domingo, 24 de abril de 2022

Fusión de la Cuenca de Pamplona (Carta al Alcalde)

Son, respectivamente, la actual Cuenca de Pamplona y el área metropolitana
de Pamplona de las que saldría la nueva Pamplona.
La Fusión de la Cuenca de Pamplona,                                                  por Daniel de Barañáin
1923, V Centenario de la Unión
Estimado Enrique:
Espero que todo esté bien en la alcaldía y en tu entorno familiar.
Te escribo el presente mensaje porque llevo dando vueltas a un asunto que, como alcalde de Pamplona, será de tu interés y del de toda la ciudad  ya que el 8 de Septiembre del año que viene es el sexto centenario del Privilegio de la Unión, septiembre 1423-2023.
La unión de los entonces tres ayuntamientos de Pamplona es un hecho que todavía se celebra con festejos y alegría, igual que se celebraría dentro de unos siglos (y hoy en día) la unión de todos los ayuntamientos cuencos (de la Cuenca de Pamplona). 
El primer alcalde de la Pamplona unificada, el Maestre Simón de Clavería, y anteriormente alcalde de la Navarrería, ha quedado fijado en los libros de historia como uno de los artífices de este hito. Aunque el rey de Navarra de la época, Carlos III, es el que ha recibido los honores con la principal avenida del centro de la ciudad. Los alcaldes de Pamplona y su vecindad también figurarían en un lugar importante en la historia de Pamplona y del conjunto de Navarra si se hiciera un Privilegio de la Unión moderno fusionándose para hacer una Pamplona mayor y mejor.
En 1423, a pesar de estar en la vecindad, cada uno de los tres burgos funcionaba como una localidad diferente, hasta teniendo alcaldes distintos. Funcionaban de forma separada, hasta el punto de tener guerras continuamente.
Hace unos años, con el tema de la crisis, el socialista Roberto Jiménez proponía -con buen criterio- la eliminación -por fusión- de ayuntamientos navarros.
Pues bien, hoy en día nos vemos en una situación similar a la que se dio en la edad media en Pamplona, pero sin violencia. Hay un montón de localidades junto a Pamplona, o muy cercanas, que en vez de coordinar y aprovechar recursos tienen servicios duplicados, triplicados, cuadruplicados o más, a pesar de que solo están separados del continuo urbano por unos pocos kilómetros o incluso solo una rotonda, una calle o unos metros. En el siglo XXI veinte kilómetros se pueden hacer en menos de 15 minutos con los medios modernos de transporte.
Y es que, quitando el tema administrativo, la ciudad funciona como un todo. Es un derroche de recursos al que se le pueden dar muchas salidas necesarias.
Hace dos décadas se anexionó Mendillorri a Pamplona y algo antes pasó lo mismo con Echavacoiz. El que no hubiera continuidad urbana no les supuso impedimento alguno para fusionarse a Pamplona. Así que mayor razón de fusionarse a Pamplona tendrían ayuntamientos como Ansoáin, Barañáin, Burlada o Villava (incluso Berriozar, Cizur Mayor, Huarte...), que son una continuación de la trama urbana pamplonica. 

