miércoles, 31 de enero de 2018

Ángel Mª Pascual: oficios y artesanos de Pamplona

Mirando al afilador 1944 ¿Torelló? Ramón Vinyeta Leyes
Como mi padre, Ángel Mª Pascual nació en 1911, pero murió con sólo 35 años, en 1947, dos años antes de que yo viniera al mundo. A pesar de la cercanía en el tiempo, la Pamplona de la que él habla en presente, fue casi toda -salvo los cordeleros- pasado para mí. Y lo que aún quedaba vivo lo vi morir en directo en la primera juventud.
Mucha gente -José Mari Romera, Sánchez Ostiz, Rafael Conte, Juan Mª Lecea- coincide en que Ángel Mª Pascual es el mejor prosista navarro del pasado siglo (una plaza de Beloso Alto lleva su nombre) y quien mejor escribió sobre Pamplona.
Para hacernos una ligera idea de la prosa de Ángel María Pascual os presento un espléndido párrafo de un artículo titulado "Tipografía y virtud de los oficios", en el que muestra su preocupación por la obra bien hecha en cualquier tarea, en cualquiera de los oficios.
En él nos ofrece la visión de esa Pamplona de oficios artesanales y -aunque sospecha que pronto desaparecerán- se alegra de que apenas hayan llegado las fábricas con sus humos, sirenas y masificación. ¡Para rato sospechaba que él se iría antes!
Curiosamente, Pascual no da ningún nombre de calle, plaza..., ni siquiera el de su ciudad. A pesar de ello, la descripción es tan clara que uno se sitúa perfectamente.
Calle Santo Domingo 1950 Julio Cía. Más información
"Tipografía y virtud de los oficios" por Ángel Mª Pascual
Por todas partes están los talleres en esta ciudad, donde suenan en las calles antiguas de guerras de burgos, los ruidos de los oficios eternos. 
Suena como una campana fija e incisiva el yunque del herrero, que bate metales ardientes; 
cosen sentados, casi en el suelo, los zapateros; 
diez carpinteros tallan la madera en la cuesta de piedras lisas que sube hasta la Catedral; 
lleva el aire el olor acre y sombrío de las pieles que cuelgan en su calle los boteros. 
(más información)
Aquí, el que talla yugos para los bueyes lentos de la montaña los pone al sol que seque su fresca entraña de árbol recién cortado; 
1937 Los Elizari en Ronda Barbazán (más información)
en la muralla pasean los cordeleros entre ruedas y rastrillos de hierro, con su andar lento y balanceante de marinero en tierra para trenzar las cuerdas. 
Allá están de enseña los bastes y los arreos de las cabalgaduras aldeanas con las borlas rojas y los clavos dorados; 
1933 Alpargatero Ronda Barbazán (más información)
1925-6-10 Alpargateros entre la Merced y el Baluarte de Labrit.
los alpargateros hacen juegos de manos sobre su banco en cuesta, 
Plazuela de San José años 20ca. ¿Qué pondrá en el letrero bajo el primer ventanal?
y en el rincón de la plazuela con sombra de iglesia y macetas, el escultor talla junto a la puerta sus estatuas. 
1934 Miguel Galle. Calderas en 'Prado de la cera' (enlace: histórica, 1929)
En el campo, sobre el río, huele la cera traída de todas las tierras de España, que luego se funde y se prensa en viejas máquinas del Setecientos, para llevarla a los puertos de niebla. 
No ha llegado apenas a mi ciudad el humo de las fábricas y aún el trabajo no tiene límite de sirenas ni olor de multitud
Á. Mª PASCUAL, "Tipografía y virtud de los oficios": Jerarquía, 3, 1937, pp. 174- 175.

A veces pienso si todo ese afán por desolvidar no esconde un intento -desesperado e inútil- de regresar, de volver a vivir la infancia, paraíso perdido del ser humano.

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