sábado, 26 de diciembre de 2020

La Procesión de Casa Barón (Arazuri)

Viki Baron: "foto de 1943-44. El que está en brazos del abuelo es mi padre y nació en 1942"
Fue una procesión civil, organizada por una tasca que, después del cohete, recorría Jarauta con el Santo, desde Casa Barón - donde brindaban por San Fermín- hasta Casa Paco, que invitaba a los presentes a chorizo, pan y vino. Luego procesionaban otra vez hasta Casa Barón, donde remataban la faena.
Como era civil, terminó en 1952 por orden del Sr. Alcalde Pueyo. ¿Qué le molestaba?

Años 30: 10 parroquianos y 10 curiosos
La taberna
Desde los años veinte, existía en el 27 de la calle Jarauta —para muchos avenida del mismo nombre—una popular y acreditada taberna propiedad de Cándido Barón (hermano de Baldomero, Romedobal), castizo pamplonés y persona que gozaba de la simpatía y cariño de una numerosa clientela, amigos y vecinos de aquel Pamplona de los treinta mil habitantes. 
En las paredes de aquella tasca destacaban los siguientes rótulos: «Se prohibe cantar»; a este letrero durante los Sanfermines se le daba vuelta y aparecía otro que decía «Se prohibe estar callado»; cerca de éste destacaban el de «Se prohibe hablar mal y blasfemar» y «Antes de salir pagar». 
La taberna era como la mayoría de aquellas del Casco Viejo: tranquilidad durante el día y animación al final de la jornada, que se incrementaba los días festivos y sobre todo el martes de Carnaval en que los matalechones celebraban su fiesta en dicho establecimiento. 
Detrás del mostrador, en el lugar más destacado del local, estaba colocada una modesta peana de madera y sobre ella una imagen policromada de San Fermín. Esta imagen existe en la actualidad, y la hemos visitado, en el vestíbulo del primer piso de la antigua taberna, desde donde bendice el hogar de uno de los hijos de Barón. Esta efigie de nuestro Santo Patrón, obscurecida por los años, es de escayola y similar a las que se venden en la actualidad. 

La procesión 
Cada año, el Santo más acompañado
Aquella simpática, modesta y entrañable procesión, se inició un 6 de julio de los años treinta por iniciativa de uno de los contertulios de la taberna, idea que entusiasmó a la concurrencia. Uno de los asiduos, carpintero de oficio, con unas tablas de madera de pino construyó las andas más sencillas y pobres que Santo alguno ha utilizado. 
En el mes de junio la imagen se limpiaba, se «restauraba» con pintura y se barnizaba. 
Desde entonces, todos los años, después del anuncio del comienzo de las Fiestas con el bandeo de campanas y lanzamiento de cohetes, los presentes en la taberna —los primeros años los clientes asiduos, posteriormente una numerosa concurrencia que abarrotaba el establecimiento— bebían un vaso de vino brindando por San Fermín. 
1932 Los  de Siempre Salida de los toros
En los últimos años en que se celebró esta procesión, asistían al acto «Los de siempre», singular cuadrilla musical de la que hablaremos en su momento. Después del brindis, con cariño y respeto, colocaban sobre las andas el bulto de nuestro Santo Patrón. En aquel momento venía lo bueno: ¡Todos querían llevar las andas!. Solucionado el problema, a veces con agitadas discusiones y fenomenales broncas, ceremoniosamente desfilaban hacia la calle de San Lorenzo, e incluso, después de la guerra, durante los años cuarenta, muchos balcones del tramo de la calle Jarauta por donde pasaba la comitiva, se engalanaban respetuosamente con colgaduras. 
Al llegar el cortejo al número 39 de la referida calle de San Lorenzo, casa que hace esquina con la de Santoandía, los portadores del Santo entraban en «Casa Paco» —pequeña y modesta tasca, hoy existente también pero con otro título— y dejaban las andas con el Santo en el mostrador. A continuación, el dueño del establecimiento invitaba a los presentes a chorizo, pan y vino. Terminado el refrigerio, tomaban el Santo y regresaban, también procesionalmente, a «Casa Barón». Para entonces, algunos de los acompañantes regresaban algo chisporros. Ya en la taberna, se instalaba la imagen en su sitio habitual, y Barón convidaba a los asistentes a olivas, chorizo, pan y vino en abundancia. Con los brindis obligados, los medio chisporros terminaban cocidos del todo y los serenos alegres. Así terminaba la ceremonia y ... a esperar al año siguiente. 
La Pamplonesa cerraba la Procesión
Aquel desfile singular que comenzó sencillamente con poco acompañamiento, se incrementó con los años hasta adquirir tal nombradía, que mucha gente, después de «El Cohete», corría a la calle Jarauta a contemplar aquella procesión, hasta el extremo de que «La Pamplonesa », al salir de la plaza Consistorial para hacer el recorrido por el Casco Viejo, se dirigía derecha a «Casa Barón» para amenizar el acto y ...comer chorizo, pan y vino. De la presencia de nuestra banda municipal en el dicho acto, publicamos una curiosa, aunque defectuosa fotografía. 

Fin de la procesión de «Casa Barón»
En 1947 se cerró «Casa Barón», pero no desapareció la procesión, celebrándose desde entonces desde la Sociedad «Los Irunshemes» hasta que en 1952, por oficio del Alcalde señor Pueyo, se suprimió el festejo. Hasta el palacio episcopal habían llegado noticias de la singular procesión, pero su Ilustrísima no se dió por enterada. 
Así desapareció aquella simpática y sin par procesión, promovida y ejecutada por el amor a su Santo Patrón, de un grupo de castizos pamploneses que todos los días alternaban en una tasca de la calle Jarauta. 
Abren la marcha los músicos de la comparsa, Valls y Zapatero. Galle

2 comentarios:

Ekaitz dijo...

Muy interesante. Parece que casa Barón estaba en lo que hoy es el 23-25 de la calle Jarauta

Anónimo dijo...

Bonito y nostálgico reportaje de los pamplonicas castas de la época.
Gracias Pachi, siempre aprendiendo contigo.
Nabrazon,
Carmelo