Átame esta mosca por el rabo:
¿Cómo puede pedir Sánchez a Ciudadanos que le apoye para evitar ser rehén de nacionalismos y populismos, mientras en Navarra, pudiendo tener un cómodo gobierno constitucionalista y de progreso real con Navarra Suma, el mismo Sánchez apoya a Chivite, que será rehén de Geroa Bai y de Bildu?
Navarra: la prueba del algodón
11M: Enrique Maya, Carmen Alba, Javier Esparza y Ruth Goñi. |
Algunos partidos han esgrimido sus propuestas electorales y su posicionamiento principalmente a partir del eje izquierdas versus derechas. Desde el “que viene la derecha más retrógrada”, que han utilizado algunos, hasta el “España necesita acabar con la hegemonía cultural de las izquierdas”, de otros. Junto a estos posicionamientos, ha habido otros partidos que preferentemente se han valido del otro vector: constitucionalismo frente a nacionalismo. Precisamente, la crítica principal a nivel nacional de Ciudadanos frente al PSOE de Sánchez ha sido esta, la de ceder ante el “chantaje nacionalista” y haber abandonado la senda constitucionalista.
Navarra es la prueba irrefutable de que el PSOE no opera bajo la lógica del eje constitucionalismo-nacionalismo. En nuestra Comunidad foral, el PSN está fraguando su acción política oponiendo un supuesto bloque de izquierdas frente a otro de derechas. Como esto no sale a la primera, ha tenido que recurrir falsariamente a la artimaña de disolver la etiqueta de “izquierdas” en otra de “partidos progresistas” para darle cabida al PNV de Geroa Bai… La necesidad aritmética que anima semejante engañifa es insoslayable. Esta mascarada, tan repetida como irresponsable, no deja de ser una anécdota que no debe distraernos de lo relevante: el PSN-PSOE actúa claramente bajo la lógica de los bloques de izquierdas y derechas para lograr su objetivo primordial de obtener el poder regional. “Nosotros lo que queremos es el Gobierno”, Alzórriz dixit, desnudando su alma. Y nada más importa. Por eso todo está permitido para obtenerlo, desde rebautizar al PNV como un partido progresista y de izquierdas, hasta blanquear el acercamiento progresivo a EH Bildu, el partido heredero de la Batasuna y sus mil denominaciones, el partido que continúa haciendo homenajes a los que asesinaron en nombre de ETA, también a muchos socialistas.
Garaicoechea escuchándo al oráculo |
Los resultados de las elecciones forales se explican desde la lógica constitucionalismo-nacionalismo. Desde esa misma lógica, se ha pedido a Ciudadanos que facilite un gobierno del PSOE de Sánchez. Pero ahora vemos que había razones muy fundadas para dudar de que el socialismo quisiera optar por el constitucionalismo. Navarra es la prueba del algodón: el PSN-PSOE no ha querido apoyar ni formar parte de un eje constitucionalista. Simplemente no le ha dado la gana, porque esa opción estaba a la mano y era muy sencilla. Voluntariamente, y probablemente contra el sentir de parte importante de su electorado, ha preferido un camino distinto.
Navarra ha desmontado la coartada del socialismo, antaño un partido constitucionalista antes que “de izquierdas”. Navarra era la clave porque aquí se vería con nitidez lo que de verdad quiere el PSOE. Finalmente, Navarra se ha convertido en el espejo en el que muchos ya no se atreven a mirarse. Porque, si un inesperado golpe de timón no lo impide, la imagen que quedará finalmente reflejada es monstruosa.
Alejandro N. García Martínez
Profesor universitario de Sociología y
secretario de Programas de Ciudadanos Navarra
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