En Italia, en años recientes, se han fusionado los ayuntamientos de menos de 1.000 habitantes. En Grecia se han eliminado dos de cada tres ayuntamientos.
No hay que echarse las manos a la cabeza por esta idea. La unión de la Cuenca de Pamplona produciría unas sinergias y un ahorro que beneficiarían a esa moderna Pamplona y a su ciudadanía en gran manera.
Pamplona actualmente supera los doscientos mil habitantes, pero uniendo todos los municipios de la Cuenca llegaríamos a la friolera de trescientos sesenta y cinco mil habitantes. Así Pamplona, en vez de ser menos de un tercio de lo que es la ciudad de Zaragoza en la actualidad, superaría la cifra poblacional de la mitad de esa ciudad. La gestión de sus servicios es excelente y encima ahorran dinero. No es que haya que aspirar a ser mayor por el mero hecho de serlo, sino que aparte del ahorro de gastos repetidos a los que se le pueden dar otros usos (o reducir la carga impositiva de la ciudadanía), no es lo mismo de cara a las empresas multinacionales invertir en una ciudad de 200.000 habitantes que en una de 365.000, ni es lo mismo invertir en una que ya casi ha agotado el suelo municipal (Pamplona) que en una localidad que cuenta con una cantidad de suelo municipal como la que resultaría de la fusión de la Cuenca de Pamplona. Una ciudad más grande se puede posicionar globalmente mucho más que una menor, redundando en beneficio del ciudadano. Esto tiene más sentido teniendo en cuenta la creación de la nueva estación de Renfe.
En la vecindad de Pamplona hay dos ciudades que han hecho esto y que no lo han hecho mal: Vitoria y Zaragoza. Vitoria cuenta con 250000 habitantes y es un ejemplo de ciudad sostenible que sabe utilizar sus recursos. En realidad la ciudad de Vitoria en sí no supera la población de Pamplona, pero sí lo logra gracias a tener un ayuntamiento común con todas sus localidades vecinas, algunas de las cuales están relativamente alejadas del núcleo urbano. Vitoria tiene zonas urbanas y rurales. Vitoria es una ciudad modelo que ha ganado multitud de premios a nivel de la UE. Nadie, ni en Vitoria propiamente dicha ni en las localidades vecinas pertenecientes al mismo ayuntamiento, cree que tengan mala calidad de vida o tengan derechos mermados por pertenecer al mismo ayuntamiento. Más bien la situación es la contraria, los ciudadanos disfrutan de un excelente nivel de vida. De hecho, al disponer de mayor cantidad de suelo, se contribuye a que el precio de la vivienda sea más razonable. Si la extensión de la ciudad de Pamplona ocupara un gran tamaño en relación a Navarra, no digamos lo que sucede con lo que ocupa el término municipal de Vitoria respecto a Álava, que es mucho menos extensa que Navarra, y nadie se hace problema.
En ciudades como Bilbao o Madrid hace siglos se absorbieron las localidades de su alrededor y hoy son urbes grandes y modernas. Lo mismo ocurrió con la ciudad de Londres que ha mejorado respecto al pasado sobremanera su eficacia social, económica y proyección mundial. La fusión de localidades vecinas sucede y ha sucedido en localidades grandes y pequeñas a lo largo de la historia y no ha resultado un perjuicio, sino lo contrario.
El sonido de la María delimita la Cuenca
Para que el proyecto tenga la menor oposición posible de vecinos y funcionarios, la fusión no implicaría la pérdida de un solo servicio o puesto de trabajo. Simplemente los servicios que se ofrecen actualmente y los puestos de trabajo existentes se mantendrían, pero cuando un trabajador que esté en un puesto duplicado se jubilase o prejubilase, ese puesto no se renovaría y se fusionaría con el puesto repetido.
Puesto que la oposición también vendría de los políticos locales que no querrían perder el puesto, lo mismo se sugeriría que ocurra con los concejales y alcaldes, así como los puestos de salida electoral de las listas electorales de cada partido. Sería una decisión de los partidos políticos por supuesto, pero podría hacerse que los concejales o alcaldes de localidades de un partido concreto fueran en las listas delante de los que no hayan sido elegidos en la lista de Pamplona de las últimas elecciones. Nunca detrás. Y los actuales alcaldes irían por delante de los futuros concejales.
Las fiestas de San Fermín son un buen termómetro para definir hasta dónde llega Pamplona. Cuando son fiestas de San Fermín, ni en Tudela ni en Estella ni en Elizondo...se viste la mayoría de rojo y blanco. En cambio la mayoría sí se viste de "pamplonica" en Burlada, Barañáin, Cizur, Arre...porque en la práctica son barrios de Pamplona. 
Y la mayoría del papeleo y otras gestiones, especialmente ahora que suelen ser telematizadas, se hacen en casa o en Pamplona, sin importar en qué localidad comarcana se resida.
La propuesta es que toda la Cuenca de Pamplona se una como un ayuntamiento de Pamplona. La definición de la Cuenca no sería la actual -que excluye los ayuntamientos de Ezcabarte y Olaibar-, sino la Cuenca que tan bien definió hace unas décadas Floristán, incluyendo los dos citados ayuntamientos.
Por otro lado los servicios de la antigua Mancomunidad de Pamplona (actual Comarca de Pamplona), taxi, basura...ya se ofrecen a un gran número de ayuntamientos mucho más allá de la Cuenca y mucho más numerosos que los que se engloban en la Cuenca. Esos municipios allende la Cuenca formarían una nueva gran comarca de Pamplona.
Esa nueva comarca de Pamplona además de las actuales comarcas de Ulzamaldea, Valdizarbe... incluiría Irurzun, Esteríbar, el Valle de Erro, Unciti, Lizoáin, Urroz Villa, Izagaondoa, Monreal e Ibargoiti. Sería una comarca inmensa, pero es que la actual comarca de Pamplona tiene la mitad de la población de toda Navarra.
Si se llega a hacer la fusión se podría recuperar la bandera pamplonesa de la época del Privilegio de la Unión.
Este enlace da más detalles al respecto:

