sábado, 11 de enero de 2025

La tribu de Baltasar y el gorila, en la Cabalgata pamplonesa

La tribu del Rey Baltasar
La Cabalgata de Pamplona, organizada por la Asociación de Prensa, tiene su partida de nacimiento en el 5 de Enero de 1927. Por primera vez cabalgaron los Reyes Magos por las calles de la ciudad. No es pues, ni de coña, "una de las más antiguas de España", ya que hay varias que hunden sus raíces en el siglo XIX, pero creedme si os digo que fue la más divertida. Siendo un proyecto de Ignacio Baleztena, no dejaba a nadie, niño o adulto, indiferente.
Desde hace medio siglo ya no sería "políticamente correcto", pero durante los años 50, 60 y 70 los niños de Pamplona disfrutamos (pasando jilis, por supuesto) de unas Cabalgatas emocionantísimas. 
El Rey Baltasar (Ignacio Baleztena), que siempre ha sido negro, gustaba de ir acompañado de miembros de su misma tribu, todos más negros que los cojones de Lumumba. Con sus lanzas y escudos, daban saltos, zintzilipurdis (volteretas) y unos alaridos fenomenales. Y cuando, de repente, se te acercaban... sacaban los ojos de las órbitas que parecía que te iban a devorar esos salvajes. Luego se ponían muy serios y nos bailaban una danza ritual con esta letra que los niños entendíamos a las mil maravillas:
Ay, Guadatepeque
Ay, Guadalé;
Sacatepeque
arza y olé
 1951 Castillo de Mendillorri Soteras. AMP
05.01.1936 Baltasar en la Meca GALLE
Esos guerreros negros sostenían, además, una lucha sin cuartel con el Bicharracus Asquerosus, que era la reencarnación de Herodes, el que se llevó por delante a las Santos Inocentes. El Bicharracus Asquerosus estaba recluido en el Castillo (hoy Palacio) de Mendillorri, a media legua de la vieja Iruña. Pero en cuanto olfateaba abundante presencia de niños, rompía las cadenas y se lanzaba, ávido de sangre infantil, al recorrido de la Cabalgata. Allá, bajo la forma de un orangután o de un gorila terrible, era reducido, a duras penas, por el séquito de Baltasar y metido en una jaula desde la que emitía unos alaridos impresionantes. 
Proseguía el desfile pero, en las calles más estrechas, en las que el gorila tenía más cerca a los niños, el Bicharracus  lograba abrir la jaula y se lanzaba a por ellos. Os podéis imaginar cómo abrazaban los críos a sus padres buscando protección.
En cambio, otras veces, Baltasar conseguía dominarlo y le hacía trepar a los balcones más altos -a los que él, con toda su magia, no podía llegar- para dejar los regalos. "Recordémosle trepando por el rebote del frontón Labrit, con gran riesgo de su vida, en brillante exhibición sin red ante un admirado público que no dejaba de aplaudir" (Javier Baleztena).
El precedente de esta divertida Cabalgata está en el frente de Madrid. Nos lo cuenta, años después, Ignacio Baleztena (perdón, Premín de Iruña):
DN 11/01/1953 "los moros más negros"
...s y acompañantes de sus séquitos. Para vestir a unos y otros se contaba con los trajes de la cabalgata de Pamplona, graciosamente cedidos por la Asociación de la Prensa. El General Rada (descendiente de "Radica" y, como él, carlista) nos proporcionó caballos y hasta una compañía de los moros más negros para acompañar al rey Baltasar, cargo que recayó en este humilde servidor... La fiesta había de comenzar en Getafe, seguir en Leganés y luego en días sucesivos en otros pueblos del frente. Muy de mañana, después de salir con el rosario de la aurora, magistralmente cantado por varios requetés estelleses del tercio de la Virgen del Puy, oímos misa, y en la camioneta que llevaba la carne para los que guardaban el Cerro de los Angeles (donde se fusiló al Sagrado Corazón), emprendimos el viaje a Getafe. Organizóse la cabalgata en el prado de una fábrica de...
Pero, desgraciadamente, también tuvo su final, en 1977:
DN 22/12/1976 los niños pasan miedo
Cabalgata de Reyes. La Comisión de Relaciones y Cultura aportará la Banda de Música y el grupo de dantzaris para la Cabalgata de los Reyes Magos. Pero también aportará una especie de ruego o sugerencia. Se trata de suprimir el grupo que baila disfrazado de salvajes, de caníbales, con las lanzas y los escudos. Y además el disfraz de gorila que chilla desde una jaula ¿Por qué? Pues porque, si bien es cierto que a los mayores les puede hacer gracia, los niños de corta edad salen asustados y atemorizados por ese espectáculo.
05.01.1973 Panteón Baleztena. Los Reyes le trajeron los Gigantes
Don Ignacio Baleztena, creador de esta fantástica y divertida Cabalgata, ya había fallecido en 1972 y con tan frágiles argumentos privaron a los niños nacidos en Democracia de lo que disfrutamos los nacidos en la Dictadura. A partir de 1977 desapareció el gorila, el impresionante Bicharracus Asquerosus, y la tribu de Baltasar continuó algunos años, pero más civilizada y menos salvaje.
Impresionante comentario en el blog "Premín de Iruña", de Javier Baleztena:
Orreaga Andueza Sanz4 de enero de 2013, 8:55

Todavia recuerdo como me dijo en el oido en la casa misericordia... Vete al coche y en el asiento tienes la muñeca que me has pedido.. y asi fue, todavia me emociono...

Es una pena que de esta simpática cabalgata haya tan escasos testimonios gráficos. Si alguien conoce (aparte de las fotos de AGN y AMP) alguna grabación: patximendiburu@gmail.com

Fuentes
Hemeroteca Diario de Navarra
Blog "Premín de Iruña", de Javier Baleztena (gracias, Javier)

3 comentarios:

Ángel Zunzarren dijo...

Aún recuerdo, o es imaginación mía por la edad, una cancioncilla de los indios que decía algo así como :🎼Guri guri panza los indios avanzan

desolvidar dijo...

De imaginación, nada. En casa la solía repetir mi hermana Esperanza, ya fallecida

desolvidar dijo...

Todo este rato he estado dudando hasta que he encontrado dónde se recitaba eso de Gori gori panza: Filología de Carlos Janín:
curriño (n. masc.): marioneta o títere como los que en teatrillo instalado durante las fiestas de San Fermín en la plazuela de San José, sita a espaldas de la catedral, nos embelesaban con las trepidantes aventuras de Gorgorito. Se iba “a los curriños”, al igual que a los fuegos o a los toros. En aquel tablado, los indios entonaban sus cánticos guerreros de: “Gori, gori panza, los indios avanzan” y también aquello otro de “Dale Patricio, que la puerta se sale de quicio; Patricio, dale, que la puerta de quicio se sale”.