viernes, 3 de enero de 2020

El Píspiri (popular pamplonesa), de "Olla"

Retrato de Olla, por Julio Briñol Maíz 
Cuando encontré en Pamplona, belle époque (J.J. Arazuri, 1974) la partitura del Píspiri, del célebre Olla, inmediatamente pensé en Jokin Idoate. Quería saber cómo sonaba esa canción que, justo ahora hace un siglo, divertía a nuestros abuelos.
"Inventada" por Ollaunos sanfermines la estrenó por las calles de Pamplona, dirigiendo un coro de unos mil críos. Llegó a ser tan popular que las "peñas" de mozos la cantaban y bailaban por las calles y La Pamplonesa la interpretaba en la Plaza del Castillo después del baile. "Olla", más de una vez, subió al quiosco a recibir la ovación del público.
A Jokin le encantan estas salsas y sabe hacerlas. Hace unos años ya compuso una "habanera jocosa": "Pamplona ya tiene mar", dedicada a Aniceto Petit quien, en los años 20 prometió traer el mar hasta San Lorenzo, si salía concejal.
Gracias, Jokin y Txus, por vuestra colaboración, sin otro interés que el cariño por nuestra Ciudad.
A la grabación de Jokin y Txus he añadido unas imágenes de los Sanfermines de las primeras décadas del siglo XX y ha quedado así:

Breve biografía
Ramón Ollacarizqueta, "Olla", nació en 1885, tuvo una hija (Blanca) en 1930 con Máxima Ayerri (Maxi "La Cutera"), a la que dejó viuda en 1938. Vivió, pues, 53 años.
***
Píspiris y Uno de enero
Según Javier Baleztena, el Uno de enero de Ignacio es de la 2ª década del silo XX.
Teniendo en cuenta todos los datos que voy obteniendo, el más concreto el del Alcalde don Demetrio Martínez de Azagra (junio-diciembre 1917), el Píspiri rondará esa fecha de 1917.
La letra de ambas es de lo más sencilla ("Viva San Fermín y también el chacolín"), incluso surrealista en el caso del Uno de enero ("A Pamplona hemos de ir con una media y un calcetín").
Sin embargo, el Uno de Enero sigue perfectamente vivo y es conocido por todos los niños de Pamplona, mientras que el Píspirí desapareció con su autor.
Mucho me temo que el Uno de enero acabó con el breve éxito del Píspiris

Píspiris y monte San Cristóbal
A principios del siglo XX nuestros abuelos no llamaban Ezcaba al monte que domina la ciudad sino San Cristóbal.
Nos lo dice una de las muchas coplillas que surgieron alrededor del Píspiri:
"En el monte San Cristóbal, 
debajo del Polvorín, 
hay una casa ("una mierda", según otros) muy grande 
p'al autor del "Pispirí". 

A LA MEMORIA DE "OLLA"
Ripios al vuelo de Romedobal (Baldomero Barón, 02.1938)
Olla dirige a la juventud pamplonesa
(autor: Ricardo Tejedor)
No pueden faltar mis versos / ni mis oraciones santas  / a aquel popular "Olla"  / feliz autor de "La Olada"  / y del "Píspiri" gracioso  / que su ingenio imaginara  / y que un músico excelente (don Segundo Fraile) / trasladase al pentagrama.  / El pobre Ollacarizqueta / ha muerto en la blanca cama / del hospital, sin más ruido  / que el de las dulces plegarias  / del sacerdote y las monjas / que amorosas le cuidaban. / Aquel pamplonica bueno, / tan alegre y entusiasta / de las cosas de su tierra  / y de nuestras fiestas magnas, / que trazó esas melodías / para que fuesen cantadas / por las cuadrillas de mozos / en los días de jarana, / y que después quedó oculto / en la soledad amarga / de una bajera pequeña / donde construía jaulas, / saleros y escorrederas, / tableticas y carracas, / bien merece el homenaje / de nuestra piedad cristiana.  

