Haciendo honor a su apellido, Ana Ollo (Memoria y Convivencia) ha metido la pata hasta el fondo del hoyo. Y Asirón, que va de historiador (dejémoslo en "historietador") se ha tragado sin rechistar el informe de la consejera.
Pero no es el primer informe fallido de este peligro público. A Javier Escalada Navaridas (hermano de Rafa Escalada, el de la radio) me lo hicieron morir por torturas.
Gral. Antonio Los Arcos Miranda (Navarra Confidencial)
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Basta ver las fechas para, al menos, sospechar |
Javier Escalada, muerto por torturas (Blog Desolvidar)
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Javier, en pijama, en su casa en Bergamín, N.º 13 |
No le habría dado mayor importancia si esta falsedad no viniera corroborada por la reincidente Ana Ollo, de la Dirección General de Paz, Convivencia y Derechos Humanos, del Gobierno de Navarra, en el "Proyecto de investigación de la tortura y malos tratos en la Comunidad Foral de Navarra entre 1960-1978", de 2014, cuyo grupo de investigación está dirigido nada menos que por Francisco Etxeberria, Doctor en Medicina, Médico Especialista en Medicina Legal y Forense, Profesor Titular de la Universidad del País Vasco.
Cuando ahora he vuelto sobre el tema, he sabido por testimonios familiares que, viviendo a escasos metros de comisaría y siendo muy pública su actividad estudiantil, la policía no puso impedimentos a que se le pasara la medicación especial para su dolencia cardíaca y que no fue agredido físicamente, aunque si insultado y maltratado.
Puede conjeturarse con que la agitación activista y la consecuente persecución policial y detenciones que sufrió pudieron ayudar a agravar su enfermedad, pero la operación cardíaca estaba programada antes de esa última detención, hizo una vida habitual en los días anteriores e ingresó con normalidad en el sanatorio de Leza (Álava). La causa de su muerte tuvo, en consecuencia, un carácter quirúrgico.
Así pues, ni murió en Pamplona ni por torturas.
Ana Ollo ha tenido que añadir esta nota (pág. 28):
Si bien se sostuvo en diferentes medios (dígame uno que no sea el suyo) que su muerte fue consecuencia del mal trato sufrido durante su detención, en la actualidad (no dice fecha) Iñaki Zaratiegi, que era amigo personal, nos ha señalado que Javier Escalada “Sufrió la represión franquista contra la disidencia con una persecución policial permanente que pudo contribuir a la negativa evolución de su dolencia cardiaca, pero no sufrió una tortura calculada y mucho menos una muerte como consecuencia de maltratos”
Así pues, queda claro que los informes de Ana Ollo no son de fiar.
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