viernes, 12 de junio de 2020

Por el arreglo de la presa de Santa Engracia

La presa de Santa Engracia con la escotadura central por donde se cuela el agua del Arga
desde hace más de dos años. Al fondo, el puente de Santa Engracia.EDUARDO BUXENS
Gracias a la Presa de Santa Engracia -más antigua que la Catedral, que las Murallas y que todos los edificios de Pamplona, salvo, quizá, la Cámara de Comptos-, se celebró la Travesía del Arga, Campeonatos de pesca, funcionó a tope el Club de Remo. Pamplona no debe vivir de espaldas al río.

Nuevos informes respaldan el arreglo de la presa de Santa Engracia
El Club Naútico, las federaciones de pesca y remo y la Asociación de Cazadores y Pescadores apoyan su uso recreativo
El Club de Remo exige su arreglo
Más de dos años lleva inmersa Pamplona en un debate político y ciudadano acerca de la idoneidad o no de arreglar la presa de Santa Engracia, aguas abajo del puente de Oblatas. De origen medieval, asociada a un molino batanero para compactar paños primero, luego harinero y finalmente eléctrico, desde 2018 la presa presenta una escotadura en su parte central que impide mantener como hasta entonces que el agua quedase embalsada en el tramo anterior.
El Ayuntamiento de Pamplona está a la espera de que la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) responda de una forma definitiva a su petición de permiso para arreglar la presa. Hace ya varios meses el consistorio envió al organismo responsable del cauce la última documentación requerida para solventar los últimos trámites, entre ella una adecuación del proyecto inicial con la inclusión de un denominado “paso de peces”, una construcción que permita a la ictiofauna sobrepasar la presa sin problemas, tanto aguas arriba como aguas abajo.
Entre otros motivos, por este “paso de peces” el presupuesto para el arreglo de la presa de Santa Engracia se ha incrementado de los 82.632 euros de hace un año a los 133.457.

A FAVOR Y EN CONTRA
1892 Altadill pescando y disfrutando del río
El arreglo o no de la presa de Santa Engracia ha implicado un tira y afloja en el consistorio pamplonés. En abril de 2018 el ayuntamiento, regentado entonces por el cuatripartito (Bildu, Geroa Bai, Aranzadi e I-E) propuso a la CHE “la eliminación de azudes que suponen una afección crítica para el funcionamiento del río, se encuentren abandonadas y no cumplan ninguna función ligada al aprovechamiento de los recursos hídricos”. Poco después, presionado por la oposición primero, pero luego también por sus propios socios de gobierno (Geroa Bai), el concejal de Urbanismo Joxe Abaurrea (Bildu) se comprometió públicamente a un arreglo provisional de esta presa, aunque nunca llegó a ejecutarse.
En defensa de que el azud vuelva a recuperar su imagen original, datada en el siglo XIII, se han posicionado diversos colectivos como el Club Náutico de Navarra, que ha utilizado habitualmente para sus prácticas la piscina fluvial que creaba la presa. También hay voces contrarias a la reconstrucción como la del colectivo Arga Vivo, que defiende un cauce libre y natural de los ríos. La última palabra la tiene la CHE, que después de analizar la documentación dará o no permiso para la reconstrucción.

NUEVOS INFORMES Y ESTUDIOS
Sin presa, fin del remo
A requerimiento de la Confederación Hidrográfica del Ebro, el consistorio pamplonés enviaba hace unos meses la nueva documentación que avalaba las obras para reparar el azud de Santa Engracia. Se incluían por ejemplo los informes que cuantificaban el uso recreativo que propiciaba la presa y otro sobre su valor arquitectónico e histórico.
El primero lleva las firmas de la Federación Navarra de Pesca, del Club Náutico de Navarra, de la Federación Navarra de Remo y de la Asociación de Cazadores y Pescadores Deportivos de Navarra. Todos ellos avalan la necesidad de la presa para desarrollar sus actividades. La Federación de Pesca porque considera el enclave “óptimo e idóneo” para el desarrollo de su actividad, principalmente de los numerosos campeonatos y concursos que organiza, algunos desde hace 60 años.
El Club Náutico de Navarra, con 86 socios en estos momentos, expone en su escrito cómo la mayor parte de su actividad ha quedado frenada tras la rotura de la presa, entre ella los entrenos de los deportistas federados, pero también los cursos de aprendizaje y las campañas que organizan, con el riesgo que ello conlleva de la desaparición total del club.
En un sentido similar expone sus motivos la centenaria Asociación de Cazadores y Pescadores Deportivos de Navarra, responsable de la organización de diversos campeonatos y concursos.

UN PASO DE PECES
1932 Escala salmonera en el Bidasoa
Entre otras peticiones, la Confederación Hidrográfica del Ebro pidió al ayuntamiento que el proyecto de rehabilitación de la presa incluyera un dispositivo que garantizase a los peces de la zona su franqueabilidad. El denominado “paso de peces” se prevé construir en la margen derecha del cauce, de acuerdo con el proyecto elaborado por Nostratec. Ingeniería y Diseño. Consiste en una “sucesión de estanques ejecutados con hormigón armado de 3 m de largo, 2 m de ancho y 1,2 m de profundidad, con escotaduras entre ellos de 60 cm de anchura y 25 cm de altura dispuestas al tresbolillo entre los estanques. La caída entre ellos será de 25 centímetros.
El proyecto incluye también la reconstrucción del azud con un muro de hormigón armado de 20 centímetros de espesor y 2 metros de altura, que se apoyará en una zapata de 60 centímetros de anchura y 20 de canto. Además, aguas abajo, para conformar la presa, se dispondrá una escollera de hormigón rematada con piedras calizas del propio cauce. “Con este remate se pretende que la zona reconstruida se parezca lo máximo posible al resto de la obra”, señala el proyecto.
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Las “manchas” de inundación, similares con presa o sin ella
1931 presa San Pedro vacas frisonas Más
La documentación enviada por el ayuntamiento a la CHE incluye también un estudio hidráulico en el que se demuestra que la presa de Santa Engracia “no genera afecciones significativas para las avenidas de estudio del río Arga en esa zona”.
El trabajo analiza hasta tres posibles escenarios. En primer lugar estudia la situación actual con la escotadura central que presenta la presa desde hace más de dos años. Un segundo análisis lo centra en la presa reconstruida y en tercer lugar se plantea qué pasaría en el caso de la demolición total de la presa.
1939 San Pedro Archivo Más
Una de las conclusiones a las que llega el ingeniero de caminos, canales y puertos redactor del informe, J. Ignacio Diego Pereda, después de analizar la topografía, los caudales, la geometría del cauce, la rugosidad de los márgenes, y numerosas variables, es que las manchas de inundación “no se ven exageradamente alteradas” a pesar de las “diferencias de cotas” existentes entre la presencia de la presa o su ausencia. Ante estos resultados considera que “la demolición de la presa con respecto a las otras dos situaciones no va a provocar grandes cambios en las manchas de inundación”.
Sí se constata, como se ha podido ver ya en estos dos últimos años desde que la presa quedó dañadas, es que la eliminación del azud “redunda en una disminución de la lámina de la cota de agua” y que esto implica un aumento de la altura de las orillas del río, “lo que puede provocar la inestabilidad de algunas de ellas como consecuencia del efecto estabilizador del agua al pie de las mismas”.

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