Rosa Oteiza fue la modelo |
Cuenta Fernando Pérez Ollo que, "alguna vez, un periodista joven (él mismo: 31 años cuando murió Rosa Oteiza y vecino de ella) intentó arrancarle algunos secretos, pero ella no desveló nada de su verdadera vida, ni siquiera de la alta dama foral, a cuyos pies pasaba a diario en su camino a San Nicolás, sin elevar la vista".
Fernando fue el primero que hizo pública la doble vida de Rosa Oteiza, 31 años después de que ella muriera:
18/10/1970 DN
Consignamos con verdadera pena el fallecimiento, ocurrido ayer en nuestra ciudad, de doña Rosa Oteiza Armona, bondadosa señora que contaba con muy extensas amistades que supo alcanzar con su trato afectuoso y con las bellas prendas personales que le adornaban. Había alcanzado la edad de 87 años en constante ejemplo de acendrada piedad, teniendo las mayores complacencias en la práctica de sus devociones. Acompañamos en su sentimiento a sus hermanos don Luis, doña Pilar (viuda de don Nicolás Picaza) y doña Concepción; hermana política doña Tomasa Eguaras y demás parientes
DN 12/10/2001 VIERNES
Rosa Oteiza Armona, por Fernando Pérez Ollo
Isabel la Católica y la rendición
«Esa matrona de bronce / donde dice Ley Foral / quiere decir entre líneas / que Navarra es inmortal», exaltaba una copla de hace siete décadas. La señora sigue sobre su pedestal, pero no todos saben leer. Un familiar del arquitecto Martínez de Ubago cuenta que, no hace mucho, escuchó con pasmo cómo una guía explicaba a un grupo de turistas: «Y arriba está Isabel la Católica, que enseña a los navarros la carta de rendición». No queda claro si se rindió la reina castellana o fueron los navarros los que capitularon. En cualquier caso, un disparate estúpido. Isabel pinta poco en esta historia. Murió en 1504, su viudo conquistó Navarra en 1512 y la unió a la Corona de Castilla en 1515. Mal podían los navarros levantar un monumento para exaltar a los Católicos. Y, sin embargo, ay, no habrá sido ésa la mayor aberración oída por Rosa Oteiza, dama en bronce
Arako (GEN) |
Arako —en euskera, el de marras— dedicó una de sus «Chirigotillas» primaverales de 1913 a la ficción de que la alta dama del Monumento a los Fueros le citaba fuerapuertas, allá por la Cruz Negra. La matrona le expuso en endecasílabos dos quinquenios de disgustos y le preguntó por «esa inauguración que tanto tarda / sin que sepa el motivo.
— La respuesta / es de lo más difícil; pero creo / que, si se cansa usted de estar derecha, / puede esperar sentada.
—Es ésa tu creencia? /
—Tal es, señora.
—Entonces me retiro / y en cuanto haya ocasión, me voy a América».
La inauguración no llegó a darse. Presunta foto de Rosa Oteiza |
La modelo de la dama foral se llamaba Rosa Estefanía Oteiza Armona. Nació en la calle de San Antón, 22, 4°, el 13 de agosto de 1883, a las 3 horas y media. Era la segunda de los siete hijos que entre 1878 y 1899 tuvieron Miguel Oteiza Alonso (1855-1899), de Allo, y Francisca Armona Olite (1859-1945), de Urroz. Los abuelos paternos vieron la luz en Allo; los matemos, en Urroz y Salinas de Monreal. Conviene señalar que Ramón Armona, bisabuelo de Rosa, era natural de Pamplona, del barrio de la Magdalena.
Los Oteiza-Armona se casaron en Urroz el 10 de diciembre de 1877. Ambos eran vecinos de Pamplona. Él, carpintero jornalero; ella, «dedicada a las labores domésticas».
A Rosa la bautizó el párroco de San Nicolás, Francisco Guillén, el mismo día natal.
El hermano primogénito, Simón Julián, murió a los tres años, el 12 de febrero de 1882. Así, Rosa fue la hija mayor desde que abrió los ojos y pronto tuvo que asumir alguna responsabilidad. Cuando ella contaba quince años, el padre murió el 6 de abril de 1899, de ataxia cerebral, según el acta. Tres días antes había nacido su última hija, María Concepción Benita. El funeral en la parroquia de San Nicolás fue de cuarta. Entre Rosa y Benita Ilegaron al mundo Luis (1885— 1973), María Concepción (1887—1888), Juan de Mata (1893-1922) y Pilar (1895-1977).
Novia y viuda
Al quedar huérfanos, de Rosa y sus hermanos cuidó la abuela materna, Micaela Olite Unzué, de 73 años. Pero enseguida la familia se instaló en las escuelas de la calle Compañía, cuyo puesto de portera encomendaron a la señora Armona. Pilar y Benita se hicieron maestras. En 1940 aún vivían en Compañía la madre, Rosa y Benita.
Francisca Armona falleció el 1 de julio de 1945, de insuficiencia cardiaca. Para entonces ya habitaba con sus hijas en la calle Pozoblanco, 19, segundo piso.
En el mismo domicilio cerró los ojos Rosa, el 17 de octubre de 1970, sábado, a los 87 de edad. La partida parroquial de defunción asevera que era viuda, estado que no apareció en la esquela inserta en este periódico. La partida no miente. Doña Rosita contrajo matrimonio el sábado 28 de septiembre de 1918, en San Juan Bautista, con José Julián Ozcoidi Errea, pamplonés de S. Lorenzo, 6 años más joven que ella y maestro.
Los dos días anteriores, el Teatro Gayarre había vivido una minitemporada de ópera a cargo de la compañía de Blanca Drymma. El jueves, 26, Tito Schipa había hecho el Ruggero de «Manon» de Massenet. El mítico Schipa —nacido en 1889, según la sospechosa biografía oficial— que en 1917 había estrenado «La Rondine» de Puccini en Montecarlo. Y el 27, Ofelia Nieto fue Mimí en «La Bohéme». A Doña Rosa los problemas bohemios musicados por Puccini debían de parecerle leves. Doña Rosa, novia en 1918, era ya viuda, según el registro parroquial, (sin figurar como casada).
Continúa en Rosa Oteiza (2), por F. Pérez Ollo
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