Miguel Ángel Iriarte nos recuerda que la
actuación de José Javier Uranga choca con algunos de los lugares comunes que se
repiten sobre la figura del exdirector de Diario de Navarra. Cuando oigamos a alguien etiquetar a Ollarra como "hombre del régimen" o "antivasco", aquí encontraremos buen material para una respuesta contundente.
Ni un hombre “del régimen” ni antivasco, por Miguel Ángel Iriarte
Conocí a José
Javier Uranga a comienzos de 2010, cuando empecé
mi tesis doctoral sobre "el artículo periodístico": deseaba estudiar ese género a
través de un ejemplo —los gallos de Ollarra—. Se inició así una relación sumamente
enriquecedora para mí, a través de las conversaciones que mantuve con él y de
los centenares de horas de investigación sobre su vida y su trayectoria profesional.
Son muchos los recuerdos personales que se acumulan y muchas las facetas de las
que me gustaría hablar; muchos los acontecimientos de los que fue testigo e,
involuntariamente, protagonista. Pero considero especialmente revelador su
comportamiento durante el franquismo tardío y la Transición, porque rompen
algunos posibles estereotipos sobre su figura. Y creo que merece unas palabras.
Algunos le acusaron —y la
acusación sigue en pie— de aceptar acríticamente la dictadura de Franco, y de
falta de valentía para plantarle cara. Otros le definían como enemigo acérrimo
de lo vasco. Pero ambas afirmaciones, así, sin matices, simplifican una
realidad que es más compleja, como he podido descubrir.
Entre 1966 y 1975, Uranga y Diario
de Navarra sufrieron cuatro expedientes administrativos que amenazaban con
el secuestro de ediciones o con sanciones económicas serias.
También recibió frecuentes llamadas desde el Ministerio para amonestarle tras
la publicación de algunos artículos: en particular, los referidos a los fueros
navarros. Fue convocado en varias ocasiones a Madrid por el organismo
correspondiente para exigirle que matizara algunas críticas más o menos veladas
al Régimen. Quizá son menos conocidos sus abundantes desencuentros con el
ministro Manuel Fraga y con el director de Pueblo, Emilio Romero. Y es muy
significativo que Uranga recibiera en 1966 una llamada de Pío Cabanillas —alto
funcionario del Ministerio de Información— en la que le amenazó con cerrar el
periódico por iniciar la publicación de una página en euskera que todavía se
publica hoy: Nafar-Izkuntza.
Miguel Ángel Iriarte ocupa el ambón durante la lectura de la tesis
doctoral sobre José Javier Uranga. EDUARDO BUXENS
|
En su búsqueda de un periodismo independiente,
impulsó junto a otros directores de periódicos regionales la puesta en marcha
de Colpisa. No fue fácil porque la Administración no autorizaba —con excepción
de Europa Press— agencias privadas. Pero, tras repetidos intentos, en 1970
Colpisa se estrenó como “agencia de colaboraciones”.
Barandiarán 1972 |
Para favorecer el debate sobre el futuro
de Navarra, en 1976 en el Colegio Mayor Larraona (ver índice) se celebraron unas sesiones;
allí, por ejemplo, allí se empleó la expresión “amejoramiento del Fuero” que
más adelante sirvió para orientar la reforma jurídica en Navarra. Diario de
Navarra publicó un libro con el contenido de esas conferencias. Más
adelante, en 1978 el Diario organizó en su sede unas mesas redondas sobre la
Constitución que se sometía a referéndum, en las que participaron líderes
políticos y sociales de distintas tendencias (comunistas, nacionalistas vascos,
socialistas y partidos de centro derecha y de la derecha).
En sus artículos semanales de aquel
entonces abogaba por buscar los puntos en común de todos los navarros y por
mantener una moderación alejada del extremismo violento, muy activo en aquellos
años, como él mismo experimentó de manera brutal, el 22 de agosto de 1980. Que
los asesinos etarras le convirtieran en objetivo parece haber dejado en el
recuerdo de algunos un Uranga enemigo visceral de lo vasco, pero es una etiqueta
injusta.
Vio con buenos ojos la creación en la
Universidad de Navarra de la Cátedra de Estudios Vascos en 1963, bajo la
dirección de José Miguel de Barandiaran. La ya mencionada página en euskera es otro
punto significativo. También lo es la publicación de un artículo en 1976 en el
que explicaba –no justificaba– la existencia de un “caldo de cultivo” para el
terrorismo en el País Vasco por la dureza del Régimen tras la Guerra Civil, con
una injusta política de vencedores y vencidos.
"Ha sido una mujer. La perdono" |
Uranga siempre se consideró vasco,
navarro y español; y sostuvo la existencia de Euskalherria como el territorio
donde habitaron los vascones. Lo que no aceptaba era la expresión “Euskadi”, acuñada
por Sabino Arana, por considerarla icono de un nacionalismo vasco no respetuoso
con la autonomía foral. Y ese afán por mantener la identidad de Navarra y la
evolución política fue la que le situó frente al nacionalismo vasco político,
nunca contra la cultura vasca y su presencia en Navarra.
Ciertamente, Uranga no se cuenta entre
los que desafiaron abiertamente a Franco —se movió en el posibilismo de un
director de periódico del que dependía el sustento de muchas familias y que
trató de mejorar el sistema desde dentro, en la medida de lo posible—, pero sí
entre los que lucharon por ampliar los márgenes de libertad de la dictadura. Tampoco
fue un motor que impulsara la cultura vasca en Navarra, pero sí de los que se
preocuparon por darle cabida e impulso en unos años de dictadura que se caracterizaron
por orillarla. Ambos comportamientos de Uranga fueron un descubrimiento para mí;
y quizá lo sean para muchos de los que ayer supieron de su fallecimiento.
la biografía y la obra periodística de José Javier Uranga
4 comentarios:
Un articulo, muy bueno y real, los que no vivieron esos años, no lo comprenden. D.E.P. y nunca olvidar lo inolvidable. Un abrazo. Bejas
Una gran persona, un hombre de principios. Ojalá el periódico que dirigió tenga presente, como él lo tuvo, que hay principios y valores por encima de otros intereses. Y, como dice Bega, nunca olvidar lo inolvidable, y recordar cada día a los que tratan de ocultarlo, que la barbarie moralmente no prescribe (sobre todo cuando no hay arrepentimiento alguno).
Pablo
Suscribo totalmente este texto y creo que somos muchísimos los navarros que lo hacemos nuestro " Uranga siempre se consideró vasco, navarro y español; y sostuvo la existencia de Euskalherria como el territorio donde habitaron los vascones. Lo que no aceptaba era la expresión “Euskadi”, acuñada por Sabino Arana, por considerarla icono de un nacionalismo vasco no respetuoso con la autonomía foral. Y ese afán por mantener la identidad de Navarra y la evolución política fue la que le situó frente al nacionalismo vasco político, nunca contra la cultura vasca y su presencia en Navarra."
Creo de verdad que la persona de Uranga sobresale por encima incluso de los presidentes de todos los colores que ha tenido Navarra; que su pluma y sus gallos era muy valorados y que su periódico, en la época de su dirección, frenó el independentismo y avivó la pertenencia. Marcó su época con la nonestidad y el buen hacer y tiñó de sentimiento navarro- que no de navarrisno - su participación en la vida pública, ya que "Diario" fue un "personaje" decisivo en la aceptación de la Constitución y la nueva época. Dificilmente repetible en esta época en que todos- también los medios- miden y cuentan en función de sus intereses. Así que , yo al menos, le estoy pero que muy muy agradecida por su nobleza y su coherencia
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