lunes, 11 de mayo de 2020

Los vecinos de la secuoya del Redín

Secuoya y trovador. Lavanderas en el Abrevador (García Asarta)
Decíamos ayer que Altadill, siendo oficial, había tenido la suerte de librarse por sorteo de ir a la Guerra de Cuba. Y -¡vaya contraste!- ahí lo tenéis en 1898 -el año del Desastre- en el Redín, fotografiando a la secuoya, que es saludada por un trovador que con su mano derecha se quita el sombrero y en la izquierda lleva una guitarra.
A la derecha, un cuadro de Asarta, de 1895, en el que las alegres lavanderas quitan el protagonismo a la misma secuoya, tres años más joven que en la foto de Altadill.
Como veis en ambas fotos, salvo quizás el viejo instituto, los edificios vecinos de la secuoya nos resultan extraños. Quienes hemos vivido la infancia, en los años 50, en el Redín, tenemos una imagen del rincón de la secuoya bastante distinta y más parecida a la actual.
Esta foto de Berasáin, de entre 1914-30, la expresa de maravilla:
1954, Redín. pared de las Siervas. Sagrario, detrás, me dice que
va a salir un pajarico y yo extiendo las manos para recogerlo
Sólo le falta dos detalles: el rastro preciso en la yerba de los cordeleros y el letrero de "Chocolates MAYO":

El Laboratorio Agícola
El inmenso muro, luego de las Siervas, en el que, exactamente como esos niños, nos hicimos alguna foto familiar... Detrás de las dos monjas, el edificio que albergó a Chocolates Pedro Mayo... Y en el ángulo la entrada al Laboratorio Agrícola, presidida por un letrero precioso:

En diciembre de 1913 se comenzó a construir el Laboratorio Provincial que, aunque medio oculto, todavía conserva su puerta junto a la tapia de las Siervas. Fue el último vecino viejo de la secuoya.
Si entramos, veremos una construcción que, sin duda, nos recordará  a la Escuela de Peritos Agrícolas de Villava, casi ya en el término de Burlada, y al Casino Besta Jira ("ambiente festivo"), con los que muestra evidentes similitudes constructivas:
Una curiosa decoración con los logotipos de las ganaderías, que los expertos distinguirán perfectamente:
Y para rematar la faena, el nombre del autor: Manuel Ruiz de la Torre, arquitecto provincial, quien, 25 años después, recibió el encargo de redactar un proyecto de reconstrucción del Monumento a la Canción de Roldán, en el Alto de Ibañeta.

Los vecinos de la secuoya
La secuoya, hoy del INAP, fue plantada en 1855 y es gemelo de la secuoya de la misma especie que se levanta en los jardines de la fachada del Palacio de Navarra.
Convento del Carmen  y Puerta del Abrevador
1. Su vecino más antiguo fue el antiguo convento del Carmen, que era inmenso, contaba con dos patios –uno de ellos el claustro- y una huerta en la parte que daba hacia el antiguo Instituto, Escuela de Magisterio, de Comercio y el Laboratorio Provincial. En 1836 el Estado se incautó del edificio conventual, incluida la iglesia, para dedicarlo a hospital militar, destino que en 1841 se cambió por el de cuartel de infantería, uso en que se mantuvo hasta la década de 1890, cuando la tropa pasó a los nuevos cuarteles del Primer Ensanche. Así pues, sus primeros vecinos fueron los soldados. 
2. A continuación los estudiantes del Instituto, privado en 1842 y público desde 1845.
3. Las terceras vecinas de la secuoya, las Siervas de María quienes en 1878 vinieron a la calle Curia 12 y, al año siguiente, 1879, adquirieron un local más amplio en la calle Salsipuedes (que luego pasó a ser de las Carmelitas Descalzas). En diciembre de 1910, se trasladaron a la Plazuela de San José, donde permanecen en la actualidad.
4. Tras el abandono por el Ejército, el antiguo convento del Carmen pasó a ser propiedad del Ayuntamiento, que lo derribó  y procedió hacia 1900 a la venta de su solar a distintos particulares, también vecinos de la secuoya, como Pedro Mayo.
5. Las Carmelitas llegaron a Salsipuedes justo a tiempo para la foto de Altadill (1898) ya que el Complejo conventual fue construido entre 1898 y 1900, siguiendo el proyecto del arquitecto diocesano Florencio de Ansoleaga. La iglesia se inauguró en 1900 
6. Finalmente, el Laboratorio Agrícola que se empezó a construir en diciembre de 1913.

El trovador
Y volviendo a la foto del trovador, es claro que el muchacho de la guitarra no pertenece al gremio religioso o militar sino al de los estudiantes del Instituto, de cuyo edificio (se ven ventanas, como en el cuadro de Asarta) parece estar saliendo.
No puede ser (¡qué pena") el bardo Iparraguirre, ya que murió en 1881. Pero sí que el mozo de la guitarra -el vecino más amable de la secuoya- es un precedente en el siglo XIX de la actual Cofradía de San Saturnino, que ha cantado a los rincones más bonitos de Pamplona.

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