lunes, 22 de junio de 2020

Viva la pimienta (I. Baleztena), por Miguel Dutor

Venta y puente del Mochuelo sobre el río Al Revés. Baleztena con boina
Como bien sabéis, Ignacio Baleztena aprovechaba melodías populares para sus ocurrenshias. Con la ayuda de Silvanio Cervantes, llevó a la partitura el Uno de enero, Levántate, pamplonica, Las Pamplonas, Después de pensarlo...
Lo que este 20 de junio nos regaló Miguel, ignoro si ha sido llevado al papel pautado, pero de lo que sí estoy seguro es de que no ha subido a la red. 
Es pues toda una primicia que Miguel, como luego escucharéis, aprendió de niño, de su abuela Lola, alrededor de 1965.
Esta pequeña joya -que titulo por el íncipit- fijaos qué letra tiene:
Viva la pimienta, la boina con vuelo, se me cayó la boina cerca del Mochuelo; 
y en unas matas que había al través, se me cayó la boina al río Al Revés.
La boina se sumergía, ay qué agonía; llamé corriendo a mi tía, mas no hay tu tía; 
andaba mucho bochorno por el contorno, también por la carretera.
Tiene todos los ingredientes: el aire y las expresiones de lo popular ("la boina con vuelo" "no hay tu tía"), un poco de toponimia menor (el Mochuelo, río Al Revés), y ese toque surrealista ("viva la pimienta") que nunca falta en las canciones de don Ignacio.
Quiero destacar de la foto de portada que es un trozo de este magnífico cuadro de Prudencio Pueyo, en el que se ve a los toros de las corridas de San Fermín, de hacia 1890, pastando en el Sario.
"Toros en el Mochuelo" Prudencio Pueyo h.1890. Vista actual desde el puente sobre el Sadar
Se ve parte de la Venta del Mochuelo y los ojos irregulares del puente sobre el río Sadar, llamado en la canción "río Al Revés", como tradicionalmente lo conocemos en Pamplona (aunque los de Echavacoiz le dan este título al río Elorz).
Éste es, pues, el escenario en el que transcurre el suceso que en primera persona nos cuenta Ignacio Baleztena. Seguro que él, como el gentío de la imagen, fue más de una vez, después de Vísperas, al Sario, a admirar las ganaderías.
Muchas gracias, Miguel Dutor, por este desolvido.

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