De okupas a usuarios. Poca dignidad por ambas partes |
Porque, además, estos de Bildu no tienen esa fea costumbre
de pedir perdón, y no van a reconocer que adjudicar un local municipal a quienes
ilegalmente lo han ocupado, además de muy poco educativo, ha sido una gravísima
injusticia, especialmente para los jóvenes que se pagan la bajera de su
bolsillo.
Encima tienen la (des)fatxatez de saltarse a la torera
–y en esto son especialistas- la legalidad, aduciendo que van a dar “ropaje
jurídico” a su actuación irregular.
¿Ilegalidad? ¿Qué ilegalidad? ¡Ahora mismo lo revestimos de "ropaje jurídico"!¡Pues no tienen fondo de armario ni na!
¿Ilegalidad? ¿Qué ilegalidad? ¡Ahora mismo lo revestimos de "ropaje jurídico"!¡Pues no tienen fondo de armario ni na!
Pues nada, adelante, disfracemos de legal
lo ilegal.
Por
JOSE MURUGARREN
“Ropaje
jurídico” a una cesión irregular
La
cesión de un local público por parte del Ayuntamiento de Pamplona sin que medie
concurso es una irregularidad en la forma de gestionar el patrimonio público y
una tremenda injusticia. Por la vía de la entrega directa y sin ningún
procedimiento de participación u oferta pública, el equipo de gobierno que lidera
Bildu en Pamplona ha buscado acomodo a un grupo de jóvenes que habían ocupado,
es decir entrado sin permiso en una vivienda propiedad del Gobierno de Navarra
en la calle Compañía, y les quiere ceder el chalet de Caparroso.
El
asunto no es menor. Ni siquiera se trata de debatir si los jóvenes okupas
merecen o no locales públicos. Ese sería otro debate. El meollo es que el tema
precisa del rigor en el procedimiento que Bildu reclamaba cuando estaba en la
oposición.
Si
alguien quiere un local, debe solicitarlo, y si el ayuntamiento está dispuesto
a donarlo, le corresponde hacer una relación de los inmuebles que quiere
ofrecer y después, sólo después, elaborar la relación de colectivos juveniles que
aspiran a inmuebles públicos. El último paso sería el concurso público, libre
concurrencia y adjudicación. Lo contrario es dar carta de naturaleza a la
ocupación de viviendas.
Para
disfrazar la operación Bildu dice ahora que dará “ropaje jurídico” a la actuación. Incluso el lenguaje elegido
confirma la peor de las sospechas: primero la adjudicación directa y después el
“ropaje” jurídico, como si se pudieran “vestir” normas que den apariencia de
legalidad a un desaguisado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario