La de la Diputación es la que ha llevado la fama pero, hasta tiempos recientes, ha sido más impresionante (basta ver la foto) la del INAP.
Muchos autores y páginas se han olvidado de que las dos secuoyas -sí, las dos- fueron plantadas en 1855 por por José María Gastón y Echeverz, quien trajo las semillas de California y plantó los vástagos inicialmente en su casa de Baztán, antes de traerlos a Pamplona, cuando fue nombrado, por primera vez, diputado foral.
Fueron las primeras secuoyas que vinieron a Pamplona y, aunque les llamáramos "pinos", sentíamos reverencia hacia ellas. Antes de que nuestros tatarabuelos nacieran, ya formaban ellas parte del paisaje de la ciudad.
La secuoya del INAP
"Esta sequoia, declarada MonumentoNatural en 1991, es un árbol singular de unos 35 metros de altura, que fue plantado en 1855 y es gemelo de la sequoia de la misma especie que se levanta en los jardines de la fachada del Palacio de Navarra, en la avenida de San Ignacio de Pamplona."
Ni siquiera tiene un apodo, la pobre. Yo la veía de niño detrás de esos baldosines tan bonitos y la llamaba "el árbol del Agrícola". El 2 de septiembre de 2004 un rayo truncó su gloriosa carrera hacia el cielo y tuvieron que descoparla. Pero antes...
Los 10 primeros años de mi vida jugué a diario en el Redín, entre los cordeleros y el gran árbol, siempre vigilante por si algún día se abría aquella puerta y podía acercarme a ella. Un día encontré la puerta abierta y, sigilosamente, entré al recinto sagrado. Un señor de buzo azul le echaba cubos de agua. Y me permitió acercarme y hasta abrazarla.
Os la pongo al final, en toda su grandeza, para que os hagáis una idea de cómo me sentí yo.
Muchos autores y páginas se han olvidado de que las dos secuoyas -sí, las dos- fueron plantadas en 1855 por por José María Gastón y Echeverz, quien trajo las semillas de California y plantó los vástagos inicialmente en su casa de Baztán, antes de traerlos a Pamplona, cuando fue nombrado, por primera vez, diputado foral.
Fueron las primeras secuoyas que vinieron a Pamplona y, aunque les llamáramos "pinos", sentíamos reverencia hacia ellas. Antes de que nuestros tatarabuelos nacieran, ya formaban ellas parte del paisaje de la ciudad.
La secuoya del INAP
"Esta sequoia, declarada MonumentoNatural en 1991, es un árbol singular de unos 35 metros de altura, que fue plantado en 1855 y es gemelo de la sequoia de la misma especie que se levanta en los jardines de la fachada del Palacio de Navarra, en la avenida de San Ignacio de Pamplona."
Los 10 primeros años de mi vida jugué a diario en el Redín, entre los cordeleros y el gran árbol, siempre vigilante por si algún día se abría aquella puerta y podía acercarme a ella. Un día encontré la puerta abierta y, sigilosamente, entré al recinto sagrado. Un señor de buzo azul le echaba cubos de agua. Y me permitió acercarme y hasta abrazarla.
Os la pongo al final, en toda su grandeza, para que os hagáis una idea de cómo me sentí yo.
Lavanderas en el Arga. García Asarta 1895 |
Aquí la tenéis con 40 años. La vemos desde las cercanías del Puente de San Pedro, a nuestra espalda. Todavía pequeña, ni se le ocurre competir con las torres de la Catedral.
Pero, todavía en la adolescencia, ya tenía quien la cantara, como muestra esta imagen, de 1898, de Julio Altadill y que yo titularía "La joven secuoya y el trovador":
Pero, todavía en la adolescencia, ya tenía quien la cantara, como muestra esta imagen, de 1898, de Julio Altadill y que yo titularía "La joven secuoya y el trovador":
"La joven secuoya y el trovador" 1898. Altadill |
Playa de San Pedro 1948 |
"EL PINO DE LA DIPUTACION" (Arazuri, Pamplona antaño)
Actualización DN 19 agosto 2023
"Pino de la Diputación y Paseo de Sarasate, desde casa Navasal, 1908 |
En el jardín del Palacio Provincial existe, hace muchísimos años, un grandioso árbol, llamado por todos «el pino de la Diputación». Tiburcio de Okabio le ha bautizado con el nombre de «Iruñako-Arbola», símbolo auténtico de nuestros seculares Fueros.
Este tipo de árbol, que pertenece a la familia de las Cupresáceas, a diferencia de los pinos que lo son de las Abietáceas, es un Sequoia Gigante (Wellingtonia de los ingleses o Washingtonia de los americanos), especie arbórea que en algunos casos ha llegado a alcanzar los 230 metros de altura por 28 metros de circunferencia. En nuestras latitudes no llega a tanto su desarrollo.
Ha caído en mis manos un escrito antiguo, sin firma ni fecha, en el que se asegura que dicho árbol fue plantado en el invierno de 1855 al 56. El Ingeniero de Montes de la Diputación lo ha ratificado, ya que él le concede algo más de 100 años de existencia.
