jueves, 21 de octubre de 2021

Del Mirador, a la Cuesta de la Reina (ingenuamente)

Pamploneses en el Mirador de los Jardines de la Taconera A. García Deán 1911 ca. AMP

Aquel camino que, como quien no quiere la cosa, iba desde el Mirador a la Cuesta de la Reina acabó enterrando al Baluarte Gonzaga y jubilando al propio Mirador. ¿Me acompañas?

Hace un siglo era, sin duda, el rincón más agradable y visitado de los Jardines. Hoy poca gente sabe dónde estaba. Los cambios han sido radicales y de lo que fue "El Mirador" sólo queda una fila de 4 árboles y el tramo de la barandilla del fondo. El convento de los Carmelitas Descalzos y, sobre todo, la tapia escalonada de las Recoletas nos garantizan que fue allí donde estuvo el famoso Mirador.
Pamploneses en el Mirador de los Jardines de la Taconera A. García Deán 1911 ca. AMP
Para que nadie más se vuelva loco buscando el dichoso Mirador, lo he marcado en Google Maps junto a los 4 falsos plátanos. Y moviendo el muñequito podéis plantaros allí mismo y tener una imagen de 360º de la zona.
Hoy el Mirador de Vistabella ha sustituido a aquel entrañable Mirador
La reforma del  entorno del Mirador
Los cambios en el Mirador (más para su entorno) comenzaron en 1925.
Dice Arazuri (PCB III, 250):

La Cocina.—En «Diario de Navarra» de 2 de marzo de 1975, sección «Medio Siglo atrás» se habla del proyecto que se había entregado al Alcalde don Leandro Nagore, con fecha 1.° de marzo de 1925, para reforma del mirador de la Taconera que afectaría también a la parte de los Jardines de la Taconera y también a la conocida por «La Cocina», o sea la paralela al salón central por la parte de «la caseta del petróleo», la cual quedaría unida a la explanada existente, saliendo del portal de la Taconera a la derecha». (Es decir, que «la Cocina» sería el andén que hoy está destinado a andén de bicicletas (B), o lo que es lo mismo la zona o paseo izquierdo de los Jardines yendo en dirección al Mirador). Las razones de este nombre no se conocen. ¿Habrá habido en la guerra carlista alguna cocina militar o «económica», de las que se acostumbraban a montar en los inviernos para apagar el hambre de tantas gentes pobres como había por aquél entonces?

Hay que reconocer que en este caso don José Joaquín no estuvo muy acertado. Quizás porque no dio con la noticia original (la de 1925) o porque se obcecó con el nombre de "La Cocina" y no cayó en la cuenta de que estaba ante el comienzo de la gran transformación de lo que, hasta entonces, era el Baluarte Gonzaga (G). Y del propio Mirador.
Esta es la noticia que aparece el martes, de de marzo de 1925 en Diario de Navarra:

El Negociado Municipal de Obras ha entregado al (sic) proyecto de reforma del Mirador de la Taconera y paso a la Cuesta de la Reina, ideado y corregido por el señor Nagore.
Según hemos visto en el citado proyecto, con la indicada reforma quedará considerablemente mejorada y embellecida aquella parte de los Jardines de la Taconera y también la que se conoce con el nombre de "cocina", o sea la paralela al salón central por la parte de la caseta del "Petróleo", la cual quedará unida a la explanada que existe saliendo del portal de Taconera a la derecha.
Las obras, aprobadas ya por la superioridad, comenzarán en breve y se realizarán con cargo al capítulo presupuestado para trabajos de invierno, y de ese modo al mismo tiempo se dará trabajo a los brazos parados y se hará una obra útil que proporcionará al vecindario, sobre todo en verano, un paseo muy agradable.
Felicitamos al Sr Nagore por su iniciativa y por haber conseguido la necesaria autorización para realizar tan admirable proyecto.
Bicicletas (andén), Cocina, Gonzaga, Reina (cuesta de la), Taconera (portal de),
Teobaldo (arquería) Vistabella (Mirador de)

He marcado en negrita "paso a la Cuesta de la Reina", porque ese paso desde el Mirador hasta la Cuesta de la Reina eran palabras mayores.
Lo primero que hay que decir es que el autor (y corrector) del proyecto es Leandro Nagore y Nagore (Alcalde, Octubre 1923-Octubre 1926), del cual tenéis unas cuantas imágenes en el Archivo Municipal. Y es felicitado, además, "por haber conseguido la necesaria autorización", se supone, del Ramo de Guerra, ya que, para pasar desde el Mirador (rectángulo amarillo) a la Cuesta de la Reina (trazos amarillos), había que rellenar el foso (trazos rojos) que, desde la Arquería de Teobaldo (T, 1934) torcía 90º a la parte de la muralla que miraba al Portal Nuevo.
Como podéis imaginar, trabajo que exige mucha mano de obra, de ahí lo de que "se dará trabajo a los brazos parados".
No estaría mal que en ese ameno paseo se pusieran un par de placas con el nombre de quien lo proyectó: "Paseo Leandro Nagore y Nagore (Alcalde, 1923 - 1926)". 
Jardín, al norte del Paseo de Leandro Nagore y hasta 50m. de la muralla. 1938 Galle
Posteriormente, en 1931, se rellenaron el resto de fosos del Baluarte de Gonzaga, se recrecieron los muros del frente norte hasta igualar la altitud de la pasarela (donde Teobaldo), se tiraron los muros que superaban dicha altitud y se adelantó el Mirador hasta el borde de la muralla que alcanza la Cuesta de la Reina. A finales de septiembre del mismo año se instaló la barandilla del nuevo Mirador, al que Romedobal bautizó -no oficialmente- con el título de «Vista Bella». 
Ahora, aunque el nuevo Mirador de Vistabella le había robado gran parte de la clientela, todavía tenía algún sentido como mirador. Sentido que perdió del todo cuando el Portal Nuevo (1948-50) se puso a su altura.

Cocina
En cuanto a la denominación de "cocina" (C) para lo que luego se llamó el "andén de bicicletas" (B), en la reseña de 1925 no aparece como «La Cocina», sino como «cocina», sin artículo y en minúscula. Y sólo una vez en toda la hemeroteca.
El andén de las bicicletas, tras la reforma 1937 Galle
Yo no creo que haya que buscar su origen en alguna cocina física que se haya montado allí para alimentar a los pobres. Bien cerca está San Lorenzo, el Rincón de la Aduana y la Plaza de las Recoletas, lugares más adecuados para tal menester. De hecho, he encontrado en la hemeroteca alguna reseña del número de platos que habían dado a los necesitados la Parroquia de San Lorenzo y La Misericordia.
Creo más bien que se trata de un sentido metafórico: si al andén central de los Jardines se le llamaba "el Salón", donde todo el mundo estaba elegantemente vestido, en el andén oeste, apenas urbanizado (C en  foto del Sitna) y con la "caseta del petróleo", se podía estar como "de andar por casa", en zapatillas y con la blusa o la mandarra: como en la cocina.
Recuerdo, de niño, que estando en el Redín, cuando al personal le pillaba el apretón, solía ir detrás de la Capilla Barbazana y volvía muy relajado. ¿Sabéis cómo se llamaba aquel discreto rincón? "El cagadero municipal". Cosas de críos que también sabían poner nombres.

1 comentario:

J-A. Zubiaur dijo...

¡Evocaciones de cuando crío...!