martes, 28 de enero de 2025

1996: Zubitur, defensor de Casa Baleztena en Leiza

Gracias a esta ekintza, muchos supimos de Zubítur. Pero no lo conocimos del todo bien, ya que no leímos esta crónica de Diario de Navarra, que no gustó nada a los batasunos de Leiza y se dedicaron a difamar a Silvestre: que si había disparado contra la ikurriña, que si Rosario Baleztena era la agresora... Nos llegó un mensaje confuso que conviene clarificar con la crónica tal cual.
P.F.L. DN 13 08 1996
Abate con perdigones los globos que izaban una ikurriña en Leiza
El concejal Silvestre Zubítur, de UIL, reaccionó así tras incidentes con una bandera española
Silvestre Zubítur, foto actual
Leiza vive hoy su cuarto día de fiestas en honor a San Tiburcio, jornadas que se han visto envueltas en polémica a raíz de los incidentes vividos el pasado domingo. Ese día, el concejal de Unión Independiente Leizarra (UIL), Silvestre Zubítur Goñi, disparó tres perdigones con una carabina de aire comprimido contra los globos de gas que elevaban una ikurriña de grandes dimensiones. El concejal reconoció ayer la gravedad de los hechos, pero se mostró tranquilo porque, a su entender, lo único que hizo fue «defender a una señora que habían pegado antes». El suceso ocurrió pasadas las once y media de la mañana, cuando la Corporación municipal se dirigía, al finalizar la misa mayor, hacia la plaza para presenciar la actuación de los danzaris. Para llegar hasta allí, la corporación debe pasar por debajo de Casa Baleztena, propiedad de los hermanos Baleztena y en la que pasan largas temporadas las hermanas Silvia, Rosario e Isabel. En el balcón de la casa colgaba, como todos los años el día de San Tiburcio, una bandera de España y otra de Navarra laureada.

Ataques contra la casa
Desde que el Ayuntamiento Leizarra decidió no ondear la Enseña
Nacional en su balcón, la familia Baleztena corrigió el agravio
colocando una en el suyo, sita frente al Consistorio.
Momentos antes de llegar la Corporación, una persona. de la que únicamente se sabe que no es de Leiza, trepó hasta el balcón de la casa y retiró la enseña nacional. Silvia Baleztena respondió colocando otra bandera española. Posteriormente, un grupo de jóvenes intentó entrar a la casa, golpeando la puerta con maderos, situación que evitó un grupo de vecinos de Leiza. Al parecer, según explicó Silvia Baleztena, durante los altercados un joven propinó a su hermana Rosario un golpe en la cabeza. 
En ese momento, según explicaba ayer, las hermanas quitaron las banderas y colgaduras del balcón, «porque no quería que profanaran la bandera de Navarra», cerraron las contraventanas; gritaron «Viva España» y se quedaron dentro de la casa. 
Zubitur desafía la prohibición del Ayuntamiento y rinde la bandera de Navarra
Los jóvenes coreaban consignas como «ikurriña bai, española ez» o «Que se vayan, diles que se vayan...», mientras los cientos de vecinos que acudieron a ver la actuación de los danzaris presenciaban lo ocurrido, entre la sorpresa, la indignación o el aturdimiento. Silvestre Zubítur, que bajaba junto al resto de la Corporación, decidió irse a casa tras la misa, y no presenciar el resto de los actos, «porque no quería ver tanta ikurriña alrededor, ni presenciar la izada de otra y estaba muy enfadado con todo lo ocurrido, sobre todo con la pasividad de la corporación ante los actos», según explicaba ayer. Cabe señalar que la izada de la ikurriña con globos entraba dentro de un programa alternativo, no oficial. Una súbita reacción camino de su casa, siempre según su versión, le comunicaron que un joven había pegado a Rosario Baleztena y entonces decidió coger una carabina de las que tiene en la armería que él mismo regenta y que se encuentra a escasos metros de la plaza consistorial, en la que ocurrieron los hechos. Entonces, ya con la carabina en la mano, fue a la casa de los Baleztena y una vez en el balcón, explica, disparó tres perdigones a los globos para que cayera la bandera, «porque estaba harto de tanta provocación».

