Decía hace unos años que de la Rondalla Jus La Rocha me gustaba hasta el nombre.
Procedente del occitano (el idioma, entonces, del Burgo de San Cernin), Jus la Rocha se refiere a una torre situada en las inmediaciones del Museo de Navarra, La Rocha, llamada así, seguramente, por estar en la escarpada zona del barranco por donde hoy comienza el encierro. El occitano Jus(t)procede, a su vez, del latín iuxta, que significa junto a. De ahí viene el nombre de esta Rondalla.
Posteriormente el nombre se vasconizó y, en vez de usar el sufijo -alde-a (lo de junto a), se puso el de -pe-a (lo de debajo de), muy apropiado para el barrio que hoy se llama Rochapea.
Al nombre tengo que añadir ahora que también me encanta cómo saben seleccionar el repertorio que nos ofrecen. Las tres canciones fueron muy apreciadas por el público que llenaba el Gayarre hasta la bandera.
Apreciadas o, mejor, saboreadas. Escuchad, escuchad...
11. Campana María (Iñaki Lacunza)
De las creaciones de Iñaki, "el Trovador de Pamplona", es sin duda una de las que más orgulloso está él y que más apreciamos los pamploneses. Esta imponente campana nos ha mecido en su abrazo a todos los cuencos desde que Pedro Villanueva la hizo el 15 de Septiembre de 1584. En las alegrías y en las penas.
Al ser la letra tan larga (la inspiración de Iñaki suele ser generosa), os pongo un enlace para que podáis desacargárosla.
12. Yo quiero ser marinero (Celdrán-Más)
Habanera nacida en Alicante el año 1969, con música de Manuel Celdrán Riquelme (1901-1988) y letra de Vicente Más Martínez.
Una habanera no puede faltar en el repertorio que ofrece Conchi Andueza, la directora de Jus La Rocha. Una habanera que dice cosas tan bellas como ésta:
Tener -las noches de calma- la luna por compañera,
una guitarra en los brazos y en la boca una habanera
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¿Se puede pedir algo más en la vida? Sí, escucharla completa por la Jus La Rocha y en el Gayarre.
Yo quiero ser marinero (Celdrán-Más)
Yo quiero ser marinero de un barco de velas blancas;
llevar la Reina del Viento de patrona y capitana.
Quiero, del cielo y del mar, ser paloma mensajera;
quiero mecerme en las olas al compás de una habanera.
No quiero ricos
tesoros, tan solo un barco velero;
sueño con las velas blancas, sueño con ser marinero.
Tener -las noches de calma- la luna por compañera,
una guitarra en los brazos y en la boca una habanera.
13. Serenata tapatía
De Manuel Esperón y
Alberto Cortázar.
Serenata tapatía
(Esperón y Cortázar)
Muchas canciones mexicanas fueron creadas para el cine. Manuel Esperón, especialmente dotado para ello, llegó a ser director musical de cerca de 500 películas. Serenata tapatía fue una de sus obras más significativas (minuto 2'35)
Serenata tapatía
(Esperón y Cortázar)
Mujer, abre tu ventana para que escuches mi voz,
te
está cantando el que te ama con el permiso de Dios.
Aunque
la noche está oscura y aquí no hay ninguna luz
con
tu divina hermosura la iluminas toda tú.
Yo
te juro que ni el sol, la luna ni las estrellas,
juntitas
toditas ellas, iluminan como tú.
Tú
iluminaste mi vida,
por
eso, mujer querida, te canto esta noche azul,
por
eso vengo a robarte un rayito de tu luz.
14. Pimpinela y Ojitos latinos (R. Ferro / R. Livi)
Pensábamos que la actuación de la Jus La Rocha ya había terminado, pero ya ya. Se levantó Ángel Inda con cara de malote y, en un mano a mano con Conchi, remedaron al Dúo Pimpinela. Pero la cosa no quedó ahí, y aún Ángel tuvo la osadía de retarla a cantar una canción, ella de solista. Conchi no se arredró y nos obsequió con esta preciosidad (¡qué ojitos de miel, eh?):
Ojitos latinos
(R. Ferro / R. Livi)
Plaza
de San Antonio en primavera
Una
tarde cualquiera del mes de Abril
De
repente la magia de tu mirada
Y
de la nada te descubrí
Tus
ojos me miraban de una manera
Que
sin saber quién eras, me enamoré
Tus
ojos me decían que me querías
Y
tú seguías, mirándome
Esos
ojitos latinos, divinos
Me
tienen embrujada
Me
están mirando, me van vigilando
Me
siguen donde voy
Esos
ojitos latinos, divinos
Me
tienen embrujada
Enamorada,
de su color
La,
la la, la...
Tus
ojos me sonríen, me dicen cosas
Me
hacen sentir hermosa, una mujer
Yo
no sé lo que haría, si me faltaras
Si
no me amaras, cuando me ves
Continúa en Rondallas Gayarre: Apoteosis final (y 4)
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