sábado, 4 de junio de 2022

El y Ella, José Alfredo y Chavela

"Ella", la ranchera más conocida en Navarra, tiene su segunda parte: Ella volvió. Y ahí aparece José Alfredo corriéndose una juerga con Chavela, la dama de poncho rojo a la que cantó Sabina

Ella (letra original)
Me cansé de rogarle, me cansé de decirle que yo sin ella de pena muero. 
Ya no quiso escucharme; si sus labios se abrieron fue pa decirme ya no te quiero.
Yo sentí que mi vida se perdía en un abismo profundo y negro como mi suerte.
Quise hallar el olvido al estilo Jalisco, pero aquellos mariachis y aquel tequila me hicieron llorar.
Me cansé de rogarle, con el llanto en los ojos alcé mi copa y brinde con ella. 
No podía despreciarme en el último brindis de un bohemio con una reina.
Y se fue para siempre. No recuerdo si, al irse, me dijo adiós o se fue en silencio.
Solo sé que mi vida se llenó de tristeza, porque amores como esos, cuando se alejan, no vuelven jamás.

Ella volvió
No fueron en vano mis ruegos, la vida ha querido que al final de cuentas tus  besos sean para mí.
Qué triste quedé aquella noche -¿te acuerdas mi vida?-, nomás te alejaste y nada supe de mí.
No fueron en vano mis ruegos, ya estoy en tus brazos, salí del abismo, mi suerte negra cambió.
Ya los mariachis están cantando de nuevo, ya de mis ojos no puede brotar el llanto, ya de mis manos las copas no caerán.
No fueron en vano mis ruegos, yo creo que tu vida ya estaba marcada y había de ser para mí.
Ya estoy al estilo Jalisco, pero ahora el tequila, en vez de agüitarme, me pone todo feliz.
No fueron en vano mis ruegos, ya estoy con mi reina, brindando con ella, al fin -bohemio- gané.
Ya los mariachis están cantando de nuevo, ya de mis ojos no puede brotar el llanto, ya de mis manos las copas no caerán.
Chavela Vargas (1919-2012) fue íntima amiga de José Alfredo Jiménez (1926-73). Ella cuenta que, cuando los médicos dijeron al compositor que le quedaban dos meses de vida, la llamó para "correrse la última juerga" juntos. Estuvieron tres días -con sus noches- cantando, bebiendo y desmadrándose en el Tenampa, el mítico bar de la plaza de Garibaldi, en la capital mexicana. Cuentan que cuando Jiménez falleció (23-11-73), Chavela acudió a su velatorio, y se desplomó cantando y llorando, borracha.
Los graves problemas producidos por el alcohol en su vida la llevaron a retirarse de una carrera artística de gran éxito a finales de los años setenta, y durante años la condenaron al anonimato. Regresó a la escena pública a principios de los años noventa. No volvió a beber en sus últimos veinte años. 
Fue muy sonada la aparición de Chavela en la Sala Caracol de Madrid, en 1993, donde logró recobrar su fama, en particular en España. Joaquín Sabina y Álvaro Urquijo (del grupo Los Secretos) compusieron en su honor, en 1994, una de sus canciones más conocidas: "Por el bulevar de los sueños rotos". (Wikipedia)

Vamos a acompañar a Joaquín Sabina al Tenampa. Él conoce bien su filosofía
Con Google Maps, te dejo en la puerta de Tenampa. Entra y date una vuelta por el local. Una maravilla.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Como me ha gustado...cusnto sabes, no se te resiste, ningun tema...gracias por tu Desolvidar , campeón.

desolvidar dijo...

Gracias, Alma