[Patxi Zabaleta en Cartas al director:
Rosario Baleztena en 1996
No quiero, sin embargo, dejar de comentar el apartado más doloroso para mí de todo este asunto. Dada nuestra vecindad y también, como he dicho antes, nuestra cordial enemistad política, me personé ante Doña Rosario para expresarle sinceramente que sentía lo ocurrido con su persona. Conozco lo sucedido, porque cuento incluso con el testimonio de una persona que presenció directamente el intercambio de tortazos, puesto que pasaba por allí en el momento en que sucedió. Textualmente me contestó Doña Rosario: "No digas que lo sientes, porque ya sé que no lo sientes".

¡Hay que ser miserable! ]

Zubítur asegura que midió ben los disparos y que reparó en que no hubiera nadie en la terraza del ayuntamiento, que se encuentra en frente, «lo que no pensaba era que el globo, al ser de gas, iba a hacer tanto ruido al explotar». En ese momento, los abucheos fueron generales y hubo vecinos que intentaron apaciguar los ánimos. Otros jóvenes, sin embargo, procedieron a tirar piedras, botellas y otros objetos a la fachada de la casa aunque solamente un mechero estalló junto a él. Ninguna de ellas afectó a Zubítur que tras el suceso permaneció unos minutos en el balcón y posteriormente se introdujo en el interior.

Serenidad de los danzaris
Leitzako Ezpata Dantza-1960-Dantzan
Cabe destacar que los danzaris, que en ese momento bailaban la ezpatadantza, mantuvieron la serenidad y decidieron seguir con su actuación, aunque según sus palabras, apenas podían escuchar el sonido del chistu. A juicio de muchos vecinos, esto sirvió para evitar mayores incidentes, puesto que los danzaris intentaron concentrar la atención del público. Aunque tras el suceso la actividad festiva siguió con normalidad y no se produjo ningún incidente, el suceso de San Tiburcio es ya el comentario de las fiestas. 
Por su parte, el alcalde de Leiza, Mikel llarregi (HB), destacó la gravedad de la reacción del concejal, «precisamente por el agravante de que es concejal y de que no estaba en su casa. Es indignante». 
Las hermanas Baleztena acuden cada año a Leiza por fiestas y siempre colocan la bandera española en el balcón. «En la plaza hay muchas ikurriñas y nadie dice nada, está todo lleno de pancartas alusivas a la independencia o los presos y tampoco pasa nada. Eso no es provocación, pero sí lo que nosotras hacemos, pues no es justo. Y no es cuestión de comparar banderas, porque en mi opinión la bandera nacional o tiene ninguna comparación con la ikurriña, que es de menor categoría»
P.F.L.
Silvestre Zubítur es concejal en Leiza desde 1991
"Estoy harto de poner la mejilla"
El edil asegura que actuó así «porque pegaron a una mujer mayor» amiga
Silvestre Zubítur Goñi, natural de Leiza, de 40 años de edad, vive su segunda legislatura’ como concejal de Unión Independiente Leizarra; aunque está afiliado a UPN, partido con el que hasta ayer por la tarde no había mantenido ningún tipo de comunicación para valorar lo ocurrido. El Ayuntamiento de Leiza está compuesto por cuatro ediles de HB, que posee la alcaldía, otros cuatro de EA y tres de UIL. Este año la tensión ha empañado unas fiestas que la mayoría de los vecinos desean tranquilas y en paz. 
El equipo de Zubítur, ante el trampantojo de Leiza
Zubítur maneja esa bandera como una pluma.
Su reacción sorprendió a todos los vecinos. Muchos, leizarras y foráneos, le han felicitado, otros le han reprochado su actitud. Él se siente tranquilo y, aunque reconoce la gravedad de lo ocurrido, afirma que no se arrepiente porque lo que hizo fue «defender a una mujer mayor a la que habían pegado. Si no fuera por eso no habría cogido la carabina, aunque estaba nervioso por la tensión vivida, como ocurre cada año». Silvestre Zubítur asegura que durante todo el día de ayer recibió numerosas muestras de apoyo, venidas de toda España, «me ha llamado gente de Marbella, de Madrid, de Alava y sobre todo de Pamplona). También se mostraba contento por el apoyo de muchos convecinos que se acercaron hasta su casa para apoyarle. El concejal insiste en que midió muy bien los disparos (es muy aficionado a la caza). «Measeguré de que no hubiera nadie en la terraza del ayuntamiento que se encuentra en frente, lo que no pensé fue en el fuerte ruido que hicieron los globos al explotar y en que mucha gente se habría asustado». 
2022. Al final, se han salido con la suya
Silvestre Zubítur, amigo de la familia Baleztena, asegura que «está harto de poner siempre la mejilla». «Esta mañana una periodista me ha preguntado a ver si me tomó la justicia por mi mano y si practiqué el ojo por ojo. ¿Qué quieres que haga?, le he dicho, ¿ponerme de rodillas y pedirles perdón?, pues no, ya está bien. Está toda la plaza llena de pancartas y nadie dice nada. Las hermanas Baleztena están en una casa particular y pueden poner lo que quieran en el balcón», sostiene. «Aquí resulta que hay libertad para algunos solamente, no para todos. No puede ser, yo quiero que haya unas fiestas en paz, sin política, y que la gente se dedique a divertirse, pero siempre hay alborotadores». En este sentido, Zubítur asegura que hubiera sido peor si llamaran a la Guardia Civil para que redujeran a los alborotadores, «entonces hubieran mandado muchas patrullas y a lo mejor recibía un pelotazo alguien que no tuviera culpa. Hubiera sido peor», matiza. "Esta mañana he atendido a numerosos medios de comunicación, el hecho ha tenido eco, porque aunque no ocurrió nada, ha sido algo grave, lo sé", concluyó el edil.

