores de Irulegui no hablaban protoeuskera, sino la  "lengua vascónica" (hablaban "vasconice", "vascuence").
Quiero, pues, romper una lanza a favor de la palabra "vascuence", palabra contrapuesta a "romance". Si ésta viene del latín "romanice" (hablar una lengua románica, hija del latín), aquella proviene de "vasconice" (hablar en la lengua de los vascones).

DESCUBRIMIENTO
Javier Velaza Frías (Castejón, 1963) es catedrático de Filología Latina en Barcelona, especialista en epigrafía romana, lenguas paleohispánicas, literatura clásica y transmisión de textos, entre otros temas de los que ha escrito una veintena de libros. Es también poeta y miembro del Consejo Navarro de Cultura, aunque en los últimos días ha ganado protagonismo por ser uno de los expertos que han colaborado en la interpretación de la mano de Irulegi.

Javier Velaza, lingüista: “El mayor respeto para la mano de Irulegi es estudiarla con calma y rigor
El experto recalca la importancia de un hallazgo que evidencia que los vascones del siglo I AC hablaban y escribían en vascónico pero insiste en que no permite sacar conclusiones más allá de ese tiempo y ese lugar 
 
Javier Velaza, durante la presentación de la mano de Irulegi el pasado lunes MIGUEL OSÉS

¿Qué sabemos de cómo eran esos pueblos que habitaban en el territorio que hoy es Navarra?
Nuestro conocimiento de las culturas antiguas se lo debemos a tres fuentes. Una, la arqueología, que no nos da una idea demasiado completa. Solo empezamos a ver cómo eran este tipo de ciudades. Dos, lo que nos dicen los autores griegos y romanos: que un pueblo conocido como vascones tenía una serie de ciudades, la mayor parte en lo que hoy es Navarra. Habría también una ciudad en la Comunidad Autónoma Vasca (Oiasso, Irún), otras en Aragón (Segia, Ejea; Allaouna, Alagón; Iacca, Jaca) y dos en La Rioja (Calahorra y Gracurris, Alfaro).

¿Cuál es la tercera fuente?
Denario de Bengoda
Los textos escritos en el territorio. Hasta el momento no teníamos evidencias seguras. Contábamos con unas monedas acuñadas no se sabe muy bien ni dónde ni cuándo, creemos que en torno al 100 a. de C. También con una parte de texto en el mosaico de Andelos, en Muruzábal de Andión, escrito en un signario celtibérico, pero en una lengua que para algunos, incluido yo, podría ser vascónica. Hay un texto de solo tres letras que apareció en Olite del que no podemos decir nada casi, y otro pequeño bronce, conservado en el Museo de Zaragoza, encontrado genéricamente en el Valle de Aranguren. Así que la aparición de la mano de Irulegi, en esa cronología y ese lugar, ratifica la idea de que los vascones vivían en este territorio y hablarían una lengua propia, la vascónica. Ahora sabemos que la escribieron, pero no tenemos idea de si con mucha frecuencia o poca.

¿Se hablaban otras lenguas?
No lo sabemos. No tenemos ningún texto, ninguna evidencia del uso de otra lengua. Debemos entender que en aquel tiempo la gente viajaba, que era un mundo más abierto de lo que normalmente pensamos. Pero la lengua propia debía de ser la vascónica.

¿Por qué esas frases de la mano de Irulegi están escrita en un alfabeto ibérico?
Hay que distinguir la lengua del sistema en que se escribe. La mayor parte de las lenguas, para escribir sus textos, toman un sistema gráfico de otro pueblo y lo adaptan a sus necesidades. Los romanos tomaron su alfabeto de los etruscos, estos de los griegos y estos a su vez de los fenicios. En la península ibérica ya desde el siglo VIII a. de C. hay gente que escribe en su propia lengua adaptando el alfabeto fenicio. Los iberos tomaron ese sistema. Por su parte, los celtíberos tomaron el alfabeto ibérico y lo adaptaron. Lo que vemos en este documento (la mano) es que algunos vascones tomaron el signario de los iberos y lo adaptaron para su lengua. Siendo sus vecinos del este, no es nada extraño.

¿Por qué dicen que es inequívocamente vascónico?
Desde la escritura, la aparición de un signo en forma de ‘T’, que no lo tenían los iberos, y que también está en dos monedas que conocíamos en el territorios vascón. Tenemos pocos textos vascónicos pero ese signo aparece en tres. Debió de ser una adaptación para marcar algún sonido que tenía la lengua vascónica pero no el ibérico. Además, que la lengua es vascófona no los permite deducir el lugar donde ha sido hallada y la primera palabra del texto, ‘sorioneku’.

¿Cómo debemos imaginar ese vascónico? ¿Sería al euskera lo que el latín al castellano?
Es muy complejo, no hay que hacer simplificaciones. Las relaciones entre este vascónico y el vasco moderno no la conocemos. Sí parece existir una relación, pero no sabemos qué ha sucedido entre el siglo I antes de Cristo y el siglo XV y XVI, que es cuando tenemos los primeros textos en lengua vasca . Lo que ha ocurrido en esos siglos no nos lo dice el texto de Irulegi, hay un vacío.

