Galle 1932 Presa y molino de la Biurdana |
Cuando, durante la cuarentena, vi en el Archivo abierto esta imagen de Galle, me dio un vuelco el corazón. Es mi paseo preferido y tenía ganas de que se acabaran las restricciones para volver allí. Comparando ambas fotos, parece mentira que hayan pasado casi 90 años.
"Todo fluye, nada permanece", decía el viejo Heráclito. Salvo la presa y molino de la Biurdana.
"Todo fluye, nada permanece", decía el viejo Heráclito. Salvo la presa y molino de la Biurdana.
"Todo fluye, nada permanece". Salvo la presa y molino de la Biurdana |
Javier Baleztena nos delimita la extensión del topónimo:
Biurdana: «Da principio a la salida de la puerta de la Taconera y comprende el terreno que se halla entre el camino del cementerio y el de la Biurdana, terminando en la plazoleta del cementerio».
Altadill 1895 |
El molino de la Biurdana se cita probablemente en el poema de Anelier (1276), que habla
de combates habidos entre los de la Navarrería y los del Burgo en
las proximidades del molino de este nombre. Era este molino propiedad
de la ciudad.
Otros sitúan su construcción entre 1339 y 1341.
Carlos Amat 1920-29 |
Sea como fuere, el 22 de noviembre de 1570, Martín Echarren, arrendador de los molinos de la Biurdana, denunció al municipio de cómo el Molino Nuevo que estaba haciendo el escribano real en el Arga y la presa del mismo, causaban gran daño al molino de la Biurdana, propiedad de la ciudad.
Así pues, estamos hablando de un molino antiquísimo que puede rondar los 750 años.
Como molino harinero estuvo plenamente operativo hasta finales del siglo XIX. Luego, como la mayor parte de ellos, se reconvirtió en central hidroeléctrica.
Gran imagen de E. García. Su logo me ha ayudado a colocarla en el sentido correcto |
Cuando hoy, siguiendo por la margen derecha, llego a las inmediaciones de la presa -42 metros de larga y 2,5 de altura- los azulones me acompañaban.
Una delicia de paseo que os recomiendo.
La Biurdana. Origen del nombre (por Mikel Belasko)
Cuando ayer escribí esta entrada, dudaba si poner "Biurdana" o "la Biurdana". Me costó decidirme pero al final me decanté por esta última. Y creo que acerté.
Hoy me ha llegado un comentario de Mikel Belasko, al que agradezco enormemente su colaboración, que explica el origen del topónimo "la Biurdana" con pelos y señales.
Sólo, una corrección: La Bigorra (en occitano gascón Bigòrra, en francés Bigorre) no es una ciudad sino la denominación tradicional de un país del sudoeste de Francia. Es parte de Gascuña y en consecuencia, de Occitania.
Y una invitación a Mikel para que corrija en la página de Wikipedia la divertida etimología que dan de "Bigorra".
Por cierto, cuando estuve trabajando en Tarbes, subí al Midi de Bigorre con el amigo que me enseñó la bellísima canción Bèth cèu de Pau.
Os dejo con Mikel:
Esto escribí en Zeberri! en febrero de 2009 sobre la etimología de Biurdana.
La Biurdana. Origen del nombre (por Mikel Belasko)
Hoy me ha llegado un comentario de Mikel Belasko, al que agradezco enormemente su colaboración, que explica el origen del topónimo "la Biurdana" con pelos y señales.
Sólo, una corrección: La Bigorra (en occitano gascón Bigòrra, en francés Bigorre) no es una ciudad sino la denominación tradicional de un país del sudoeste de Francia. Es parte de Gascuña y en consecuencia, de Occitania.
Y una invitación a Mikel para que corrija en la página de Wikipedia la divertida etimología que dan de "Bigorra".
Por cierto, cuando estuve trabajando en Tarbes, subí al Midi de Bigorre con el amigo que me enseñó la bellísima canción Bèth cèu de Pau.
Os dejo con Mikel:
Esto escribí en Zeberri! en febrero de 2009 sobre la etimología de Biurdana.
"Nuestra sección dedicada a la toponimia presenta hoy una primicia a sus lectores: un nuevo significado e historia para el término pamplonés de la Biurdana.
Además, Biurdana, nombre de un bonito parque y de un centro de enseñanza, se dispone a cumplir en el año 2012 sus primeros 700 años de existencia documentada.
Ciñéndonos al nombre, /Biurdana/ ha resultado ser un topónimo engañoso. Nadie ha dudado hasta ahora de su origen euskérico.
Ciñéndonos al nombre, /Biurdana/ ha resultado ser un topónimo engañoso. Nadie ha dudado hasta ahora de su origen euskérico.
Baleztena lo veía muy claro. Demasiado, quizá. /Biur/ era euskera /bihur/ 'torcido' y /dana/ 'todo' 'lo que es'. El nombre describía los meandros del río.
Salaberri y Jimeno Jurío se mostraron más cautos y barajaron más de una hipótesis. Se inclinaron, eso sí, por ver en /Biurdana/, como Baleztena, el nombre de un meandro del Arga. /Biur/ sería ‘torcido’ y /dana/ provendría en última instancia de /arana, araina/ 'valle'.
