Sísifo subiendo la Escalera Sanferminera |
"Quizás estar vivo sea hacer lo mismo cada seis de julio como una condena bendita, cachonda , golfa y afortunada de sísifos alegres y festivos"
Este año, todo igual Chapu Apaolaza
César Oroz acertó al describir el cinco de julio como el día de Reyes de los mayores y, cuanto más mayores, más nervios y los ojos más como platos. Los días anteriores hay que revisar la ropa blanca, el viaje a hacer si se viene desde fuera, el neceser, las mesas para comer toda la semana, las entradas para los toros, el día en que hemos quedado con este o con el otro, todo. El presanfermín es un cadalso inverso y remata en la alegría de esta mañana con el olor del cava derramado, el anudar de fajas de los niños y el echarse a la calle antes del chupinazo, que es echarse a la vida. El seis de julio es nacer, pero sabiendo que vas a nacer y es llamar a los amigos para sorprendernos al teléfono del milagro de que todo en las fiestas vaya a ser como han sido siempre.
Un amigo que lleva un año en las astas me ha asegurado: “Este año, todo igual”. Hoy dispondremos la ropa blanca de la familia sobre la cama como un mapa de nuestras felicidades y al verla extendida nos entrará un no sé qué por dentro, la particular joie de vivre que linda con la consciencia de estar vivos por el milagro del capotico, naturalmente.
Pues no todo ha sido igual. Esta pelota fue respetada, para desesperación de los de siempre |
Sabremos que ese sobrecogimiento es uno de los pocos que nos quedan en la vida, cuando con los años nos cuarteemos y nos vamos acostumbrando a todas las cosas menos a ésta. El chupinazo nos cogerá en el bar mirando una pantalla y se nos pondrán los pelos de la nuca como estacas con solo imaginarnos la Biribilketa sonando en el zaguán del Ayuntamiento en su diálogo de txistus y banda como el duelo de banjos de aquella película ‘Deliverance’.
Y nos acordaremos, y abrazaremos e iremos a la fiesta y a casa de Conchita a contar las mismas historias de siempre y a soplar las velas del cumpleaños. Quizás estar vivo sea hacer lo mismo cada seis de julio como una condena bendita, cachonda , golfa y afortunada de sísifos alegres y festivos. Pero tendremos nervios, unos nervios cortantes y mariposeros, tan distintos a los nervios del encierro, unos nervios nuevos e infantiles que no sé de dónde vienen, pero que están aquí, señal de que hemos sobrevivido.
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Fue Ignacio Baleztena quien, en la 2ª década del pasado siglo, diseñó una escalera cuyo primer peldaño es el "Uno de Enero..." y que culmina en el "Siete de Julio: San Fermín". Para subir, como Sísifo, la escalera sanferminera, Javier Ramírez nos ofrece este vistoso vídeo, lleno de color, humor y alegría, con las canciones más populares de las mejores fiestas del mundo.
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