martes, 1 de marzo de 2016

Alberto Gurrea: "Un pañuelo rojo quiso"

Casarse  con una jota un pañuelo rojo quiso
Los días anteriores Marisa les había explicado a los mocetes de 5º de EGB los orígenes y la personalidad de Navarra. Les había insistido en que Navarra era "tierra de contrastes", tierra de diversidad. Habían hablado de las fiestas, de las tradiciones, de la jota y el zorcico, de la Montaña y la Ribera, del vascuence y la lengua española...
A Marisa le fascinaba lo que ella llamaba "el misterio de Navarra": cómo era posible que sin una raza común, sin una única lengua, con montañas, nieve y hayas, y a la vez desiertos.., se las había ingeniado para mantener su singularidad, su diversidad y su unidad a lo largo de los siglos.
Nacida en Pradejón, en el límite con Navarra, estaba muy contenta en el colegio público de Andosilla, a un tiro piedra de su pueblo.
Era una profesora de esas que dejan huella y que aman su trabajo. Y, por tanto, muy querida por sus alumnos.
La clase de hoy la iba a dedicar a evaluar lo que habían aprendido los chavales, y les preguntó a ver si se sentían capaces de dar -por escrito- una definición de Navarra. Antes les había advertido que las definiciones tenían que ser breves y recoger los elementos más importantes del tema. Según repartía los folios, les dijo que tenían cinco minutos para ello.
Los alumnos se aplicaron a la tarea y, cuando pasó el tiempo, Marisa recogió los trabajos.
Fue leyendo en alto lo que había escrito cada uno, valorando lo que le parecía acertado, señalando los elementos que echaba en falta.., hasta que llegó al folio que había escrito Alberto, un chaval muy despierto, con mucho desparpajo y que apuntaba maneras de jotero.
Empezó a leer.., pero no pudo seguir; la emoción se lo impedía. Lo intentó de nuevo, pero no había manera y rompió a sollozar. 
- ¡Y eso que soy riojana!"- acertó a decir. Y pidió a Alberto que leyera su definición.
El chaval cogió el folio y con la mayor naturalidad del mundo leyó así:

Casarse  con una jota 
un pañuelo rojo quiso;
de su amor nació Navarra,
y San Fermín la bendijo


Cuando se le pasó la emoción, Marisa, tras  felicitar a Alberto, además de señalar las figuras literarias (personificación...), lo que más valoró de su copla fue que con cuatro elementos esenciales de nuestras fiestas (jota, pañuelo rojo, Navarra y San Fermín), cuatro elementos tan conocidos, tan utilizados por todo el mundo, había sabido enlazarlos primorosamente, creando una idea absolutamente original: Navarra, fruto -bendecido por San Fermín- del abrazo entre un pañuelo rojo y una jota. Y, además de original, una idea que atrapa el corazón.
Si todavía tenía alguna duda, Marisa ese día decidió quedarse a vivir en Navarra.
Y a Alberto, cuando se le pregunta por sus maestros, se le escapa siempre un nombre: Marisa.

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1 comentario:

Echenique dijo...

Y San Fermín la bendijo, a Marisa también, que supo generar para el arte a un jotero y poeta como Alberto Gurrea. Hoy yo también me siento bendecido por haber nacido en esta tierra, que algunos se empeñan en uniformar y, por tanto, en empobrecer.