Por su curiosidad voy a transcribir textualmente el escrito aludido, el cual dice así:
«Era en el año 55 a 56, que mi padre me llevó a Pamplona en carro, para ver si me admitían en el Seminario, con dos asignaturas de latín que había estudiado en Estella; pero no hubo Seminario ni nada porque había cólera, así no hacía más que pasear. Y era en el 56, en que, paseando por la verja del jardín de la Diputación, vi a un hombre que estaba cavando; me aproximé por curiosidad, y vi estaba haciendo una oya, teniedo a su lado a un arbolito, sin que ninguna persona se apercibiese ni arrimase al sitio, solamente yo que estuve admirando su trabajo. Yo, que estuve en Pamplona estudiando once cursos, entre Seminario e Instituto, siempre que pasaba por allí miraba al árbol, y veía cómo crecía con rapidez, así es que tengo cariño y recuerdo especial al dicho árbol. Como tanto lo elogiaban, mi primera visita al ir a Pamplona era siempre para mi querido árbol, que estuvo a punto de ser arrancado. Por fin tuvo la suerte que quedara libre.»
«Era en el año 55 a 56, que mi padre me llevó a Pamplona en carro, para ver si me admitían en el Seminario, con dos asignaturas de latín que había estudiado en Estella; pero no hubo Seminario ni nada porque había cólera, así no hacía más que pasear. Y era en el 56, en que, paseando por la verja del jardín de la Diputación, vi a un hombre que estaba cavando; me aproximé por curiosidad, y vi estaba haciendo una oya, teniedo a su lado a un arbolito, sin que ninguna persona se apercibiese ni arrimase al sitio, solamente yo que estuve admirando su trabajo. Yo, que estuve en Pamplona estudiando once cursos, entre Seminario e Instituto, siempre que pasaba por allí miraba al árbol, y veía cómo crecía con rapidez, así es que tengo cariño y recuerdo especial al dicho árbol. Como tanto lo elogiaban, mi primera visita al ir a Pamplona era siempre para mi querido árbol, que estuvo a punto de ser arrancado. Por fin tuvo la suerte que quedara libre.»
Gracias a las gestiones realizadas por el director del Sanatorio de Nuestra Señora del Pilar de Elizondo, don Joaquín Ilzarbe, hemos podido completar la información sobre el origen de la famosa Wellingtonia. Esta cupresácea fue traída de América por don José María Gastón y de Echevetz, quien la plantó en el jardín de su casa-palacio de Irurita. Al poco tiempo, cuando fue nombrado Diputado Foral, mandó trasplantar dicho árbol a los jardines de la Diputación. Esto sucedía hacia el año mil ochocientos cincuenta y tantos (según doña María Pilar Gastón, nieta del citado diputado, que actualmente vive en Madrid ). Esto confirma la verosimilitud de la carta transcrita.
La noche del 9 al 10 de septiembre de 1933, durante una horrorosa tormenta, un rayo destrozó la copa de este singular árbol; pero la «cura» hecha por los técnicos le salvó la vida, y en los años posteriores una de las ramas laterales ha tomado el papel de guía, continuando su evolución normalmente.
***
En Pamplona antaño (pincha y siguientes) podéis ver unas cuantas fotografías de esta secuoya.
Hemeroteca DN
10/09/1933 Lo malo de la tormenta ha sido, que un rayo hirió al centenario y hermoso pino que se 1evantaba airoso en un extremo del jardín de la Diputación. Un mal rayo lo partió en su tercio superior... (hasta ahí puedo leer)
14/09/1933 Ripios al vuelo dedicado al "Pino de la Diputación" (Romedobal, Bardomero Barón)
GASTÓN ECHEVERZ, José María (Gran Enciclopedia de Navarra)
(Maya, 5.8.1819; Pamplona, 20.1.1882).
Liberal fusionista, diputado en Cortes por Navarra en 1854-1856,
diputado foral en 1854, 1862-1864, 1864-1866 y 1880-1881, y
gobernador civil de Navarra en 1865-1866 y 1881-1882. Doctor en
Derecho por la Universidad de Zaragoza. Primer presidente de la
Asociación Vinícola de Navarra. Realizó gestiones para evitar que
los montes de aprovechamiento comunal del Valle de Baztán se vieran
afectados por las leyes desamortizadoras, e intervino en la creación
de la Sociedad de Quintas de Baztán.
4 comentarios:
Todos tus documentos subidos altruistamente a los medios, merecen el reconocimiento y aplauso de los lectores. 🙅♂️😇
Muchas gracias, Ángel
Viví de niño en el número 2 de la calle Redín, cuando el restaurante Rodero estaba en la actual ubicación del Arrano (después hubo una discoteca, Xuberoa creo que se llamaba). En el último piso vivía el encargado de mantenimiento del edificio con su familia. La vista desde la terraza delantera era espectacular, pero lo que siempre recordaré es la imagen de la secuoya que se veía desde la terraza que daba al patio trasero.
Gracias infinitas caballero.
Era una secuoya reverencial. Gracias a ti, caballero
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