viernes, 15 de abril de 2022

El Cristo de Mena y el de la Legión

Cristo de Mena: pie derecho por encima; Legión, pie izquierdo por encima
El Cristo de la Buena Muerte o Cristo de Mena son las advocaciones de Cristo que surgen de una talla de Cristo crucificado, original de Pedro de Mena, datada aproximadamente en 1660, y que se conservó en la Iglesia de Santo Domingo (Málaga) hasta su destrucción, durante la "democrática, ejemplar y pacífica IIª República".
La imagen del Santísimo Cristo de Mena, como la conocemos hoy en día, fue esculpida en 1941 por Francisco Palma Burgos, inspirándose en la imagen original de Pedro de Mena. Se encuentra en la Iglesia de Santo Domingo de Guzmán de Málaga.
Pertenece a la Congregación de Mena y procesiona el Jueves Santo en la Semana Santa de Málaga. Vinculado con la Legión Española desde 1928, a partir de 1960 se impulsó que cada acuartelamiento de la Legión tuviera una imagen de esta advocación, por lo que existen otras tallas similares.
12 Mayo, mañana: incendio Iglesia Santo Domingo;.dcha: día 13, mañana
Historia
Lo cuenta con todo detalle Wikipedia. Considerada una de las obras más singulares del escultor imaginero granadino, sufrió varios ataques y mutilaciones antes de ser definitivamente destruida en 1931 durante la quema de iglesias y conventos de Málaga del 11 y 12 de mayo de ese mismo año. De la talla original sólo se conserva parte de una pierna, rescatada durante la quema por el artista Francisco Palma Burgos y expuesta en el Palacio Episcopal, y un pie, que lo custodia la Congregación del Cristo de Mena. 
Estas secciones de la talla fueron agrupadas tras la quema por Narciso Díaz de Escovar, académico de Bellas Artes de San Luis que, en una carta al escritor malagueño Miguel Ruiz Borrego describía los hechos diciendo: "(...) El Cristo de Mena que se creía salvado, pues lo escondieron entre paños unos hermanos en un almacén, se quemó luego. Han aparecido los carbones. Palma salvó una pierna y mi sobrino tiene un pie casi carbonizado, pero se ve el hueco del clavo y se conservan dos dedos. El San Juan de Dios de Santiago, la Dolorosa de los Mártires, la Virgen de San Pablo, el Señor del Puente, la Exaltación... todo quemado. Hoy me han dicho que en la Trinidad quemaron todas las imágenes y por tanto habría perecido la magnífica Virgen de la Paz de Ortiz y el notable San Onofre, escultura del siglo XV."

El Cristo de Mena y la Legión
A partir de 1925 la Congregación de Mena tuvo la idea de colocar la imagen del  Cristo de la Buena Muerte, desde el inicio de la Semana Santa, sobre un catafalco a fin de que los malagueños pudieran verlo muy de cerca. Toda Málaga pasó ante él. 
1ª guardia legionaria al Cristo de Mena (pie dcho.)1931
Según Elías de Mateo, en 1928 la Legión Española (aún con la denominación de El Tercio) nombra al Cristo de la Buena Muerte su Santo Protector, escoltándolo por primera vez en la procesión en 1930. La unión entre El Tercio y la Congregación era cada vez mayor.
Los años de la II República y los de nuestra Guerra Civil supusieron un grave revés. La pérdida del Cristo de Mena, de la capilla y de los enseres procesionales obligarán a un forzoso exilio de la Congregación en la Catedral, montándose, a partir de 1932 los tradicionales cultos internos en su honor. Durante la Guerra Civil, los congregantes de Mena son perseguidos y asesinados.
En 1942 se bendice el Cristo de la Buena Muerte y Ánimas (conocido popularmente como el "Cristo de Mena"), tallado por Francisco Palma Burgos recreando el de Mena, instalándolo otra vez en la Iglesia de Santo Domingo.
Uno de los momentos en los que se manifiesta esta devoción militar es cuando se realiza el traslado y posterior entronización del Cristo en la mañana del Jueves Santo con un acto en la explanada de Fray Alonso de Santo Tomás, en el que el Cristo sale a hombros de los caballeros legionarios.
Por la noche, durante la procesión, La Legión desfila marcialmente detrás del trono, sin perder de vista a su protector, entonando continuamente el ‘Novio de la Muerte’ entre el calor y los vítores de los malagueños.

El novio de la muerte
Fue un cuplé cantado por Lola Montes con letra de Fidel Prado Duque y música de Juan Costa Casals (1882-1942). Se interpretó por primera vez el 20 de julio de 1921 en el Teatro Vital de Málaga. El 30 y 31 de julio de 1921 se interpretó en el teatro Kursaal de Melilla, con gran éxito. Dado que su letra exaltaba el espíritu militar y legionario, fue adaptada por la legión española, que la interpreta con ritmo solemne en determinadas ocasiones, una de ellas es el traslado del Cristo de la Buena Muerte en la Semana Santa de Málaga.
Posibles inspiraciones La letra se basa en un suceso real que tuvo lugar el 7 de enero de 1921 en Beni Hassán. En el transcurso de una acción militar durante la Guerra del Rif, falleció como consecuencia de heridas de guerra el cabo de la primera bandera de la legión Baltasar Queija de la Vega. En su bolsillo se encontraron al parecer unos versos que acababa de escribir, emocionado por la reciente muerte de su novia. Poco antes había expresado a sus compañeros el deseo de reunirse prontamente con ella en la otra vida. Esta historia fue recogida por el fundador de la legión española, Millan Astray, en su libro La Legión... Al Tercio. Sin embargo, dado lo novelesco del suceso y la falta de datos sobre la actividad poética de Baltasar Queija de la Vega, algunos historiadores la han calificado como leyenda.
Yo personalmente, mientras no haya una hipótesis mejor fundada, prefiero creer que quien inspiró la letra fue el cabo Baltasar Queija. Y os invito a escuchar esta versión de 1951 a dos voces solistas.

No hay comentarios: