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Como concluye Juan Luis, "sirvan estos datos (todos ellos veraces y recogidos en documentación oficial) para acreditar que, tras el repetido dogma nacionalista según el cual “cualquier cosa vale con tal de promover el euskera”, un colectivo de empresas y personas están engordando los bolsillos a cuenta de todos y sin el debido rigor.
¿Vivir en
euskera o vivir del euskera? por J.L. Sánchez de Muniáin
Hace algún
tiempo, alerté sobre una práctica que el Gobierno de Uxue Barkos había
emprendido, según la cual, bajo la repetida excusa del apoyo al euskera, se
ocultaba un efectivo provecho para según qué empresas y según qué medios de
comunicación.
Una suerte
de “cuarto de atrás” donde algunas empresas de comunicación recibían una
inyección económica extraordinaria y en unas condiciones más beneficiosas que
el resto de la mayoría de las empresas, las cuales, por no utilizar la lengua vasca, no tienen
acceso a esta segunda oportunidad que requiere menores exigencias.
Ni un anuncio en euskera |
Pues bien,
una vez conocida cómo se ha realizado la valoración, y qué aspectos se han
recompensado para merecer la inyección económica, hay hechos y datos que
ahondan más esa conclusión de favorecimiento de determinados negocios bajo la
sombra de la promoción del euskera.
Merece la
pena conocer esos hechos y datos que avalan esta afirmación que por grave que
resulte, no han sido desmentidos por la consejera responsable cuando ha tenido
la oportunidad de hacerlo:
Cualquier
empresario o profesional autónomo conoce los ajustes que ha de contemplar en
relación a costes y posible facturación para hacer viable su negocio y más aún
si éste pertenece al sector editorial impreso.
Pues
sepamos por ejemplo que una empresa editorial que publica 6.000 ejemplares al
año se puede permitir un presupuesto anual superior a 360.000 euros porque más
de un 35 % de ese gasto está sufragado a fondo perdido por las arcas forales.
¿Cuántos negocios de comunicación emprenderían o se mantendrían en estas
condiciones?
Las
condiciones dictadas por la consejera Ollo admiten que, bajo el pretexto de
“difusión del euskera”, se abone prácticamente todo. A modo de botón de muestra
baste comprobar que se han admitido como justificante tickets por compra de
papel de baño como gastos de funcionamiento necesarios para la promoción del
euskera o se han pagado eventos en salas de fiestas como gastos ordinarios de
un medio de comunicación.
Pero, aun
así, estas condiciones tan generosas han sido vulneradas por alguna empresa a
la cual, según todos los indicios, se le ha subvencionado gastos expresamente
excluidos, como son las inversiones ¿O no es inversión la adquisición de bienes
de equipo tales como aparatos informáticos o dispositivos de radio si los
realiza una emisora?
Así ha
ocurrido con la empresa radiofónica de la cual fueron accionistas varios
miembros del gobierno.
Se ha
admitido como gasto subvencionable incluso los costes financieros (pago de
deudas) de un grupo editorial al cual el Gobierno de Navarra no solo avaló como
a otras empresas, sino que auxilió con operaciones prácticamente inéditas en la
Administración Foral.
En otro
orden de cosas, éste reparto de dinero público ha propiciado que se otorgue una
subvención a la web que retransmite y difunde todos y cada uno de los homenajes
a presos de ETA excarcelados, realizados en Navarra. Para más hipocresía, ese
dinero público lo asigna el departamento de la consejera responsable de Paz y
Convivencia.
En esta
alegría de disposición de fondos públicos, el Gobierno ha ayudado a promover el
euskera incluso a alguna entidad que se ha disculpado textualmente por no usar
demasiado el euskera debido a que “incluso las entidades que promueven el
euskera en la zona nos piden que publiquemos sus noticias en castellano para
que se entere todo el mundo”. Y, aun así, ha sido obsequiada con subvención. Al
parecer en este caso, ante tan abundante discrecionalidad, los cargos del
gobierno han valorado más la sinceridad que la difusión del euskera.
En
conclusión, sirvan estos datos (todos ellos veraces y recogidos en
documentación oficial) para acreditar que, tras el repetido dogma nacionalista
según el cual “cualquier cosa vale con tal de promover el euskera”, un colectivo
de empresas y personas están engordando los bolsillos a cuenta de todos y sin
el debido rigor.
Y luego
dicen que no hay dinero y que debemos pagar más impuestos…
Juan Luis Sánchez de Muniáin Lacasia es parlamentario Foral por UPN
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