"Olla" (por J.J. Arazuri, en "Pamplona, belle époque")
Su nombre completo era Ramón Ollacarizqueta. Bajo de estatura, rostro afilado, le destacaba una pronunciada nariz aguileña que daba sombra a un frondoso bigote. Desaseado en el vestir. Se decía que estaba un poco chalau.
Tenía instalado un modesto taller en la calle de San Agustín, frente al "Euskal-Jai"; más tarde lo trasladó a la Dormitalería. Artesano de hábiles manos, fabricaba en maderas baratas saleros, escurreplatos, tablas de lavar, camillas, tablillas para las tinieblas, etc.
Jugador de ventaja a la carteta y a las chapas, acudía a las fiestas de los pueblos de la Cuenca donde ganaba abundantes pesetas con sus malas artes. En Arazuri le cogieron haciendo trampas y se vengaron los mozos echándolo del pueblo después de afeitarle medio bigote. En Badostáin le pelaron la cabeza con una tijera de esquilar caballerías.
"La olada"
La faceta más característica de "Olla" era su desmesurada afición musical. Antes de las fiestas de San Fermín reunía en su taller a un grupo de mocetes para ensayar canciones. Con una modesta batuta y empaque de eminente director de orquesta, dirigía a aquellos minúsculos orfeones a quienes corregía sus fallos con frases cursis:
—"Las notas las quiero picaditas, como bolas de billar".
Si alguno persistía en su error, le gritaba:
—"Que te tiro el martillito".

El Píspiri
["pimienta", en caló. Noviembre de 1921, dos referencias claras a esta canción en la Hemeroteca de DN]
Una canción "inventada" por él (como decía la gente) llegó a ser tan popular que las "peñas" de mozos la cantaban y bailaban por las calles y la Pamplonesa la interpretaba en la Plaza del Castillo después del baile. "Olla", más de una vez, subió al quiosco a recibir la ovación del público.
Aquella canción famosa, que tanto cantaron y bailaron nuestros padres y abuelos, fue "EL PÍSPIRI". "Olla" posiblemente la imaginó (hizo la melodía básica), pero don Segundo Fraile la compuso musicalmente. Hemos conseguido su partitura, que publicamos por si alguna cuadrilla de castizos la quiere resucitar por fiestas.
"El Píspiri", consta de unos primeros compases de "olada" a los que sigue la canción:
Viva, viva San Fermín 
pirispispis pirispispis 
viva, viva San Fermín 
y también el chacolín. 
Vámonos, vámonos a divertir 
que es un día muy feliz, 
vámonos, vámonos a gozar, 
que es hoy día de bailar. 
Viva, viva San Fermín, 
pirispispis, pirispispis, 
viva, viva San Fermín 
y también el chacolín. 

Por San Fermín Chiquito se cantaba: 
Viva, viva San Fermín, 
pirispispís, pirispispís 
viva, viva San Fermín 
y también el Chiquitín. 
La música y la letra no pueden ser más ramplonas, pero los guasones y bromistas, que siempre abundaron en Pamplona, convencieron a "Olla" de que era un gran compositor y organizaron un homenaje en su honor. 
Comenzaría con un recibimiento popular al estilo de los que pocos años antes tributaba Pamplona a don Pablo Sarasate. La idea era llevarlo primero a Irurzun en un tren del Norte y de allí traerlo en el Plazaola (recientemente inaugurado, en 1914), en cuya estación le esperaría el pueblo con hachas de viento, charangas y coros cantando "El Píspiri". 
Enterado el señor Alcalde -don Demetrio Martínez de Azagra (1917)- de la farsa que preparaban, intervino activamente, junto con el jefe de la Policía Municipal señor Osés, para que todo quedase en caldo de borrajas.
El autor de "El Píspiri" gozó, medio en serio medio en broma, de una gran popularidad. 

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