miércoles, 10 de enero de 2018

‘Interviú’ abandona el quiosco


Simpático, el obituario de Mariano Gasparet:
"Yo empecé a leer Interviú con las poluciones primeras en la trastienda de una carpintería en Lorca: mi tío Pepe tenía una pila y, francamente -niño pobre de la posguerra como era- no me lo imagino atesorando reportajes. Era un tiempo prehistórico en el que, como no existía internet, los chiquillos aliviábamos la lascivia con una revista a la altura de las rodillas."

Después de 42 años cierra la revista que desnudó a la España de la Transición. El grupo Zeta ha anunciado que no puede sostener más sus pérdidas económicas, así como las de ‘Tiempo’. “Rompieron la mojigatería”, dicen quienes las hicieron
CLAVES
  • La más vendida: en junio de 1991, Marta Sánchez se llevó 45 millones de pesetas. La revista vendió un millón de ejemplares.
  • 5.000 reportajes de desnudos han desfilado por el colorín de la revista en sus 42 años. 
  • 40 pesetas (25 céntimos de euro) costaba cuando salió a la calle en mayo de 1976.
‘Interviú’ abandona el quiosco
ANTONIO CORBILLÓN
Madrid.
Un café por la mañana con un político. Una comida a mediodía con Ana Obregón (para negociar una portada, claro). Y recibir a un par de espías cubanos por la tarde en un reportaje sobre los secretos de Fidel Castro. Esa podía ser la agenda de un director de la revista Interviú como lo fue, y como lo recuerda, Jesús Maraña. “Era un cóctel molotov brillante”, dice a modo de resumen de casi tres años como director (2000-2003). El periodista leonés pasó por todos los eslabones de esta publicación y de su ‘hermana pequeña’ -y ahora también sentenciada- Tiempo (nacida en 1982). 
Y su frase resume el espíritu que le quiso dar al proyecto editorial su fundador Antonio Asensio al lanzar el primer número a los quioscos aquel 22 de mayo de 1976. Cuando celebró el décimo aniversario, Asensio dijo que “a los españoles les faltaba sexo. Les dimos sexo. Faltaba claridad. Les dimos la libre expresión de los columnistas. Era un traje a medida. Era un cóctel. Pero no molotov”.
De la desconocida chica inglesa (nadie supo nunca quién era) del primer ejemplar, vestida con una camiseta transparente mojada, a Mary Markova, modelo búlgara que protagoniza la portada de este arranque de enero que no pasará de ahí. Y de los sucesos de Montejurra 1976, en Navarra, que acompañaron a la modelo británica, a la oferta de Jose Enrique Abuín el Chicle de ser confidente de la Guardia Civil, que aparece en este número final.
Y en medio, casi 5.000 mujeres. Algunas tan relevantes como Sara Montiel, Lola Flores, Rocío Jurado, Isabel Pantoja, Anne Igartiburu, Belén Esteban, Rocío Durcal o Marta Sánchez. Y sobre todo Marisol, con su rosa entre las manos y unos pechos que simbolizaban la libertad, “desnuda y joven”, que se colaba por todas partes. “Toda España quería quitarse el sujetador en todo. E Interviú lo hizo”, sentencia Teresa Viejo, la primera (y única mujer) que ha dirigido la revista. Sólo hacía diez meses que había muerto Franco y un millón de españoles se gastaron 40 pesetas en poseer aquella portada. Muchos todavía la conservan. 
Adolfo Suárez con Luis Cantero, en Ibiza.
Foto de Oriol Maspons.
Y desde 2010 aparecieron algunos hombres cuya veda abrió el presentador Jesús Vázquez. “Esos desnudos, los de ellas y ellos, también ayudaron a romper el cascarón de la España bienpensante”, sentencia Victoria Prego, columnista colaboradora y una de las voces periodísticas que mejor ha contado la Transición. 
También y, por encima de todo, por el camino cientos de exclusivas, investigaciones y reportajes que marcaron la historia del periodismo. De la primera entrevista a un Adolfo Suárez en bañador en Ibiza, a las fotos de la agonía de Franco. Las primeras entrevistas que concedían Don Juan de Borbón, su hijo Don Juan Carlos o Doña Sofía. Las claves de los GAL (terrorismo de Estado en tiempos del PSOE). El espía de las mil caras Francisco Paesa. La primera entrevista en la cárcel con el general golpisa Alfonso Armada. Los niños robados del franquismo. El exdirector de la Guardia Civil fugado Luis Roldán y sus orgías con ositos de peluche. Cuando nadie sabía que ‘Gürtel’ era el apellido de Francisco Correa en alemán, en 2005 ya apareció en Interviú el organigrama de toda esta trama de corrupción. Y así, casi ‘un pelotazo’ cada semana.

