Este rostro está grabado en el alma de muchísimos pamploneses |
¿Recuerdas que hoy tienes una cita? ¿Sabes que ella -la
pamplonesa más guapa- va a acudir con el manto de terciopelo negro bordado
en oro, escudo de Pamplona y las cinco llagas? ¡Hasta le han puesto colirio en sus ojos llorosos!
La cita: 20:45, calle Mayor 6-8, donde veas las guitarras de
la Cofradía de San Saturnino.
Lleva, porsiaca, paraguas o
plexiglás.
Quienes preparan a la Dolorosa para
la procesión de esta tarde, califican su labor como "un privilegio".
Tras muchas búsquedas infructuosas, he conseguido, al fin, las imágenes para haceros,
siquiera un poco, partícipes de ese privilegio. Disfrutadlo.
Imagen de vestir
Como es sabido, se trata de una de las llamadas «imágenes de vestir», por lo que la labor del escultor se reduce únicamente al rostro y las manos, el resto -como veis en la imagen- es un maniquí o armazón de madera.
En el envío de Rosendo Nobas (1849/1891) había una nota del escultor, en la que pedía que cuando, al armarla, vistiesen la imagen, no le tapasen la frente.
En el envío de Rosendo Nobas (1849/1891) había una nota del escultor, en la que pedía que cuando, al armarla, vistiesen la imagen, no le tapasen la frente.
Rosendo Novas y Ballvé acertó a condensar todo el dolor de una madre
atormentada por la muerte de su hijo. La expresión del rostro es de enorme
intensidad y dramatismo, acentuado por la frente ("por favor, no la tapen") surcada de arrugas, los ojos
suplicantes elevados al cielo, y la boca entreabierta; a este sentimiento se
unen las manos que se entrelazan, crispadas por el sufrimiento.
La leyenda
Corría entre lagente la creencia -escribía Manuel Iribarren, escritor y autor de la letra del Himno de Navarra- de que el escultor, tras entregar la imagen en Pamplona,
intentó de nuevo reproducir fielmente la angustia de la Dolorosa y que, al no
conseguirlo, se volvió loco. Por desgracia para la poesía y por suerte para Nobas, el episodio no pasó de leyenda.
Análisis de Javier Rouzaut
Fue tal el realismo que el autor de la talla, el catalán Rosendo
Nobas, imprimió en su obra, que la calidad de los ojos de cristal,
de procedencia barcelonesa, y la pericia con la que se los colocó merecieron un
exhaustivo análisis a cargo del doctor Rouzaut, quien además de limpiarlos con
colirio (ver imagen a la izda.) para eliminar la suciedad acumulada, manifestó
que el hecho de que Nobas fuera el escultor del hospital, "donde
habría visto el dolor, la esperanza, o la alegría en la mirada de los
pacientes" y donde se impregnó de conocimientos anatómicos y
fisiológicos, fue clave en su habilidad para dar expresión a la mirada de la
Virgen.
Y así fue. En 1971, tan singular imagen fue, como hemos
adelantado, objeto de un estudio por parte del oftalmólogo Javier Rouzaut, por
entonces Presidente de la Comisión de Cultura, encargada de la conservación de
la Dolorosa y su paso procesional, quien dijo de ella que sus ojos "expresan
la actitud orante de una madre a quien acaban de torturar y ejecutar a su
hijo... Si se les mira de frente, impactan porque parecen transformarse en unos
ojos serenos que te miran a ti personalmente y parece que te interrogan, pero
con una gran dulzura...".
***
Mª Paz Rípodas y José Manuel González colocan el manto con la ayuda de
Patxi Colás y Mª Carmen Ochoa FOTO PACHI CALLEJA
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Carmen Larrañeta en la Meca |
- “Desde hace 17 años limpio
con colirio los ojos de la Dolorosa, además de hacerle las puntillas
de muñecas y cuello”, decía Mari Paz Rípodas, que confesaba alguna
caricia a hurtadillas en la cara de la figura mariana.
- El cometido de María Josefa Azcárate
es el de colocarle los brazos. “Antes era muy difícil encajar
el codo al saliente de madera. Pero no sé por qué la pieza se empezó a
mover y ahora es sencillísimo. Yo siempre digo que fue cosa de la Virgen”,
reía. También ella revelaba que nunca se olvida de besarle las
manos.
Y María Ángeles Gimeno y María
Luisa Gabás coincidían en la palabra que describía su participación: “privilegio”.
Hoy este blog ha tenido el honor de
compartir con vosotros un poquito de ese privilegio: las imágenes secretas,
conocidas por poquísimos pamploneses, de Nª Señora de la Soledad, a la que podremos admirar, vestida y bellísima, esta noche.
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