Méndez, Rodríguez Zapatero, González y Sánchez |
Alfredo Arizmendi Ubanell |
Esa “otra alma” del PSOE (A. Arizmendi)
El individuo no era joven. Quizá por eso era ajeno a las sutilezas a las que obliga la corrección política en cuestiones de género. Se paseaba con una pancarta en la que se leía: “Lorca superó el terremoto. Pedro, tú superarás a la lozana andaluza”. Esto de la lozana era una alusión a Susana Díaz, no exenta de matices machirulos. Otros individuos acusaban al sector crítico del PSOE de “mafiosos”, o a Felipe González de “golpista, chivato y bocazas”. Ciertamente no fue un día tranquilo aquel primero de noviembre de hace apenas cuatro años, en que se reunía el Comité Federal del PSOE.
Susana Díaz |
Poco antes, a finales de septiembre, 17 dimisiones en la ejecutiva habían abierto el fuego para forzar la salida de Sánchez. Dos de ellos eran Ximo Puig y Emiliano García Page. Todavía antes, en febrero, refiriéndose a la posibilidad de la abstención de ERC en la investidura de Sánchez, Guillermo Fernández Vara decía que “si no dejamos claro que el PSOE no tiene nada que ver con el independentismo a nosotros en Extremadura nos matan”. Eduardo Madina avisaba de que “si sujetamos el gobierno sobre 17 tipos que la quieren partir, partiremos España y partiremos el PSOE”, y Javier Lambán auguraba que “sería el patíbulo definitivo del Partido Socialista”.
G. Fernández Vara |
Cuatro años después, todo ese “hablar gordo” de los capitostes socialistas se ha quedado en un pio-pio apocado que cesa a la primera mirada revirada de Pedro Sánchez. Los capitostes siguen a lo suyo. Hay quien, como Fernández Vara, ha realizado notables piruetas para congraciarse con Sánchez, como designar a su hermano para un puesto de nueva creación (esto de enchufar a la parentela se conoce que está en el ADN, como se dice ahora).
Contra los pronósticos de 2016, Sánchez gobierna, va a sacar adelante los primeros Presupuestos Generales desde la época de Montoro, y ha maquinado un juego de mayorías parlamentarias prácticamente inatacable. La democracia española se reduce ya a sumar 176, da igual si churras o merinas, y en eso Pedro Sánchez se ha revelado como un auténtico maestro. Maestro de un solo libro, eso sí: el “Manual de Resistencia”, que es el único valor al que le tiene fe.
Mientras, a los veteranos (Guerra, González, Ibarra, Leguina y demás) se les tolera como al abuelo Cebolleta, aunque se les recuerda desde hace tiempo que pintar, lo que se dice pintar, ya no pintan nada. Ahora manda “otra generación”, en palabras de la bachillera Adriana Lastra. Debe de referirse a la famosa “generación mejor formada”.
Puede ser doloroso reconocerlo, pero esto es lo que hay.
González y Zapatero |
Iglesias pasa ante Sánchez |
A Sánchez hay que reconocerle que ha concebido y consolidado realidades aparentemente insoñables hace bien pocos años. Subestimarle ha sido un error fatal. Si la política es el arte de lo posible, Sánchez ha abierto posibilidades que le son útiles, y eso le resulta suficiente, aunque a nosotros nos parezcan monstruosas. Hay todavía una parte no desdeñable del espectro político constitucionalista que cree que vivimos un interludio bufo que ha de pasar necesariamente, para volver al statu quo anterior, el de un presunto constitucionalismo transversal, si no unido, sí por lo menos razonablemente avenido. Se apoyan para ello en esa ficción, en esa presunta segunda alma del socialismo en la que, con la fe del catecismo, se cree, aunque no se haya visto nunca.
Esa segunda alma que, de haber existido, debería haber plantado cara a la deriva trazada por Zapatero desde el contubernio de Oslo de 2006.
Una deriva a la que el Partido Socialista de Navarra se ha unido con un entusiasmo que no sorprende a quienes siempre hemos pensado y dicho que ni fueron, ni son, ni serán de fiar.
4 comentarios:
Gracias Patxi, por ilustrar el excelente artículo de Alfredo Arizmendi que no nos había pasado desapercibido a casi nadie. En especial me ha gustado el video de la bachiller, como le llama Alfredo, de Adriana Lastra.El artículo abunda en lo que creo que ya coincidimos casi todos de los que militamos en el antifranquismo en la transición, de que el PSOE no es un partido fiable en absoluto. Es una máquina de poder sin principios no convicciones verdaderamente democráticos. Sólo en la derecha, autocalificada como moderada, todavía siguen creyendo en la ficción de un alma moderada en el PSOE actual.
Excelente artículo, Pachi. Gracias.
A Alfredo Arizmendi le leo siempre, porque sabe poner el foco en cuestiones muy importantes, por no decir vitales, para Navarra y los navarros. Y además dice las cosas muy claras, para que se le entienda bien. Ojalá hubiera media docena de ciudadanos como él, con ese ojo clínico para la detección de los problemas y sin pelos en la lengua para denunciarlos.
JJ.M.
El barça fichó a Messi. El Madrid a Cristiano Ronaldo. El PSG a Mbappe...
A qué esperan los jerarcas de Navarra Suma para colocar en sus listas a Arizmendi? Ojalá lo veamos un dia de alcalde de Pamplona o como parlamentario foral.
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