¿Tampoco nada sobre el origen de la lengua?
En absoluto. La mano nos dice lo que nos dice: que en ese momento y en ese lugar se hablaba esa lengua. Si llevaba mucho o poco tiempo, si se había extendido más o menos, de eso no nos dice nada. Hay que tomar la cuestión con mucha prudencia

¿Qué se puede decir de la pieza en sí, más allá de las inscripciones?
(pincha)
Es singular por su forma, su material, por la técnica de grabado... En Alcubierre, en Huesca, tenemos otro ejemplo de mano, en este caso de plomo, que también tiene un agujero del que se puede deducir que se colgaba con los dedos hacia abajo. Pero no tiene texto. En la iconografía ibérica y de otras culturas, las manos podría indicar deseo de buena fortuna, de protección… En Irulegi el soporte es bronce, que en el mundo ibérico no se había utilizado, sí en el celtibérico y el romano. Podría indicar una cierta influencia intercultural. Y sobre la técnica del puntuado, sí hay otras inscripciones sobre bronce, pero ninguna en la que antes de puntearla se hubiera trazado esgrafiando, arañando con una punta sobre la superficie. Hicieron como un borrador y grabaron sobre lo que habían dibujado. La pieza también es singular por eso.

La esperanza es que aparezcan más piezas.
Ojalá. Irulegi es un yacimiento que está comenzando a excavarse, pero requiere su tiempo. También puede aparecer algo en otro lugar. Pero que se hiciera una adaptación de un signario para escribir esa lengua permite albergar esperanza. Uno supone que no se adaptó solo para dos inscripciones, que habría un uso mayor de la escritura. Otra cosa es que tengamos la suerte de encontrarla. Muchas culturas de la antigüedad escribieron sobre soportes blandos, que desaparecen inevitablemente. .

El hallazgo ha suscitado entusiasmos y también algunas desconfianzas. ¿Cómo lo vive?
Velaza y Gorrochategui
Es inevitable que una pieza tan llamativa suscite reacciones diversas. Lo contemplamos como un hallazgo científico, una documento de la antigüedad, siendo lo más objetivos posible. Entiendo que haya opiniones de todo tipo, pero el mayor respeto que podemos tener por la pieza es estudiarla con calma y rigor. Su valor es extraordinario, pero no podemos hacerle decir lo que no dice. Nos habla de un momento y un lugar, pero no resuelve otras cosas. El origen de la lengua vasca es un misterio maravilloso, pero para resolverlo necesitaríamos mil manos en distintos sitios. Pero tampoco hay que tergiversar los hechos: su importancia es extraordinaria.

La dificultad de descifrar todas las líneas de la mano
Javier Velaza admite que sería “muy importante” descifrar las cuatro líneas de la mano de Irulegi cuyo significado se desconoce, pero cree que será “complicado”, por las características del sistema gráfico ibero. “No lo llamo alfabeto, sino signario, porque es un semisilabario” explica. Eso quiere decir que con las vocales y con consonantes como la ‘r’, la ‘m’ o la ‘f’ el sistema funciona como nuestros alfabetos: un signo equivale a un sonido. “Sin embargo, con consonantes oclusivas, como la ‘k’, la ‘g’, la ‘d’ y la ‘p’, se comporta como un silabario, es decir que no puedes escribir la ‘t’ sola, tienes que escribir ‘ta’, ‘te’, ‘ti’, ‘to’ o ‘tu’.. Además, el sistema no permite diferenciar ni entre la ‘t’ y la ‘d’ ni entre la ‘k’ y la ‘g’. Por eso, no sabemos si la segunda línea de la mano, que comienza por ‘tn’, si es ‘ten’ o ‘den’. Y no es lo mismo que empiece de una u otra forma para estudiar el significado”, explica. “Hace falta un estudio profesional y científico, para desentrañarlo. Necesitará tiempo”.

5 comentarios:

manolo dijo...

ya ha tenido su momento de gloria. Aquí otra opinión algo diferente y que pone en entredicho algunas de sus alegres manifestacione: https://pensamientonavarro.es/desmontando-irulegui/?fbclid=IwAR3JjbWCrBVZrKHB-iGmH9Stj2cVvcB2q3V7fbb1QiSYir6Hg5r7oPiZ6wA

desolvidar dijo...

¿Que pone en entredicho algunas de mis alegres manifestaciones? Jajaja Me has mandado oro molido, Rogelio Taboada. Mañana mismo lo publico. Gracias por tu comentario

Anónimo dijo...

Interesantes consideraciones las de Taboada.

Anónimo dijo...

Es gracioso leer el final. Es importante descifrar la mano al completo, pero será dificil por lo complicado del lenguage ibérico....

Es dificil, pero no para lo que pueda rentabilizarse por el muy actual lobby euskerico, y para ayudar a interpretar en otras puede poner ez y egin..... y quien sabe si leyendo cruzado no pondra tambien kortatu y gaztetxe. Estamos ante la enésima arrimada del ascua a la sardina nazionalista

Nacho pichu dijo...

No doy crédito, este señor dice que no se sabe si los vascones hablaba otras lenguas (por cierto los vascones ellos así mismos no se llamaban así, ni tenían concepto de ello, de ser vascones, los romanos agrutinaban tribus con una denominación según se les ocurría) en el territorio de los llamados vascones hay multitud de hallazgos en estelas epigraficas y monedas con nombres y frases Iberas y celtiberas, incluso algunas celtas, esto mayormente y lo llamado vasconico son cuatro cosas aparecidas en Aragón, Navarra y Soria. Hay que poner en cuarentena un hallazgo por una asociación de Guipúzcoa vinculada al nacionalismo vasco, hace un año y se dan ahora cuenta de las inscripciones, el signario Ibero no se sabe bien su transcripción realmente, pero es que la palabra en el actual euskera de sorioneku es de sobra sabido que es de origen del latín y que el euskera lo adopto a lo largo de la historia, aviso que cuando se hizo esa mano los romanos estaban recién llegados, no sé cómo les dió tiempo a coger del latín dicha construcción. Gracias pues