[Muchísimas y de gran calidad humana las felicitaciones en Face]
Si, ya sé que parece algo mayor que esa edad, pero es que tal día como hoy del año 2000 ETA intentó asesinarlo y, como veis, no lo consiguió.
Homenaje (¿por qué?) a Jorge Olaiz ante el Palacio de Rozalejo, |
Poca gente pueden contar en primera persona que ETA decidió quitarle la vida.
De hecho, no conozco a nadie. Porque si algo sabía hacer ETA, era matar.
Bueno sí, a uno: José Javier Uranga, ‘Ollarra’, director de DN.
Lo ametrallaron a la entrada de su puesto de trabajo, en Diario de Navarra. Ni siquiera él sabía cuántos tiros le metieron en el cuerpo. Entre 20 y 30, solía decir que le dijeron. Y Ollarra nos siguió contando -en primera persona- que una mujer (que resultó ser Mercedes Galdós) le apuntó a la cara -a menos de medio metro- y le descerrajó el tiro de gracia. José Javier Uranga ni siquiera perdió el conocimiento. Y tras 11 meses de convalecencia y 10 operaciones, volvió a su puesto de trabajo. Yo no creo en milagros, pero haberlos, haylos. Éste es uno.
En cambio a Miguel Ángel, tras el atentado frustrado, lo siguieron amenazando y, por las constantes pintadas, tuvo que dejar su puesto de trabajo en AP Amortiguadores.
Cada quince días, pintadas de este calibre: "Ruiz Langarica, hagas lo que hagas, no vas a vivir", "Ruiz Langarica eres un cadáver viviente"...
Ese machaque continuo acabó con los nervios de Langarica.
Aunque ETA no consiguió matarlo, continuó intentando destrozarle la vida. Pero tampoco lo consiguió.
Y ahí sigue, en la brecha, con ilusión, en su puesto de concejal en Orcoyen y llevando con orgullo el cargo de Presidente del Colectivo Libertad Ya.
Gentileza de Rafa |
Eso es lo que hoy también vamos a celebrar y por ello brindaremos con un vino, lógicamente, 'Navarra'.
Y brindaremos también en agradecimiento a ese ciudadano anónimo ("no puedo quitarme gafas y peluca porque van a venir a por mi familia, y a mí me van a meter dos tiros por la espalda") que le salvó la vida y que no puede venir por razones evidentes.
Al fin y al cabo, tratándose de ETA, es un lujo y son muy raras las ocasiones de poder seguir tomando vinos con una víctima en lugar de acudir a su entierro.
1 comentario:
Juan Frommknecht Enorme Pachi. Grande Miguel Ángel. He vivido todo muy de cerca. Le dije la normativa yo de que el objetivo del comando era él. Le ayudé en lo que pude para reabrir el caso, le acompañé a Madrid, donde pude comprobar la soledad de la víctima y vi realmente el sufrimiento que éste día causó en su vida. Son muchos años de amistad con Miguel Ángel. Ahora, en redes, en privado y en público, debemos pedir que le hagan un merecidísimo regalo de cumpleaños; que le impongan la insignia de la Real Orden del reconocimiento a las víctimas que ya le ha sido concedida, en un acto público. Lo merece.¡ Felicidades Miguel Ángel!
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