lunes, 20 de junio de 2016

Nuevos datos sobre 'Hojalata', el torero de la calle

"Vinos, meriendas, licores", dice el curioso letrero de Casa Plácido
Inge Morath 1954 Rochapea vieja
Actualización 29.08.17
No hace mucho conocí a Homero, una persona entrañable y, además, el artista que hizo el poema "Hojalata, torero urbano" que leeréis al final. Si esa sorpresa ya es impactante (ver comentarios), tuvo el detalle de pasarme un libro con un capítulo titulado "Hojalata. In memoriam" (pinchando ahí lo podéis leer completo), de Juan José Erburu Larrea, historiador de Ibero, el pueblo donde nació Esteban Ibarrola, 'Hojalata'. Dicho lo dicho, no queda otra que actualizar esta entrada, de hace más de un año, con los nuevos datos.

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Un niño de pantalón corto va a la tómbola por la Bajada Javier y, atraído por unas voces, corre hacia el final de Estafeta. Un buzo azul oscuro, casi negro, dibuja unos naturales larguísimos, eternos… La boina en su mano hace de muleta ¡¡¡Oooole, ooooole, oléeeeeee!!!!! Su cuerpo alto, su cara angulosa marcan -tras el desplante- un gesto de orgullo. Y ahora el pase de pecho. Oooooleeeé!!! Tambaleándose se vuelve desafiante hacia el respetable.
El niño aplaude entusiasmado a Hojalata.
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Tres imágenes de Inge Morath de los Sanfermines de 1954 y un poema de “Homero” (quien, además, ha identificado Casa Plácido) han conseguido que mis recuerdos tengan un asidero. Y una prueba de que no era yo el único que lo admiraba.

Biografía de Hojalata
Esteban Ibarrola Cullet, Hojalata, nació en Ibero en enero de 1917 y era hijo de Benito, natural del mismo pueblo, y de Francisca Cullet, natural de Azpíroz. Aparte de Esteban, el matrimonio tuvo otros seis hijos, cuatro mujeres y dos hombres, nacidos todos en el citado Ibero.
Hacia 1930, seguramente por motivos económicos, la familia se traslada a Pamplona, viviendo en un piso en la calle Tejería.

calle Calderería (1952) de J. J Arazuri
Por aquellos años Esteban debió de comenzar como aprendiz de fontanero (plomero, hojalatero..., de ahí el apodo) para un patrón que tenía el taller en la Calle Calderería junto con dos operarios más; era un buen trabajador que pronto asimiló los secretos del oficio, de tal forma que, pese a su juventud, era enviado allá donde se presentaban dificultades, y era tenido en gran estima por su valía, llegando a realizar la conducción de agua y el saneamiento del Hotel La Perla.
En 1936, a los diecinueve años fue movilizado como gran parte de la juventud y llevado al frente. Tuvo fortuna y, tras los tres años de contienda, volvió a casa, aunque nuevamente tuvo que reincorporarse y hacer dos años más de «mili», a cuenta del «maquis».
Quienes le conocieron de toda la vida, Ibarrola antes y «Hojalata» después, achacan a las penalidades sufridas durante todos esos años la transformación ocurrida años más tarde en la persona de Esteban. 
Hay, sin embargo, una versión que habla de un accidente, por aquellos años 40, en el que murió un hermano, accidente que empujó a Esteban a la bebida. Versión que queda desmentida por la información del fallecimiento de un hermano, Florencio, en la instalación de un ascensor, pero mucho más tarde, en 1969: en la esquela aparecen los seis hermanos restantes.
Sea como fuere, durante bastantes años, el patrón, quizás como recompensa de los años bien trabajados, por amistad o por caridad, lo mantuvo en nómina hasta alrededor de 1950, cuando fue despedido.
Sin embargo Esteban encontró trabajo de repartidor de carbón a domicilio, trabajo durísimo e insalubre.
Vivió en Calderería 32, 3° y sus últimos cuatro años transcurrieron en la Misericordia. Una neumonía acabó con su vida el 26 de junio de 1983, a los 66 años de edad.
Miguel Ángel Alústiza, coordinador en la Meca de actividades socioculturales, confesó que guardaba de él un recuerdo entrañable. Y destacó los 'Versos del Torero Urbano' que le dedicó Homero "y que lo reflejan muy bien, con gracia y con mucho cariño". 
Hojalata formó parte del paisaje pamplonés de mi infancia. Y hoy es uno de esos recuerdos que tienen un halo de tristeza.
En este blog de Sánchez Murugarren tenéis también un bonito escrito sobre Hojalata.
Act. 03.11.18 Homero ha identificado Casa Plácido, situada junto al Puente Rochapea
Hasta allí bajó Inge Morath, seguramente, a comer y a fotografiar a Hojalata en 1954

TORERO URBANO
ESTEBAN IBARROLA “HOJALATA”
No fue Pamplona elegante
con aquel ser tan humano
por su actitud hilarante
hacia el célebre paisano
que fue filósofo errante
y primer torero urbano.

De Cúchares sucesor,
émulo de Manolete,
de Camino antecesor,
Profesor fue de Antoñete,
y creo que precursor
del pase del molinete.

Era su filosofía
el abrazarse con Baco
y cuando, vencido el día
-y unos tintos en el saco-,
ascender por Tejería
dispuesto a montar el taco.

Como nunca fue lacayo
ni tuvo ninguna meta,
hizo de su capa un sayo,
de su boina, una muleta,
y saltaba como un rayo
al coso de la Estafeta.
y montera de valiente.
fuese por su Giraldilla
famoso en el Continente.

Los pintureros desplantes
que disiparon la bruma
de aquella Pamplona de antes
merecen, sin duda alguna,
ser loados por Cervantes,
no por paupérrima pluma.

A tu memoria se abraza
la gente que te venera
contigo se fue la raza
de los toreros de acera,
aunque no llenaste Plaza
llenaste Pamplona entera.

Hará que mi pluma calle
aunque mi fe, se desploma
si Iruña tiene el detalle
que con Gaudí Barcelona,
dedicándole una calle
en el centro de Pamplona.

Tu vida tan insumisa
que de años pasados data,
aunque no lidió divisa
ni fue Oreja de Plata,
por sacarme la sonrisa,
gracias te doy, Hojalata.
Homero


Su mono por taleguilla,
su boina, polivalente,
era también muletilla

2 comentarios:

Echenique dijo...

¿ Quien es este Homero autor de una poesía de tanta calidad ? Esta entrada me ha rememorado el paisanaje urbano de mi infancia, plagada de personajes atípicos como Pitoíto Setas, Casitas, Masi la Cutera, Agustín y su cigarrico y su Marisol, Vaporito se va el Vapor..¿ Qué habrá sido de todos ellos ?

desolvidar dijo...

Quién es ese Homero? Ya me gustaría saberlo para agradecérselo. También Maxi la Cutera tiene su poema hecho por otro anónimo