Sin embargo, este retorcido nombre no guarda relación alguna con /bihur/. La clave, como casi siempre, estaba en las formas más antiguas documentadas /La Bigordana/ y /La Bigurdana/, que son retorcidamente transparentes.
Sin embargo, este retorcido nombre no guarda relación alguna con /bihur/. La clave, como casi siempre, estaba en las formas más antiguas documentadas /La Bigordana/ y /La Bigurdana/, que son retorcidamente transparentes.
Decimos “retorcidamente transparentes” porque aunque en castellano no existe tal palabra, sí existen los bigordanos y las bigordanas de verdad. Esto es, personas nacidas en la ciudad francesa de Bigorre. ¡Un nombre occitano vestido con galas vascas!
Que lo dicho es algo más que una ingeniosa ocurrencia nos lo muestra tanto la existencia actual del apellido Bigourdan en Francia, como la aparición en la documentación navarra de fray Bernard de Bigordan en 1324.
Que lo dicho es algo más que una ingeniosa ocurrencia nos lo muestra tanto la existencia actual del apellido Bigourdan en Francia, como la aparición en la documentación navarra de fray Bernard de Bigordan en 1324.
Pero, sobre todo, resulta definitivo constatar que Estefanía Bigordán, vivió en Pamplona, en 1319. Bigordán fue una monja del convento de Santa Engracia que firmó en una carta de posesión de una viña en el término de Costera, ¡precisamente en lo que hoy llamamos la Biurdana!
No sabemos si La Bigordana fue directamente nuestra Estefanía o bien si así se llamó a la viña o zona de viñas perteneciente a su familia.
Los Bigordán no han dejado tantas huellas en la documentación de la ciudad como los Cruzat o Caritat, pero sí tuvieron la suficiente entidad como para ser citada por Anelier de Tolosa en su poema sobre la Guerra de Navarra (año 1276). Ahí figura Ramo Bigorda (Ramón Bigordán), valeroso defensor de la Tor Nova.
La familia desapareció, y el exótico La Bigordana se transformó en algo más comprensible para los pamploneses que vivieron después: Biurdana.
Hoy, casi setecientos años después, el nombre de los Bigordán vuelve a sonar entre nosotros".
Mikel Belasko
2 comentarios:
Esto escribí en Zeberri! en febrero de 2009 sobre la etimología de Biurdana. "Nuestra sección dedicada a la toponimia presenta hoy una primicia a sus lectores: un nuevo significado e historia para el término pamplonés de la
Biurdana. Además, Biurdana, nombre de un bonito parque y de un centro de enseñanza, se dispone a cumplir en el año 2012 sus primeros 700 años de existencia documentada.
Ciñéndonos al nombre, /Biurdana/ ha resultado ser un topónimo engañoso. Nadie ha dudado hasta ahora de su origen euskérico. Baleztena lo veía muy claro. Demasiado, quizá. /Biur/ era euskera /bihur/ 'torcido' y /dana/ 'todo' 'lo que es'. El nombre describía los meandros del río. Salaberri y Jimeno Jurío se mostraron más cautos y barajaron más de una hipótesis. Se inclinaron, eso sí, por ver en /Biurdana/, como Baleztena, el nombre de un meandro del Arga. /Biur/ sería ‘torcido’ y /dana/ provendría en última instancia de /arana, araina/ 'valle'.
Sin embargo, este retorcido nombre no guarda relación alguna con /bihur/. La clave, como casi siempre, estaba en las formas más antiguas documentadas /La Bigordana/ y /La Bigurdana/, que son retorcidamente transparentes. Decimos
“retorcidamente transparentes” porque aunque en castellano no existe tal palabra, sí existen los bigordanos y las bigordanas de verdad. Esto es, personas nacidas en la ciudad francesa de Bigorre. ¡Un nombre occitano vestido con galas vascas!
Que lo dicho es algo más que una ingeniosa ocurrencia nos lo muestra tanto la existencia actual del apellido Bigourdan en Francia, como la aparición en la documentación navarra de fray Bernard de Bigordan en 1324. Pero, sobre todo, resulta definitivo constatar que Estefanía Bigordán, vivió en Pamplona, en 1319. Bigordán fue una monja del convento de Santa Engracia
que firmó en una carta de posesión de una viña en el término de Costera, ¡precisamente en lo que hoy llamamos la Biurdana! No sabemos si La Bigordana fue directamente nuestra Estefanía o bien si así se llamó a la viña o zona de viñas perteneciente a su familia. Los Bigordán no han dejado tantas huellas en la documentación de la ciudad como los Cruzat o Caritat, pero sí tuvieron la suficiente entidad como para ser citada por Anelier de Tolosa en su poema sobre la Guerra de Navarra (año 1276). Ahí figura Ramo Bigorda
(Ramón Bigordán), valeroso defensor de la Tor Nova. La familia desapareció, y el exótico La Bigordana se transformó en algo más comprensible para los pamploneses que vivieron después: Biurdana. Hoy, casi setecientos años después, el nombre de los Bigordán vuelve a sonar entre nosotros".
Mikel Belasko
Muchas gracias, Mikel, por tu oportuno comentario que de mil amores incluyo en la entrada y en el propio título
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