domingo, 5 de junio de 2022

Bengoda y otros nombres históricos de Pamplona

Imagen de un oppidum ficticio, pero que puede ilustrar (pincha) lo que fue el poblado vascón
Iruña y Bengoda. Cuando los romanos fundaron Pompelo (1)lo hicieron junto a un poblado de vascones, pero no hay documentación de que ese poblado se llamara Iruña. Lo más probable es que se llamara Bengoda. De Bengoda sí que hay documentación: "Este territorio acuñó moneda propia, en cuyo reverso aparecía la leyenda Bascunes o Barscunes (en caracteres ibéricos, como una de las placas del Monumento a los Fueros) y en el anverso, aunque no siempre, la de Bengoda que, según el historiador y numismático Antonio Beltrán Martínez, correspondía a la ceca y capital de los vascones. Cronológicamente podrían corresponder a la segunda mitad del Siglo II a. C. o al I a. C.​". Sea como fuere, ni en Iruña ni  en Bengoda se hablaba vasco a la llegada de los romanos, según la teoría de la vasquización tardía.
Lámina de la prensa de acuñar moneda en la ceca de Pamplona (Julio Altadill AGN)

Bambaluna, Sansueña, Yronia y otros nombres históricos de Pamplona
De los cronistas antiguos y de los documentos del pasado se puede entresacar una galería de curiosas denominaciones para la ciudad
JAVIER IBORRA DN 25/05/2022
Toda una galería de denominaciones, algunas fantásticas y otras más afortunadas, la mayoría olvidadas en la actualidad, pugnaron a lo largo de la historia por convertirse en el topónimo de referencia en Pamplona.
El cronista musulmán Al-Himyari, en el siglo X, dejó escrita una descripción sobre la ciudad en la que la citaba como Bambaluna (2), un nombre que debía evocar al rey visigodo Wamba y a su mujer, Alona, quienes según la leyenda la habrían rebautizado en el siglo VII con la unión de sus nombres (como vemos, quienes apodaron a Brad Pitt y Angelina Jolie como "Brangelina" no inventaron nada...). De todas maneras, el nombre de Bambaluna (la manera de pronunciar "Pamplona" en árabe) no tuvo demasiado recorrido, quizá porque el propio Al-Himyari no fue muy benévolo con ella en sus textos: "Se encuentra en medio de altas montañas y valles profundos, está poco favorecida por la naturaleza. Sus habitantes son pobres, no comen suficientemente y se dedican al bandidaje", escribió, en unas líneas que no invitaban a que los turistas de la época la visitaran.
Plano de la Pamplona de los años 20 del siglo pasado ARCHIVO
Documentos relacionados con el Monasterio de Leyre fechados en el siglo XI la citan con el nombre Yronia, posiblemente una variante de Irunia, que a partir del siglo XIX se convirtió en Iruña (3) en los textos en euskera. 
Y el Príncipe Carlos de Viana, autor en el siglo XV de una célebre crónica del reino de Navarra, se hizo eco de apelativos anteriores a la romanización tan románticos como Martua, Atanagria y Sansueña ("San Saturnino convirtió a Santsueña, que agora es Pamplona"). La autenticidad de estas denominaciones, dada la ausencia de otros registros arqueológicos o documentales que la atestigüen, es de difícil comprobación.
Caracteres ibéricos en la ceca de Bengoda
Otro caso diferente es el de una moneda romana que en su anverso dice proceder de la ceca de Olcairun, que algunos historiadores consideran que puede ser el primitivo nombre (Bengoda) del "asentamiento protohistórico" al que hizo mención el romano Salustio.
Y, por supuesto, desde el 75 antes de Cristo, momento en el que el general romano Pompeyo fundara su célebre asentamiento militar en el contexto de las guerras civiles sertorianas, documentos de todas las épocas recogen el título de Pompaelo y sus derivados: desde las antiguas Pompelon o Pompeyopolis a las medievales Pampilona (latín), Pampelune (francés), Pampalone (gascón), Pampalona (occitano, hablado en los burgos francos del Camino de Santiago) y Pomplona (romance navarro, predominante en los documentos de los reinados de las casas de Champaña y Evreux, y sobre todo en la corte de Carlos III el Noble), según recopiló el historiador José María Jimeno Jurío.
Actualmente, Pamplona e Iruña son las denominaciones oficiales de la ciudad, pero siguiendo la pista de la historia bien podrían haber sido otras... y tampoco sabemos si en el futuro lo serán.

1. Según María García Barberena, parece ya irreversible cambiar el nombre de Pompaelo a Pompelo (buscar Pompaelo), y también la fecha de su fundación, del 75 al 72 a.C.
2. "fizo la clamar pamplona, que es interpretada quasi de bambaluna" 1385 Fernández de Heredia, Juan Gran crónica de España
3.  No obstante, la Real Academia de la Lengua Vasca rechaza el topónimo tradicional y oficial de Iruña y prefiere en cambio la forma lingüística Iruñea

2 comentarios:

El tiburón del Arga dijo...

A mí particularmente me resulta exótico el nombre de Wambilonia, que es referido también a la par que Bambaluna, como nombre que quiso imponer Wamba a la ciudad. No sé; imaginen que podríamos hablar de Iturrama o Chantrea de Wambilonia. ¿No mola?

mirlos-gallos-y-halcones.blogspot.com dijo...

Hola. A mí, Bambaluna me recuerda fonéticamente a Bamblona = Pamplona