Figuras literarias
Los artículos y reportajes de futuros premios Cervantes, incluso Nobel, como Camilo J. Cela, Francisco Umbral y otros del pedigrí de Manuel Vázquez Montalbán. Y articulistas como la citada Victoria Prego, Raúl del Pozo o Juan José Millás. El escritor valenciano, que firmaba su columna Papel mojado, era ayer un hombre de “tristeza enorme. Porque se van dos publicaciones revolucionarias que rompieron la mojigatería”. Y, para completar esas columnas estaban  los chistes de Martín Morales o el inconfundible Antonio Fraguas Forgues.
Grupo Zeta, su editor, anunció ayer el réquiem para esos 42 años de labor en los quioscos, las calles y las conciencias. Comunicó a las dos redacciones el cierre de ambas cabeceras al no poder hacer frente a la caída de un 80% de las ventas en los últimos cinco años y de unas pérdidas que superan ya los siete millones de euros. Cerca de medio centenar de trabajadores, que celebrarán hoy una asamblea, conocerán las condiciones de sus despidos en menos de un mes.
Interviú nació en la cabeza y el ímpetu de Antonio Asensio Pizarro, germen del Grupo Zeta. Un hombre que supo crear “una fórmula singular y que hasta entonces no existía en el periodismo, ni nacional ni internacional”, hace memoria Jesús Maraña, décimo de los trece directores que ha tenido la revista cuyo lema era “Nos atrevemos con todo”. Una combinación aparentemente incompatible entre destape físico y apertura política por la que “se abren un montón de ventanas por las que se cuela la generación más brillante de periodistas que hemos tenido”, completa Maraña.
Tras empezar como redactor, una segunda etapa llevó a Maraña a sentarse en una silla de mando tan ‘caliente’, que al propio Asensio no le gustaba que nadie ocupera más de cuatro años. Y así ha sido con todos sus directores salvo el último, Alberto Pozas, al que le toca echar el cierre después de casi diez años en el cargo. “El erotismo envejeció y tapó una labor inmensa en investigación”, lamenta Jesús Maraña que optó por lanzar el reto de dar un viraje y poner al mando a Teresa Viejo. 
“En 2003 me hice cargo de un trasatlántico que navegaba bien. Sólo traté de corregir el rumbo... del deseo”. Empezó así una etapa de desnudos más estéticos y con mujeres que ofrecían a la sociedad algo más que un cuerpo hermoso.  Anne Igaritiburu, Maribel Verdú, Emma Suárez...
En su etapa, Viejo recuerda un equipo que “tenía el culo pelado, era transversal y sabio y que te cuestionaba todo”. Un tiempo en el que la silla quemaba la vida personal. “No valía cinco días a la semana. Eran siete. Soñabas con esa silla y se comía tu vida personal”. La propia Teresa Viejo (Madrid, 1963) aceptó en octubre de 2014 el reto de protagonizar la portada para celebrar las 2.000 portadas.
Pero hubo un tiempo muy anterior en que Interviú especuló con dejar de serlo. Su cuarto director Pablo Sebastián (19851986) intentó portadas sin chicas por encargo de Asensio. Quiso parecerse a Stern, la gran franquicia alemana que ahora cumple 70 años. “Funcionaron bien porque teníamos los mejores reporteros, pero se acabaron descartando”. Las curvas del cuerpo y de la vida mantuvieron sus señas de identidad. Hasta estos Reyes.
Aquí tenéis una bonita galería de 20 portadas Interviú, por si queréis solazaros y empezar desde ahora a añorar esos más de 40 años de aire fresco

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