De todas las críticas sobre el cambio de nombre de la Avenida del Ejército, ésta de Manuel Sierra es de las pocas que mencionan que Catalina de Foix ya cuenta con un digno espacio junto al Palacio de los Reyes de Navarra.
Si yo fuera Catalina,
le diría al Asirón:
"no me metas en follones,
que estoy muy bien donde estoy"
Os recomiendo un par de escritos más de este militar en la reserva, que os enlazo al final
Catalina y el Ejército
El próximo cambio de nombre de
la Avenida del Ejército por el de la
reina Catalina I de Navarra me
plantea varios interrogantes, a saber:
Dado que en Pamplona gobierna el nacionalismo vasco
“aberchale” y republicano, ¿habrá
sufrido el alcalde un ataque agudo
de furor monárquico?
Y si no es
así, ¿a qué obedece la imperiosa
necesidad de dar más lustre a quien ya cuenta con un digno
espacio junto al Palacio de los Reyes de Navarra además de un colegio público en Cizur?
Algo no cuadra, y menos cuando ello implica
la exaltación de una figura del antiguo régimen en detrimento de
una institución que garantiza el
actual democrático. ¿No es una
medida insospechada de quienes
también se definen “socialistas de
progreso”?
Entonces, ¿no será esta repentina vocación monárquica una burda excusa? Está claro
que sí. Porque un nacionalista
vasco y “aberchale” no puede sufrir tal reconocimiento al Ejército
(español por supuesto). Imagino
su calvario cada vez que transita
la avenida en uno u otro sentido, a
pie o a motor, de día o de noche, en
soledad o en masa vociferante bajo alguna pancarta…Sólo pensarlo
da escalofríos.
En fin, con avenida
o sin ella, nuestras Fuerzas Armadas seguirán cumpliendo su misión: “garantizar la soberanía e independencia de España, defender
su integridad territorial y el ordenamiento constitucional”, el mismo que permite gobernar a quienes, sin condenar los crímenes
etarras, quieren liquidarlo.
Eso sí,
aunque Catalina naciera en Mont
de Marsan (Francia) y no es probable que hablara un batúa fluido,
cabría considerar que su nombre,
una vez euskerizado, figurase con
“k” de alkaldada.
MANUEL SIERRA,
CORONEL DE INFANTERÍA (RESERVA)
Dos enlaces a otras dos magníficas 'cartas al director' de Manuel Sierra
1. Sábado 25 de octubre de 1986
Se cumplen 32 años del asesinato del General Gobernador militar de Guipúzcoa, Rafael Garrido Gil, junto a su esposa Daniela Velasco y su hijo Daniel, de 16 años, además de María José Teixeira, de 27, quien pasaba por el lugar del atentado, en pleno centro de San Sebastián.
Vivía yo en San Sebastián, en el barrio de Inchaurrondo. Era sábado y había salido a dar una vuelta. Desde allí, en aquellos años, se llegaba a ver el centro, Igueldo, Urgull...
De repente, hacia las 10:30, una gran explosión y, desde donde estaba, observé una muy definida columna de humo que subía al cielo desde el centro de San Sebastián y, segundos después, el ruido infernal. Me temí lo peor. Y efectivamente.
"Yo era por entonces profesor en la facultad de Filosofía de la UPV, sita entonces en Zorroaga, y tuvimos que soportar por mucho tiempo una pintada en pleno salón de actos que decía: ‘La familia Garrido se fue como el humo de las velas’. Ninguna autoridad académica, durante semanas, tomó la iniciativa de borrarla" (Alfredo Tamayo).
"Aquella manifestación terminó en graves disturbios ya que trataron de reventarla los perros anteriormente mencionados. Fue un combate cargado de rabia, los policías nacionales se interpusieron entre los dos grupos; fue la primera vez que la gente les aplaudió. Ellos no lo podían creer." (Javier)
Nos lo cuenta Manuel Sierra en un artículo del 25.10. 2018
2. Carta de Manuel Sierra a José Julio Rodríguez, el General de Podemos.
20 de mayo de 2016, en el diario ABC
"Afirmo que este personaje es, en realidad, un farsante, tan indigno y oportunista como el que más. Y quien lo nombró Jemad, alguien tan nefasto como él"
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