Atentados de ETA relacionadas con Leiza
Para situar la ekintza de Zubítur, de 1996, en el contexto de los atentados de ETA:
1. ETA mató a tiros el 17 de abril de 1979 en la N-1 en Tolosa al guardia civil Juan Francisco Batista (24 años) cuando regresaba de Leiza de estar con su novia, Asun, con la que esperaba un bebé.
La placa, en el maletero de un coche
2.
Gregorio Hernández Corchete tenía 27 años y vivía desde hacía cinco en el municipio navarro de Leiza, de donde era natural su esposa. El joven se había aficionado a la tradicional caza de la paloma y el 15 de octubre de 1982 acudió al cuartel de la Guardia Civil de la localidad para pasar la preceptiva revisión del arma que había adquirido en la armería de Zubítur. Cuando abandonaba el cuartel, terroristas que viajaban en un Renault 12 pasaron a toda velocidad por delante del edificio mientras disparaban una ráfaga de metralleta y lanzaban una granada. El ataque hirió mortalmente a Gregorio Hernández. El médico del pueblo, que se acercó al cuartel, sólo pudo confirmar su fallecimiento.
3. José Javier Múgica Astibia (1942-2001) fue un concejal de UPN en el Ayuntamiento de Leiza (Navarra), asesinado por la banda terrorista ETA el 14 de julio de 2001, a los 59 años de edad.
4. El 24 de septiembre del año 2002 en Leiza, Navarra, ETA colocó una pancarta trampa. Cuando fueron a retirarla, los terroristas activaron con un mando a distancia una bomba que causó la muerte a uno de los agentes, Juan Carlos Beiro, y el resto resultaron heridos de distinta gravedad.

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