4 comentarios:

Aritz Lizarraga Olascoaga dijo...

Una idea que benefiaría al precio de la vivienda, especialmente si se da seguridad jurídica a los propietarios de pisos contra los ocupas. Con seguridad jurídica los pisos vacíos entrarían fácilmente en el mercado de vivienda porque, ¿que propietario que tenga seguridad jurídica no se va a animar a alquilar? Todos, no, pero muchos sí.

Aritz Lizarraga Olascoaga dijo...

Por otro lado puede matarse varios pájaros de un tiro si se incluye Erro (Valderro) en la comarca de Pamplona. Y aunque no se incluya.

Los vecinos de este valle siempre se están quejando de la mala carretera que los conecta con Pamplona. Pues bien, ya que esa carretera coincide con el Camino de Santiago, se podría hacer de Valderro a Pamplona autovía. De esa forma una de las pocas partes del Camino de Santiago a su paso por Navarra también tendría autovía, se potenciaría el turismo del Camino de Santiago de esa zona y los vecinos tendrían una vía rápida y más segura.

Lo ideal sería hacer esa autovía hasta Pau, pero como Francia no está por la labor llegar hasta Valcarlos sería perfecto para dinamizar el último tramo del Camino de Santiago navarro por autovía y para que esas zonas tan despobladas ganen empleos o se queden en sus valles si tienen un trabajo en Pamplona debido a la buena conexión viaria.

¿Sería costoso? Bueno, si tenemos en cuenta lo importante que es el Camino de Santiago para Navarra y que con buenas infraestructuras puede mejorar su potencial valdrá la pena. Y más si retiene y atrae población a una de las zonas más despobladas y con mayor peligro de despoblararse aún más de Navarra.

Aritz Lizarraga Olascoaga dijo...

Nos quejamos del tipo de turismo sanferminero que es el principal de Navarra. Invirtiendo en conectar por autovía el último tramo del Camino de Santiago que carece de ella y posteriormente montando alguna infraestructura más (posiblemente una oficina de turismo en Valcarlos, Roncesvalles o en Erro) conseguiríamos desligar Navarra de ser casi exclusivamente zona de turismo sanferminero. Hay muchas posibilidades viables.

Aritz Lizarraga Olascoaga dijo...

Las innumerables bajeras y oficinas sin uso se podrían habilitar como viviendas. Esta no es unz idea nueva porque ya se han transformado en vivienda bastantes oficinas y algunas bajeras. La solución para sue los pisos vacíos no debe ser del palo, sino de la zanahoria, porque el propietario está en su derecho a hacer lo que le plazca con su propiedad, siempre y cuando no afecte la intimidad o el bienestar de dus vecinos, por ejemplo montando una sala de fiestas.

La zanahoria para quienes conviertan su local en vivienda sería darles "tax breaks", no ponerles impuestos por dejar que sus locales se vuelvan viviendas, ni por las obras, si las hay, para acondicionar/edificar viviendas. Incluso añadiría el refuerzo positivo de bajarles impuestos. Lo importante es dar salida a esos locales vacíos y poner en el mercado todos los inmuebles posibles para abaratar la vivienda. Cuanto más viviendas haya en el mercado, más competencia ycuanto más competencia más abaratada la vivienda. Este objetivo tiene que combinarse con la edificación/rehabilitación de viviendas y utilizar el mismo incentivo fiscal para los propietarios de viviendas en alquiler para ser efectivo.