Los incidentes del sábado 11 de marzo
ponen de manifiesto las contradicciones que sufre Pamplona por tener un alcalde
de Bildu. Y es que Asirón -por mucho que, con la boca pequeña, lo niegue- está
más cerca, ideológica y sentimentalmente, de los agresores que de los
pamploneses agredidos. Es lo que tiene haber puesto a la zorra a cuidar el
gallinero.
Chon Latienda, con su agudeza y
perspicacia habitual, pone el dedo en la llaga.
(Ver, al final, imágenes del primer escrache de la historia de la humanidad a un alcalde de Bildu)
(Ver, al final, imágenes del primer escrache de la historia de la humanidad a un alcalde de Bildu)
Dos pelaos y Asiron
por Chon
Latienda
Que el alcalde de Pamplona hable de paz y
convivencia, y a continuación saque la cara a los grupos de violentos es el
colmo
Sábado 11 de marzo. Concentración no
autorizada organizada por el 'Movimiento pro Amnistía y contra la Represión'.
Decenas de encapuchados siembran el caos en el casco viejo pamplonés. Cuatro
detenidos, dos policías heridos y varios desperfectos en comercios, bares,
cajeros y contenedores. Los encapuchados iban provistos de bolsas con piedras y
de artefactos pirotécnicos que llevaban escrito el nombre del local al que iban
a ser lanzados.
El domingo 12 de marzo Asiron convoca de
urgencia a la Junta de Portavoces y se acuerda “rechazar y/o
condenar” (ver apartado final) los incidentes. El Gobierno de
Navarra hace lo propio. Y hasta ahí, salvando ese continuo repelús que le da a
Bildu utilizar la palabra “condenar” cuando se trata de acciones realizadas por
sus cachorros, todo medio aceptable.
Las primeras declaraciones públicas
que hace Asiron las comienza diciendo a los periodistas: “me vais a permitir
que hable a título institucional…”, ¿a título de qué si no? ¿de ciudadano
profesor de ikastola?, ¿no será que con su entradilla quería mandar un mensaje
a los suyos en plan “lo que voy a decir no es lo que yo pienso, pero como soy
el alcalde, no me queda otro remedio que trasladar lo que el Ayuntamiento ha
aprobado”?
Lunes 13 de marzo. El juez califica de
terrorismo los disturbios del sábado día 11. Los detenidos salen del juzgado en
dirección a prisión y dos pelaos les esperan en la calle para darles
ánimo.
Y a los dos pelaos se les suma Asiron, que
se hace caquita cuando un ex preso de Eta le compara con un alcalde franquista por
rechazar los altercados, y Asiron reacciona diciendo que “la imputación de
delitos de terrorismo no guarda principio de proporcionalidad”, y habla de
“tribunales de excepción”, discurso seguramente más del agrado del ex preso de
Eta que de la ciudadanía a la que representa.
Y añade que “los altercados del sábado
eran un tipo de incidentes que no tienen cabida en una ciudad como Pamplona que ha apostado de manera decidida por la convivencia”.
A ver, meter a todos los
pamploneses en el mismo saco cuando la mayoría no han practicado jamás la
violencia, es no tener agallas para señalar directamente a quienes durante años
han roto la convivencia a la que se refiere.
Si el Ayuntamiento de Pamplona ha sido
capaz de personarse como acusación en la causa del famoso abuso sexual en sanfermines, con más
motivo si cabe tendría que personarse como acusación en el caso de unos
violentos que el sábado día 11 rompieron la cacareada “paz y convivencia” en
las calles de Pamplona y destrozaron mobiliario urbano, además del privado.
Y ya que estamos, Asiron podría investigar
cómo unos encapuchados de Rentería manejaban unos artefactos personalizados a nombre de determinados comercios,
personalización que conlleva conocer la titularidad de esos comercios y
valoración de su tendencia política, dato determinante para ser objetivo de los
violentos.
Dos pelaos y Asiron. Tres.
Policías municipales de Pamplona le montan un escrache a Asirón en su casa de Cizur Mayor.
Si los escraches a Maya fueron una vergüenza, el que le hacen a Asirón, también. Que unos policías se comporten bordeando el delito es otra de las contradicciones que padece esta ciudad.
Javier Goñi Ortueta Los policias municipales, en tanto que trabajadores, tienen unos derechos laborales y sindicales reconocidos y que hacen muy bien en ejercer. Dicho esto, los escrahes no son manera de reivindicar nada. Y hechos por policias deshonran al cuerpo, a los uniformes y a quienes los hacen. ¿Por qué? Porque la autoridad de ellos como agentes se resiente despues de verles actuar así.
Chon Latienda es comentarista política
Última horaPolicías municipales de Pamplona le montan un escrache a Asirón en su casa de Cizur Mayor.
Si los escraches a Maya fueron una vergüenza, el que le hacen a Asirón, también. Que unos policías se comporten bordeando el delito es otra de las contradicciones que padece esta ciudad.
Javier Goñi Ortueta Los policias municipales, en tanto que trabajadores, tienen unos derechos laborales y sindicales reconocidos y que hacen muy bien en ejercer. Dicho esto, los escrahes no son manera de reivindicar nada. Y hechos por policias deshonran al cuerpo, a los uniformes y a quienes los hacen. ¿Por qué? Porque la autoridad de ellos como agentes se resiente despues de verles actuar así.
Ello no quita para destacar el simpático detalle de la trabajada pancarta:
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